Fue expulsado de México 86 por irse de fiesta, dice que era mejor que Cristiano Ronaldo y asegura que se acostó con 5000 mujeres: el excéntrico Renato Gaúcho

Renato Portaluppi (Guaporé, Rio Grande do Sul, 9 de septiembre de 1962) es para el pueblo Renato Gaúcho. Corría mayo de 2008 y al DT lo asediaba una turba de periodistas, camarógrafos y reporteros para hablar del impacto que su Fluminense había causado al eliminar a Boca en semifinales de la Copa Libertadores de América. El hombre tocó varios temas, el triunfo ante el Xeneize en el Maracaná, la táctica de su equipo, el logro…. Pero se sintió en su salsa cuando le consultaron cuánto había de cierto en el rumor que decía que se había acostado con cerca de 3 mil mujeres. “Mira, esto es importante contestártelo”, dijo, y añadió: “Conté, reconté y llegué a la conclusión de que ya me acosté con nada menos que cinco mil. Nadie tuvo nunca tanto sexo como yo. Soy un verdadero fenómeno”.

El entrenador de Gremio de Porto Alegre, equipo que anoche desarticuló a River y le ganó en el estadio Monumental por la ida de semifinales de la Copa Libertadores es, ante todo, un hombre extravagante. En Núñez, sin ir demasiado lejos, fue eje de bromas que le valieron los ya famosos memes. Una camisa generosamente abierta dejaba ver las suntuosas cadenas de oro que llevaba puestas. En el cuello, en tanto, una bufanda que completaba un look excéntrico. Bien o mal, logró su objetivo: llamar la atención.

Presume constantemente de sus conquistas amorosa. “Una vez estaba con Pelé en un programa de televisión y pasaron un gol suyo. Él me miró y me dijo: mira, Renato, ese es apenas uno de mis más de mil goles. Yo le contesté: para cada gol suyo una mujer de las mías, aunque usted paró a los mil y pocos y yo aún sigo”, dijo alguna vez.

Detrás de frases rimbombantes y acciones llamativas, algunas de estas polémicas, hubo en Renato Gaúcho un jugador de fútbol que fue considerado como uno de los mejores delanteros del mundo allá por las décadas del ’80 y ’90. Su personalidad, sin embargo, le jugó en contra más de una vez, al punto de que Telé Santana lo expulsó de la concentración del Seleccionado de Brasil que se concentraba para la disputa de la Copa del Mundo de 1986 al advertir que en la noche previa al día del viaje había salido de fiesta con un compañero, Leandro, también tachado por el DT. Sus compañeros de entonces recordaron que fueron a buscarlo a las 4 de la mañana y aún no había llegado.

Comenzó su carrera como futbolista profesional en 1982, cuando debutó en Gremio. Luego jugó en Flamengo, Roma (Italia), Botafogo, Atlético Mineiro, Fluminense y Bangu. Se consagró campeón de la Copa Libertadores de 1983 y fue elegido el mejor de la final de la Intercontinental de ese año al marcarle los dos goles de su equipo al Hamburgo en Japón.

En 1984, en tanto, también jugó la final de la Copa Libertadores pero cayó ante el Independiente de Bochini, Burruchaga, Clausen, Trossero y Villaverde, entre otros. Es recordado, además por convertir un gol con la barriga en el último minuto de un partido del campeonato carioca que Gremio le ganó por 3 a 2 a Fluminense.

Fue además jugador de la Selección de Brasil. Después de aquel conflicto con Telé Santana regresó y fue campeón de la Copa América de 1989 y representó a su país en la Copa del Mundo de Italia 1990. En ese evento llegó incluso a ingresar en los últimos minutos del partido del Scratch contra la Argentina en octavos de final, ganado por los Albicelestes con gol de Claudio Caniggia, la tarde de los palos de Brasil y del bidón de Branco.

Durante su carrera como jugador ganó nueve títulos. En 1999 decidió su retiro y en 2000 inició su carrera como entrenador en Fluminense, con el que ganó la Copa de Brasil de 2006. Fue en Gremio, sin embargo, donde logró sus mejores resultados: campeón de la Copa de Brasil 2016, de la Copa Libertadores 2017 y de la Recopa Sudamericana 2018. Como DT es protector y considerado con sus dirigidos, aunque intenta por todos los medios evitar todo aquello relacionado con la indisciplina, aquella característica que marcó su carrera. Sólo por mencionar: implementó un método llamado caixinha, que consiste en una multa cobrada a los futbolistas por cada minuto de retraso a un entrenamiento.

Renato Gaúcho supo decir de manera pública que comenzó su vida sexual a los 13 años, siete años antes de debutar como futbolista. Aseguró que desde entonces jamás paró de conquistar mujeres. Entre sus mejores frases se cuentan:

• “Los que saben de fútbol se quedan junto al mar jugando al futvóley. Los que no saben se van a Europa a intentar aprender algo”.

• “Los chicos de ahora e incluso los futbolistas de la actualidad admiran a Cristiano Ronaldo. Yo fui mejor jugador que él. Es un gran futbolista, pero no es tan versátil como era yo. Es muy fuerte, pero no tiene mucha técnica”

• “Me gustaría imaginarme yo en el Real Madrid con los compañeros y la estructura que tiene (ndr: lo dijo cuando el luso aún permanecía en el Merengue) y que él viniera a jugar los estaduales, la Libertadores, con cuatro meses sin cobrar como he estado yo. Pero la generación actual no podrá comparar porque no me vieron jugar”.

• “Si después de esto no me hacen la estatua, desisto” (tras ganar la Copa Libertadores 2017 ante Lanús)

• “Eso fue una broma que hice con mis compañeros de la selección. El nombre de las novias era en realidad el nombre de sus madres” (Año 1985, tras aparecer en un programa de TV con un ramo formado por 85 rosas y regalarlas ante cámara a 85 mujeres diferentes, asegurando que eran sus novias de la actualidad)

• “El jugador de fútbol tiene la mejor profesión del mundo: coches, ropa, mujeres, hotel cinco estrellas. Pero en el medio y los fines de semana, hay que saber qué hacer con ese pedazo de cuero”.

 

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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS