Más de 147 millones de votantes están convocados este domingo a las urnas para elegir al nuevo presidente de Brasil, así como para renovar casi la totalidad de los funcionarios electos del país, en los comicios más grandes de América Latina.
Se trata de la cuarta elección presidencial más grande del mundo, por detrás de India, Estados Unidos e Indonesia (teniendo en cuenta que China la votación popular es para la Asamblea Legislativa), en la novena economía más importante del planeta.
Voto electrónico
La urna digital comenzó a utilizarse masivamente a partir de las elecciones municipales de 1996 en Brasil, uno de los pocos países que posee en la actualidad un sistema electoral 100% electrónico.
El dispositivo tiene botones para digitar el número de la lista elegida y una pantalla que muestra una imagen del candidato seleccionado, antes de confirmar el voto.
Las autoridades electorales aseguran que el proceso es totalmente seguro: las urnas no tienen acceso a internet y todo el sistema es verificado periódicamente para evitar ataques de hackers.
Cuando finaliza la votación y se cierran las mesas, cada urna emite una copia impresa de los resultados como comprobante.
Asistencia obligatoria, pero pequeña multa
El voto, además de un derecho universal, es una obligación en Brasil para todos los mayores de 18 y menores de 70. En cambio, el voto es optativo para los adolescentes de entre 16 y 18, los ancianos y los analfabetos. Las urnas permanecen abiertas entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde.
Aquellos obligados a votar que no justifiquen su ausencia (durante 60 días con un documento que pruebe la enfermedad o viaje) ante la Justicia Electoral están obligados a pagar una multa, aunque es de apenas 3,51 reales (casi un dólar).
Qué se vota en Brasil
Todas las miradas están puestas en la disputa por el sillón presidencial. La polarizada batalla electoral pone al ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad como máximos favoritos para convertirse en el sucesor de Michel Temer. Sin embargo, en total, más de 27 mil personas buscan ganar puestos de toda la jerarquía nacional y estatal.
-13 contendientes buscan la Presidencia
-202 candidatos buscan ser gobernadores en los 27 estados del país
-358 brasileños postulan para la renovación de 54 escaños del Senado (dos tercios de la cámara)
-8.595 compiten por un lugar entre las 513 bancas de la Cámara de Diputados
–17.950 candidatos buscan llegar a las 26 asambleas estatales del país, que reparten 1.035 asientos
En total, según los datos del TSE, son 35 los partidos políticos que tienen candidatos para alguna de las plazas de elección popular de este año y que cuentan con el aval de la justicia electoral.
El 6,5% de los candidatos fue inhabilitado
La justicia dejó fuera de carrera a 1.888 personas que buscaban un cargo público, entre ellos a Lula da Silva, el ex presidente que lideraba las encuestas.
El líder del Partido de los Trabajadores cumple una condena en segunda instancia de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, pena que, según la ley de la “Ficha Limpia”, lo excluye de la participación en comicios. Con base en esta reglamentación, fueron rechazadas 173 candidaturas.
Además, el 75% de las candidatos inhabilitados fueron señalados por incumplir los requisitos para el registro, mientras que a una proporción menor se les negó el registro por gasto ilícito de recursos o por no ser considerados aptos por abuso de poder.
Ballotage anunciado
Ningún sondeo arrojó para algún candidato una ventaja que haga pensar en una posible victoria en primera vuelta.
Si ninguno de los candidatos obtiene la mitad más uno de los votos válidos (restados los en blanco y anulados), un ballotage se realizará entre los dos candidatos que cosechen más votos. El plazo entre la primera vuelta y la segunda es de tres semanas: la definición se celebrará el 28 de octubre.
Diversidad de los candidatos
Las candidatas mujeres son mucho menos que los hombres: 31,7% frente a un 68,9% de aspirantes del género masculino.
Las estadísticas de la justicia electoral señalan que más de la mitad de los candidatos son de raza blanca (52,4 %), los afrodescendientes (incluyen negros y mulatos) suman un 46,57% y los indígenas apenas llegan a un 0,46 por ciento.
Un grupo que amplió su participación para las elecciones de 2018 fue el de los transexuales. Según la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (Antra), para los comicios de octubre se inscribieron al menos 53 candidatos -un número diez veces mayor que el de las elecciones de 2014- que, por primera vez, podrán utilizar su nombre social y no el de su partida de nacimiento.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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