SJL: Mantener la playa artificial de Rafael López Aliaga costó más de S/107 mil aun cuando estuvo inoperativa

El mantenimiento de la playa artificial de San Juan de Lurigancho (SJL), la obra emblema del alcalde Rafael López Aliaga, demandó una inversión de 107.196.13 soles de julio a diciembre de 2023, según información del Servicio de Parques de Lima (Serpar) difundida este domingo por La República.

La Municipalidad Metropolitana de Lima destinó este presupuesto incluso durante los meses en que el proyecto estuvo totalmente inoperativo debido al final de la temporada de verano. De acuerdo con el diario, desde su fase de acondicionamiento —en abril— hasta diciembre del año pasado, el gasto por este concepto ascendió a S/259.878.61.

El proceso de mantenimiento incluye el tratamiento del agua de la piscina como la desinfección de la arena que se encuentra dispersa en toda la alberca, según los datos alcanzados por Serpar, que gestiona los parques y clubes metropolitanos de la ciudad.

El agua recibe tratamiento mediante el uso de hipoclorito de calcio al 60-70%, sulfato de aluminio tipo A, ácido tricloroisocianúrico (cloro en pastillas) y un agente reductor del PH. En cuanto a la arena, esta se desinfecta con amonio cuaternario de quinta generación.

Pese al presupuesto asignado, en agosto pasado la obra lucía con larvas y hongos. Las aguas verdes copaban gran parte del estanque, aun cuando el día de apertura el burgomaestre anunció que su administración destinaría “las mejores instalaciones para limpieza de piscinas” de los once clubes zonales.

“La arena podría malograr los filtros, pero todo eso se ha pensado, se ha reforzado y todo va a estar bien cuidado”, garantizó, por su parte, el presidente del directorio de Serpar, Luis Molina, quien lo acompañó para develar la placa de este proyecto que costó 145 mil soles en 45 días de trabajo.

Un trimestre después, los usuarios ya no podían disfrutar de las instalaciones en medio de un invierno atípico por los efectos del fenómeno climático, que produjo días cálidos en la capital y marcas históricas en el último medio siglo.

Entre enero y marzo de 2024, las inspecciones realizadas por la Dirección General de Salud (Digesa) expusieron que el agua de la playa artificial no cumplía con estándares mínimos para ser considerada saludable, una situación que fue confirmada en dos oportunidades.

López Aliaga promovió entonces una mesa de trabajo de diálogo para analizar protocolos y recomendaciones y, posteriormente, Digesa retiró dicha calificación.