Con una Niña muy seca hasta marzo, la campaña de maíz deberá transitar un verano con mucha volatilidad de lluvias, que serán similares al nivel de precipitaciones que se registró en la primavera de 2019, que fue la más seca de los últimos diez años. Arranca el verano, y si bien el aporte de agua trajo tranquilidad a los productores de maíz, esto no quiere decir que habrá un cambio de tendencia, ya que el clima seco se impone.
Sofía Corina, analista de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, explicó que “el maíz en la región centro deberá superar las escasas lluvias registradas y una Niña que no se ve tan moderada, tal como se esperaba en los últimos meses. El maíz recibió un alivio la semana pasada, y llegó justo a tiempo cuando el 40% de la región núcleo estaba en floración. Fue un alivio importante, sobre todo para Córdoba”.
“Venimos con una deuda hídrica de invierno y una primavera de lluvias escasas, y al atravesar este verano, la necesidad de agua se acrecienta cada vez más. Sin embargo, se pasaría a tener una Niña ya instalada: no será tan moderada”, agregó la especialista de la Bolsa de Rosario. Por ello tal como se indicó en el último informe GEA, “la primavera 2020 fue casi tan seca como la del año pasado, siendo que la del 2019 fue la primavera más seca de los últimos nueve años”.
José Luis Aiello, Doctor en Ciencias Atmosféricas y asesor climático de la Bolsa de Comercio de Rosario, explicó que “la pasada semana llegó el alivio de las lluvias, pero la situación sigue siendo muy vulnerable. Es muy posible que debamos transitar el resto de la campaña con una volatilidad de lluvias similar a la pasada primavera”.
A igual fecha del 2019, el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y este de Córdoba requerían unos 140 milímetros, y hasta finales del 2020, las necesidades hídricas para los cultivos gruesos son los mismos, aunque resultan más acotados los márgenes para el este cordobés y sur santafesino. Con las lluvias del último fin de semana, lo que fue una gran noticia para la producción, ya que trajo alivio: esto llegó en el momento en el cual el 40% de los maíces de la región están en floración.
Pronóstico climático
Los maíces del este de Córdoba, los más sufridos de la región núcleo, recibieron entre 30 y 50 milímetros: Idiazabal marcó 62 milímetros y Pozo del Molle 50 milímetros; Noetinger, 44 milímetros. En Santa Fe, se registró la caída de unos 30 milímetros en promedio en zonas donde verdaderamente se necesitaban lluvias, especialmente en el sur de la provincia. Allí hasta la semana pasada las reservas de agua estaban en rojo, y así se comenzaba a percibir el recorte en los rindes potenciales.
Aiello consignó que “los informes climáticos muestran con claridad que la Niña no se amortiguó como los modelos señalaban, es más se incrementó. Y es poco probable una neutralidad hacia febrero”. El verano arranca con un aporte de agua que tranquilizó los ánimos y disminuyó el estrés sobre la gruesa, pero que de ningún modo implica un cambio de tendencia. Va a ser un ciclo muy condicionado por los efectos regionales y los forzantes ajenos a la Niña, como el anticiclón del Atlántico”.
Por último, según consignó el especialista en clima de la Bolsa de Rosario, hay pronósticos de chaparrones para el fin de semana y fenómenos interesantes para martes a miércoles, desarrollando fenómenos puntualmente fuertes sobre la región. “El verano arranca con un aporte de agua que tranquilizó los ánimos y disminuyó el estrés sobre la gruesa, pero que de ningún modo implica un cambio de tendencia” concluyó José Luis Aiello.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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