Elisa Carrió se sacará una foto con Mauricio Macri en Olivos para bajar la tensión

Una imagen vale más que mil palabras. A ese proverbio chino apelará Elisa Carrió para eclipsar su propio desmadre, el que protagonizó en la Cámara de Diputados cuando amenazó con romper su alianza con el gobierno. Por eso hoy, para mostrar que lo suyo fue una rabieta del momento, se retratará con el presidente Mauricio Macri en Olivos.

Carrió había tomado la decisión de no defender en el recinto su conocida postura en contra de la legalización del aborto. Lo hizo haciendo lugar a una sugerencia que el martes hizo circular el propio interbloque de Cambiemos a través de un grupo de whatsapp. La idea era no calentar el ambiente en un tema que presentaba posturas encontradas dentro del propio espacio oficialista. “Evitemos el daño interno”, fue el mensaje.

De hecho, se contempló la posibilidad de que otros integrantes de la Coalición Cívica tampoco hicieran uso de la palabra. Pero cuando se supo que algunos indecisos habían tomado partido a favor del proyecto, la legisladora comenzó a recibir llamados para que se hiciera presente en la Cámara baja, tomara el micrófono y se conviertiera en la abanderada de la resistencia.

En medio de ese tironeo, Carrió ninguneó el debate ante un grupo de periodistas que la abordaron frente en la oficina de la presidencia de Diputados, lugar donde había decidido refugiarse. “Es trivial”, dijo, acaso para cubrir su propia indiferencia.

(Adrián Escandar)

Finalmente, una vez ya dada la media sanción, y cuando se aprestaba la votación de la ley en particular, ingresó al recinto para aclarar esa extraña conducta, que por momentos resultó despectiva hacia sus propios colegas.

“Quiero dar una explicación porque en todo caso represento a una parte de la sociedad que me ha votado. Y respeto las otras posiciones. Quiero sólo decir que he estudiado durante 40 años este tema. Y que no he hablado para preservar la unidad de Cambiemos. Nada más”, dijo, a esa altura visiblemente enojada.

Los reproches llovieron de todas las esquinas. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, tuvo que hacer malabares para serenar los ánimos. A las previsibles críticas de la oposición —de “cachivache” hasta “loca”, le dijeron desde el peronismo— se sumaron otras de sus aliados macristas.
Carrió relojeó a todos y explotó. “Que le quede claro a todo Cambiemos. La próxima rompo”, dijo en tono admonitorio, activando las alertas en la Casa Rosada.

Estaba enajenada. Ni siquiera advirtió el discurso que en ese momento pronunciaba su aliado Daniel Lipovetisky. Se fue a tirando besos a los balcones, desde donde seguían los insultos. “Gané dos elecciones”, chicaneaba como si fuera un Boca-River.

A las cuatro de la tarde, lo llamó a su vocero, Diego Villanueva.

—¿Por qué tanto revuelo?—le preguntó Carrió, sin noción del tsunami interno que había provocado.

Evaluó entonces que la reunión con Macri, programada de antemano para hoy, podrá servir de bálsamo. Formalmente el encuentro se pautó para abordar una agenda ligada a las pequeñas y medianas empresas. Pero lo ocurrido en la Cámara baja emergerá con la fuerza de un rayo.

Macri y Carrió volverán a reunirse hoy en la quinta de Olivos

—Yo voto una cosa pero siempre estoy rodeada de agnósticos y progres —intentó mostrar puertas adentro que su enojo no era por la existencia de posturas divergentes en su propio núcleo duro sino por cómo la presionaron para que no hablara.

Esa frase la suele decir puertas adentro para reírse de sí misma. De hecho, en las oficinas del bloque hay pañuelos verdes de los jóvenes militantes de la Coalición Cívica. Y sus hijos pródigos Fernando Sánchez y Máximiliano Ferraro, funcionario bajo la órbita de jefatura de Gabinete y legislador porteño, respectivamente, se manifestaron a favor de la legalización del aborto. Y hasta Juan Manuel López, uno de sus diputados, votó exactamente lo contrario a lo que ella hubiera deseado.

Advertida finalmente de que esa pluralidad interna no alcanzaría para calmar las aguas, Carrió ofreció al cierre de esta jornada, y como aperitivo a su encuentro con Macri, una serie de tuits componedores.

“Lo que pasó me duele el alma. Todo lo que se dijo es mentira. Yo tengo una excelente y permanente relación con Olivos. Apelé a la unidad de Cambiemos y les hablé a los diputados nacionales para que reine la concordia y no la grieta. A los que tienen miedo que rompa, tengan confianza. La República es nuestra”, escribió.

Dicen que al Presidente le dirá lo mismo.



FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

Sé el primero en comentar en"Elisa Carrió se sacará una foto con Mauricio Macri en Olivos para bajar la tensión"

Dejá un comentario

Tu dirección de Correo Electrónico no será compartida


*