Si bien los tres jurados de Masterchef siempre se caracterizaron por devoluciones rigurosas y exigentes, en esta edición están más minuciosos que nunca. Así, Damián Betular, Germán Martitegui y Donato De Santis se convirtieron en protagonistas del ciclo de Telefe por sus comentarios ácidos, irónicos y muchas veces divertidos.
Uno de los mayores críticos de los platos elaborados por los participantes es Martitegui, quien no ahorra en palabras para decirles que no le gustan sus recetas. En el día miércoles tuvo una devolución muy dura con Rodrigo, uno de los concursantes, mientras él estaba en plena cocción.
En esa oportunidad, el chef lo retó porque todavía no había cortado ni siquiera el pescado que le habían asignado. Sin embargo, a la hora de hacerle la devolución final de su plato, el cocinero sorprendió con un comentario halagador: “Veo que sos hijo del rigor porque después que te reté hiciste esta maravilla”.
En la noche de este jueves, los participantes tuvieron que sortear una prueba dulce”. En este caso, Daniela fue la más entusiasta: “Amo los cupcakes”, aseguró.
“Van a tener 70 minutos para resolver las recetas, les pedimos una réplica exacta de una Red Velvet y 3 cupcakes. Esto es un hit de la pastelería norteamericana, que significa “terciopelo rojo”. Uno tiene que sentir un terciopelo en la boca”, les pidió Betular. “Tienen que hacer dos preparaciones: el bizcocho y la crema”, continuó.
“Cocineros”, anunció Wanda Nara, “hoy se salva uno de ustedes y esta noche tienen que darlo todo. Se encienden las cocinas más famosas del mundo en 3, 2, 1…¡A cocinar!”, dijo a viva voz y todos pusieron manos en la masa.
Sin embargo, la tarea no era nada sencilla. Entre las dos preparaciones, también tenían que vigilar la decoración de la torta, y en un poco más de una hora tuvieron que preparar el bizcochuelo, y a su vez dejarlo enfriar para poder rellenarlo. Además, de compartir algunos elementos entre todos, tuvieron que preparar una crema ácida, sin que se les corte.
Durante las elaboraciones, los chefs pasaron por las islas de los participantes para chequear lo que estaban haciendo y a ayudarlos en el mejor de los casos. Donato la apuró a Sol: “Después tenés que hacer la torta, y los cupcakes, tenés que poner todo al horno, ¡Vamos!”.
Mientras tanto, Wanda les fue indicando el tiempo transcurrido para que puedan administrar los minutos que les quedaban. “Participantes, pasaron 30 minutos, les quedan 40 para terminar”. Pero los jurados, entre ellos hablaron a solas de los procedimientos de los concursantes y se expresaron “muy preocupados por todos”.
Finalmente, la mediática se acercó a la mesada de Carlos, a quien veía un poco lento con su bizcochuelo. “No te gusta mucho lo dulce a vos, no?”, le preguntó, mientras el operador de cargas intentaba poner en práctica la receta sin olvidarse de ningún paso. “Soy más de lo salado”, admitió.
A solas con la cámara, el cocinero amateur se sinceró: “Ahora viene Wanda, pero a mí me falta un montón y necesito concentrarme. ¿Por qué no viene en dos o tres horas?”, dijo gracioso. Ante la preocupación del participante, la mediática intentó animarlo y le hizo un pedido muy especial: “Este año la torta de cumpleaños de tu hija la vas a hacer vos. Yo confío en vos”.
Esta declaración, en lugar de alentar al jugador, lo hizo pensar detenidamente en el hecho de cómo sería la posibilidad que le había expresado la mujer de Mauro Icardi. Bastante preocupado, se dijo a sí mismo: “Sí, yo le hago, pero no semejante torta, porque se me va a ir todo el sueldo ahí”
Un rato después, los participantes tuvieron que presentar sus platos y, en esta ocasión, las devoluciones no fueron de las mejores. A muchos de ellos se les habían caído los bizcochuelos y, en el caso de Carlos, se había olvidado nada menos que de incluir los huevos. Un detalle que no dejaron pasar los exigentes chefs del reality más famoso de cocina.
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