Alerta en Colombia por temporada récord de ciclones y huracanes a partir de junio

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, lanzó un llamado de alerta a todos los actores y entidades encargadas de la gestión ambiental del país, incluyendo alcaldes, gobernadores y ciudadanos, con el fin de acelerar la implementación de medidas preventivas ante la inminente llegada de condiciones climáticas adversas.

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se espera que, con un 70% de probabilidad, la primera temporada de lluvias intensas este año, el inicio de la temporada de ciclones y huracanes, así como la instalación del fenómeno de La Niña, presenten serias amenazas para varios departamentos de Colombia a partir de junio.

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Específicamente, a partir del 1 de junio inicia oficialmente la temporada de ciclones y huracanes en el país, que podría extenderse hasta comienzos de noviembre.

En ese sentido, Susana Muhamad señaló: “Vamos a tener condiciones de amenaza importantes que se presentarán a partir de julio. Hoy tenemos condiciones de vulnerabilidad en los territorios luego de una sequía derivada del fenómeno de El Niño (…) vamos a tener medio país con amenazas de más lluvias y medio país con amenaza de menos lluvia. Por eso el tiempo que utilicemos a partir de ahora hasta julio para preparar comunidades, será fundamental”.

La alerta de la jefe de cartera pone de relieve la urgencia de revisar los puntos críticos en los municipios para evitar emergencias mayores. Según cifras del Ministerio de Ambiente, por la temporada de lluvias que atraviesa el país, actualmente 613 municipios están en alerta por deslizamientos, de los cuales 267 se encuentran en alerta roja.

Así las cosas, Muhamad enfatizó en que: “Es hora de actuar, este es el momento clave para avanzar en todos los preparativos y enfrentar esta amenaza”.

Por otra parte, subrayando la importancia del sector agrícola en este contexto, la ministra de Agricultura, Jennifer Mojica, expresó que la implementación de estrategias para manejar los efectos adversos del cambio climático es esencial. Por ello, instó a los agricultores a mejorar los sistemas de riego en los predios, realizar obras de adecuación y optimizar reservorios de agua y diques. “Esta alerta que hace el Ministerio de Ambiente y el Ideam es muy importante para que el sector agrícola no baje la guardia, es momento de seguir avanzando con paso firme para adaptarnos al cambio climático”, dijo la ministra.

En términos generales, la vigilancia y seguimiento a las variaciones climáticas realizada por el Ideam indican que julio, agosto y septiembre serán los más críticos en términos de precipitaciones. Esta situación plantea una doble amenaza: por un lado, regiones afectadas por sequías debido a El Niño enfrentarán escasez de lluvias, mientras que otras experimentarán precipitaciones excesivas y con ello el riesgo de inundaciones.

Los retos que se avecinan requieren una acción coordinada y proactiva por parte de todas las entidades de gestión ambiental y la colaboración de la ciudadanía. La prevención y preparación ante desastres naturales se vuelve indispensable para mitigar el impacto que estas condiciones climáticas extremas puedan tener en el país en lo que resta de 2024.

Medidas de prevención ante la temporada de fuertes lluvias

El Ministerio de Ambiente emitió una serie de medidas preventivas para mitigar los efectos del cambio climático en Colombia, en medio del anuncio de temporada de lluvias y, al mismo tiempo, la llegada del fenómeno de La Niña. La cartera ordenó a las entidades ambientales, alcaldes, gobernadores y ciudadanos:

• Priorizar, a través del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, las zonas que pueden sufrir inundaciones, movimientos en masa, avenidas torrenciales, eventos concatenados, entre otros.
• Vigilar los puntos de emergencia, del fenómeno de La Niña 2010-2011, para reforzar medidas de prevención.
• Fortalecer a los cuerpos operativos, para que estén en capacidad de responder en caso de eventos desastrosos.
• Establecer un sistema de alertas tempranas, con participación activa de las comunidades, frente a posibles inundaciones, avalanchas o movimientos en masa.
• Desarrollar jornadas de limpieza en ríos, quebradas y canales, que puedan representar amenaza a la población, y evitar la acumulación de residuos sólidos.
• Realizar mantenimiento en desagües y canalización de aguas en vías principales y caminos veredales.
• Adelantar jornadas de limpieza en bocatomas, con las comunidades, para evitar afectaciones a los acueductos veredales y municipales.
• Evitar la acumulación de basuras en las viviendas rurales para prevenir inundaciones. Los depósitos de basuras deberán permanecer tapados, para evitar la proliferación de vectores.