El testimonio de Yanina Latorre (Audio: “Polino auténtico”, Radio Mitre)
Luego de haberse ausentado varios días del programa Los ángeles de la mañana, Yanina Latorre contó este lunes -al volver al ciclo de El Trece– que debió someterse a una cirugía el miércoles 3 de abril para que le fueran extirpadas unas microcalcificaciones de la mama izquierda, que le habían encontrado en una mamografía de rutina realizada en febrero. “No es un tumor, un bulto, ni nada. Es una cosa muy pequeña”, dijo, y buscó aportar tranquilidad: “Está todo bien”.
Pero el proceso siguió por dentro. Y el temor continuó hasta hace unas pocas horas. “Finalmente ayer me dieron los resultados de los análisis: era benigno lo que me sacaron. Estoy feliz de la vida, ¡feliz!”, dijo una Yanina exultante, en diálogo con Marcelo Polino en el programa que conduce los sábados al mediodía en Radio Mitre, Polino auténtico.
“La verdad es que durante dos semanas creí que me moría de cáncer. Cuando te dicen esas cosas y tenés 50 años… Estuve dos semanas diciéndole a Diego (Latorre, su marido): ‘¿Quién va a cuidar a los chicos?’. Me malviajé mal”, recordó la panelista. “Después de la operación me tomé una licencia de una semana: el médico me dijo que me quedara en la cama. Me lo sacaron y salió todo bárbaro, pero me quedé con mucha angustia“.
Yanina contó en detalle cómo fue todo el proceso. En febrero, como hace cada año, la mamá de Lola Latorre (flamante participante del Bailando 2019) se realizó una mamografía. “No me palpé, no me toqué. Es una cosa muy pequeñita que se empieza a dar, que es lo que se forma, digamos, antes de un tumorcito o de un bulto. Avanzó tanto la ciencia que te lo encuentran antes de que se haga fuerte y te lo palpes“.
No pudieron hacerme la punción porque corría el riesgo de pinchar la prótesis y que sea todo peor. Y me operaron
“Las mamografías están numeradas -indicó-. El 1 y 2 es normal; el 3 es que ya estás más grande y hay que estudiarlas más seguido. El 5 es casi cáncer, y el 6 es cuando tenés cáncer. A mí me dio 4, que es dudosa”. Y se sucedieron los estudios clínicos que Latorre fue realizándose aún cuando “no tenía dolor y estaba perfecta”. Sin ausentarse de las obligaciones profesional, tampoco quiso evitar trascendiera: “No quería que la gente me esté todo el tiempo preguntando”, aseguró.
“Cada mamografía indicaba que había que tener cuidado, que era dudoso, que había que estudiarlo. Las microcalcificaciones puede ser benignas o malignas, y pueden ser heterogéneas u homogéneas. Cuando son homogéneas no pasa nada, te las dejan. Pero las mías eran heterogéneas, que son las dudosas”. Y confesó: “Es muy duro cuando te enfrentás a esto y no sabés. Mi médico me decía que tuviera tranquilidad, que de cada 10 mujeres dos tienen cáncer. Y vos decís: ‘¿Por qué no voy a estar yo dentro de esas dos?’. No soy ni hipocondríaca, pero me asusté”.
Llegó entonces el último estudio: la punción. “Te sacan un poquito para mandar a biopsiar -dijo Yanina-. Pero no se pudo hacer. Tengo prótesis, y cuando es así los estudios de las mamas son más complicados. Además, al ser tan flaquita, no tengo mucha glándula mamaria ni grasa; entonces, no había ningún lugar de grasa donde meter la aguja para pinchar, y corría el riesgo de pinchar la prótesis y que sea todo peor”.
Le tengo pánico a la anestesia. Y te abren, te cierran, te despertás… Yo no entiendo a estas chicas que se operan todo el tiempo, sin necesitarlo
Le explicaron que la única alternativa era una cirugía. “Eso fue tremendo -recordó-. ‘Bueno, si me la están sacando es por algo’, pensé. Y el médico me dijo: ‘No te voy a mentir, yo creo que va a salir todo bien, pero la imagen a mí no me gusta y no te lo puedo dejar; y al no poderlo estudiar, hay que sacarlo'”.
Que le dieran a elegir la fecha le aportó tranquilidad. “No debe ser grave”, pensó Yanina, quien pidió que la operación fuera el 3 de abril para antes poder celebrar sus 50 años rodeada de amigos y familiares. “Y también (para) acomodar a los chicos, Lola en la facultad y Dieguito en el colegio”.
La cirugía se efectuó sin mayores contratiempos. El problema surgió después. “Estuve una semana en la cama súper caída -reveló la ex Bailando 2017-. Le tengo pánico a la anestesia general. Cuando llegué al quirófano me sentí el ser más solo del mundo. Estuve tres días muy caída, y era todo por estrés: te abren, te cierran, te despertás… Yo no entiendo a estas chicas que se operan todo el tiempo, sin necesitarlo”.
El lunes 8 regresó a la pantalla, narrando lo sucedido en el programa de Ángel De Brito. La procesión -lo dicho- siguió por dentro hasta el viernes 12, cuando ya todo fue tranquilidad con el resultado positivo de los estudios. “Fue espantoso. Mi marido estaba asustadísimo. Ahora Diego está más relajado que yo. Vos ponés el cuerpo, pero me imagino que él tendría 20 mil miedos. Aparte los hombres son más miedosos que nosotras… El médico me decía que si la especie dependiera de los hombres para procrear, ya no habría gente en el mundo. Nosotras bancamos más que ustedes”, dijo, entre risas.
Yanina cerró su relato con un mensaje para las mujeres: “No dejen de hacerse mamografías. A partir de los 38, 40 años, es todos los años. Y es una pavada“.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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