Tiflis, 13 ene (EFE).- La violencia de género, la intolerancia con las minorías sexuales, las torturas y abusos contra los detenidos persistieron en 2021 en la región del Cáucaso Sur, que agrupa a Armenia, Azerbaiyán y Georgia, según el informe anual de Human Rights Watch (HRW) sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
En lo que se refiere a Armenia HRW destaca que el primer ministro, Nikol Pashisnián, fue confirmado en el cargo tras las elecciones de junio pasado, que según los observadores fueron “verdaderamente competitivas y acordes a la normas internacionales”.
Sin embargo, para frenar los incidentes de discursos de odio cada vez más frecuentes en el país las autoridades armenias introdujeron regulaciones que “pueden socavar la libertad de expresión”.
“La tortura y los malos tratos a los detenidos sigue siendo un problema y frecuentemente quedan impunes”, señala el informe, que cita a la ONG armenia Vanadzor, según la cual desde 2015 nadie ha sido condenado por torturas.
Tras la victoria en guerra de 2020 con Armenia en Nagorno Karabaj, Azerbaiyán amnistió en junio pasado a cerca de 40 activistas opositores, religiosos, periodistas, defensores de los derechos humanos y otros presos políticos, “pero decenas de otros permanecen encarcelados indebidamente”.
Aunque durante la guerra con Armenia disminuyeron las tensiones entre el Gobierno y oposición, la autoridades siguieron siendo hostiles a voces disidentes
“Las fuerzas azerbaiyanas sometieron a numerosos prisioneros de guerra armeniops a abusos físicos y humillaciones. HRW documentó torturas y otros abusos de las fuerzas azerbaiyanas contra civiles armenios, incluidas personas mayores, así como un caso de ejecución extrajudicial a comienzos de 2021”, añade el informe.
Según HRW, las autoridades de Azerbaiyán rechazan las denuncias de torturas y malos tratos a los detenidos, “pero esta prácticas continuaron con impunidad”.
El informe cita el caso de Yunis Safárov y otros nueve acusados de un atentado contra un alcalde que denunciaron que la policía les golpeó hasta arrancarles confesiones, denuncia que ni siquiera fue investigada. Safarov fue condenado a cadena perpetua.
HRW constató por su parte que en 2021 en Georgia se produjeron retrocesos en varios ámbitos de los derechos humanos en medio de una “dramática confrontación” entre el partido gobernante Sueño Georgiano y las formaciones opositoras.
El 1 de octubre, un día antes de las elecciones parlamentarias, fue detenido el expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili, después de regresar al país tras ocho años de ausencia.
Condenado en ausencia a seis años de prisión en 2018, ha sido acusado de otros tres delitos, pero el exmandatario asegura que todos los cargos contra él tienen una motivación política.
El año pasado, constata HRW, periodistas y trabajadores de medios de comunicación sufrieron numerosos ataques y amenazas.
El hecho más grave se produjo el 5 de julio, cuando manifestantes homófobos atacaron verbal y físicamente a al menos 53 periodistas que habían acudido a cubrir una marcha del orgullo gay, que no llegó a celebrarse.
La discriminación y acoso de los miembros de las minorías sexuales es algo común para las tres antiguas repúblicas soviéticas del Cáucaso Sur, según HRW. EFE
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