Javier Milei enfatizó hoy que a “las instituciones no hay que evaluarlas por las intenciones sino por sus resultados”, al criticar la rigidez de los aranceles impuestos por el Mercosur, durante su exposición en la LXV Cumbre del bloque regional, que se celebró en Montevideo, Uruguay, donde Argentina recibió la Presidencia Pro Tempore del Bloque.
“El arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, volviendo a nuestras industrias locales más caras y en consecuencia menos competitivas, sino que nos cerró innumerables vías comerciales”, sostuvo el mandatario argentino y aseveró que “es el comercio lo que genera prosperidad y lo que va a terminar con el gran flagelo latinoamericano, que es la pobreza abyecta de nuestros pueblos.”
Más adelante destacó que el Mercosur si bien “nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador”. Finalmente, invitó a los demás países a ganar “autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan” y a aflojar “las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos.”
La LXV Cumbre del Mercosur y Países Asociados comenzó a primera hora de la mañana con una reunión entre los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay con la presidente de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen.
El encuentro regional culminó con la Ceremonia de Traspaso de Mando de la presidencia Pro Tempore del bloque a la República Argentina.
A continuación, los puntos más destacados del discurso:
“Vengo hoy, aquí, para recordar la misión de origen del Mercosur y evaluar en conjunto si el mismo ha estado o no a la altura de su pronóstico originario. A las instituciones no hay que evaluarlas por sus intenciones, sino por sus resultados.”
“El Mercosur surgió como una forma de buscar integrar los mercados de nuestros países, eliminando aranceles, burocracias y dobles imposiciones fiscales, y con el fin último de establecer una zona común de libre comercio.”
”En simultáneo y producto de las ideas imperantes en la época —a nuestro juicios equivocadas— se propuso un sistema de arancel externo común para intentar proteger la industria de nuestros países, creyendo que eso traería un beneficio para nuestros ciudadanos”.
“Lamentablemente el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones y —como alguna vez ha señalado el profesor Huerta de Soto— siempre que el Estado interviene genera un resultado peor al que había antes de que se entrometiera”.
“No es una sorpresa para un liberal como yo que el resultado de estas medidas haya sido el contrario al pretendido. El arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, volviendo a nuestras industrias locales más caras y en consecuencia menos competitivas, sino que nos cerró innumerable vías comerciales”.
“El comercio funciona como una autopista de doble vía. Para uno poder vender libremente debe estar dispuesto a comprar libremente también”.
“Tanto por la rigidez del arancel externo común como por las innumerables barreras para-arancelarias que hemos inventado a lo largo de los años, el comercio del Mercosur con el mundo y el intra-Mercosur se han visto deteriorados”.
“Tener aranceles tan altos encarece la vida de todos nuestros ciudadanos y les niega la oportunidad de adquirir mejores bienes a mejores precios, es decir, les niega la posibilidad de mejorar su calidad de vida”.
“No es casualidad que desde mediados de los 90´ hasta el presente la incidencia del Mercosur en el comercio mundial se ha reducido del 1,8% al 1,6%. Consolidarnos en un bloque común no solo no nos hizo crecer, sino que nos ha perjudicado”.
“Mientras vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y entablaron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años de cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos”.
“No puede llamar la atención entonces que la economía de nuestros vecinos haya crecido tanto más que las nuestras, mientras que ellos tienen acuerdo de libre comercio con más de 20 países, nosotros tenemos tratados similares únicamente con el resto de Sudamérica, Egipto e Israel”.
”Los últimos 20 años de política económica dejaron a Argentina en un pozo profundo y hoy la sociedad entera está haciendo un esfuerzo inmenso para salir adelante”.
“No podemos darnos el lujo de dejar pasar oportunidades comerciales, las necesitamos como agua en el desierto”.
“Durante los últimos 20 años, nos hemos perdido la oportunidad de nuestras vidas, fuimos a contramano del mundo durante el ciclo de mayor integración comercial de la historia global”
”La única manera de defender el interés de nuestras naciones es promoviendo el libre comercio, porque el libre comercio genera prosperidad”
“El Mercosur, que nació con la idea de profundizar nuestros lazos comerciales, terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador. Este problema no es nuevo, pero si seguimos pretendiendo tratar de tapar el sol con las manos se volverá cada vez más difícil de solucionar.”
”Me gustaría invitarlos, como hermanos que somos, a que abramos los ojos y seamos honestos intelectualmente. Aceptemos que este modelo está agotado y busquemos una nueva fórmula que nos beneficia a todos, para que todos podamos comercializar más y mejor, porque es el comercio lo que genera prosperidad y lo que va a terminar con el gran flagelo latinoamericano, que es la pobreza abyecta de nuestros pueblos.”
“Ganemos autonomía sin dejar de respetar los acuerdos que nos hermanan y si los que nos hermanan es comercial libremente entre nosotros, propongo que aflojemos las ataduras que hoy nos ahogan en vez de fortalecernos.”
“Este bloque no puede seguir siendo un cepo que limite a nuestros países. Debemos dejar atrás esta etapa caracterizada por la mera administración de acuerdos, el exceso de regulaciones y la implementación de normas que frenan tanto el comercio interno como el resto del mundo”.
”Si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?”
“Espero que, sin anteojeras ideológicas, tengamos la honestidad intelectual suficiente para poder hacernos las preguntas difíciles y el coraje para tomar las decisiones necesarias”.
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