Esta tarde, el Colegio de Ingenieros Civiles de México A.C (CICM) presentó los resultados de la primera fase de la inspección física del tramo elevado de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro: “Informe de vulnerabilidades del tramo elevado de la Línea 12″.
A raíz del desplome del pasado 3 de mayo, el presidente del CICM, Luis Rojas Nieto, aseguró que las investigaciones evalúan las posibles vulnerabilidades del sistema para así garantizar la seguridad para las y los usuarios.
Bernardo Gómez González, coordinador del comité técnico de seguridad estructural del CICM, informó que los resultados globales de esta fase arrojaron que en el 68% de los tramos sólo se detectaron deficiencias de Grado C, es decir, situaciones “comunes” que requieren intervención rutinarias de mantenimiento.
Sin embargo, en el 32% restante se hallaron doce afectaciones de Grado B, que señalan “situaciones, vulnerabilidades, patologías daños o deficiencias” los cuales requieren de un análisis más detallado.
Cabe resaltar, dijo, que el tramo elevado de la popularmente llamada línea dorada se conforma de dos estructuras: la primera, de concreto presforzado, y la segunda de concreto-acero; la totalidad de los tramos de Grado B fueron hallados en los correspondientes a esta segunda estructura.
Según el esquema, los segmentos identificados con esta clasificación se localizaron de la siguiente manera: dos entre la estación Calle 11 y Periférico Oriente; tres entre Periférico Oriente y Tezonco; dos entre Olivos y Nopalera, y cinco entre Nopalera a Zapotitla.
Las deficiencias localizadas y que requieren un estudio a mayor profundidad y, por lo tanto, un segundo nivel de evaluación son:
– Soldaduras al centro del claro, las cuales, aclaró Gómez, se necesita corroborrar de manera numérica que cumplan con los requerimientos para su funcionamiento.
– Separación insuficiente de vigas entre ellas y respecto a los cabezales, ya que, detalló, no es uniforme desde un punto de vista de sanidad estructural, además que en algunos casos no cumplen con la separación necesaria.
– Fisuras en columnas cuyo origen, subrayó el experto, podría ser desde la propia construcción de la Línea 12, así como de otros sucesos telúricos. Por ello, exhortó a “no sustentar o fijar un juicio de ellas únicamente a partir de lo que se observa, sino que debe haber un análisis más detallado”.
– Fisuras en trabes y cabezales
– Elementos de apoyo deformados o con apoyo parcial (neoprenos), los cuales también pudieron originarse a raíz del sismo del 19 de septiembre del 2017.
– Diafragmas colocados deficiente o inexistentemente: Recalcó que estos elementos son de caracter secundario, sin embargo, garantizan que los elementos principales ejerzan un correcto funcionamiento.
– Inconsistencia por atiesadores horizontales en trabes más cortos que en otras zonas
El presidente del CICM, Luis Rojas Nieto, detalló que este informe también estudia los tramos elevados y túneles correspondientes a las líneas 4, 9 y B. Asimismo, adelantó que las otras dos etapas del informe constarán en la inspección detallada y el dictamen de seguridad estructural.
Por ello, Bernardo Gómez exhortó a no reiniciar las operaciones del tramo elevado hasta que se lleve a cabo las demás
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