La ciudad de Venecia recibe a 30 millones de turistas al año, por lo que la población local, de a penas 60.000 personas, acaba desbordada por este gran número de visitantes. Esta saturación se evidencia más en los lugares emblemáticos como la Plaza y Basílica de San Marcos, el Puente de Rialto y el Palacio Ducal. También, con la llegada de grandes cruceros, se ha exacerbado este problema.
De esta manera, en febrero de 2024 se aprobó una medida para manejar el flujo masivo de turistas que inundan la ciudad italiana cada año. Así, desde el 25 de abril, comenzó a cobrar cinco euros a aquellos que ingresaban al centro histórico de la ciudad veneciana con el objetivo, no solo de controlar la afluencia, sino también de proteger su rico patrimonio cultural.
Las nuevas medidas de acceso
La implementación de esta tasa de entrada ha sido, según EFE, una prueba piloto que se extendió del 25 de abril hasta el 14 de julio y que ha recaudado 2,25 millones de euros de unos 450,000 turistas. Ahora, el gobierno de Venecia, tras evaluar los resultados de este ensayo, adoptará una nueva regulación en un esfuerzo por mitigar los efectos negativos del turismo masivo.
Este jueves, 8 de agosto, debido al triunfo en estos meses de las tasas de turismo, se valora la posibilidad de aumentar la tarifa hasta 10 euros para 2025. La idea sería establecer una tarifa básica de tres euros para aquellos que reserven con anticipación, pudiendo incrementar a 10 en los días de mayor actividad turística.
Además, se limitará la entrada a un máximo de 25 personas por grupo de turistas guiados. Según la web del Ayuntamiento de Venecia, se pretende cuidar “las necesidades de los residentes y promover la movilidad de los peatones”, tanto en la ciudad como en las islas de Murano, Burano y Torcello.
Por otro lado, el foco también apunta para regular las actividades comerciales que puedan afectar negativamente a la cohesión social económica de la ciudad. La lucha contra el ejercicio abusivo de las profesiones turísticas es uno de los puntos declarados en el comunicado del Ayuntamiento.
El procedimiento en los grupos guiados
En cuanto a la medida contra los grupos turísticos guiados, se han especificado algunas cuestiones a tener en cuenta. De este modo, en el caso de que dos grupos se encuentren en el mismo lugar, los guías estarán obligados a separar sendos grupos a una distancia prudencial que no suponga un inconveniente para el flujo del resto de transeúntes. Igualmente, se prohibirá el uso de altavoces por parte de los guías turísticos para evitar molestias entre los peatones.
De igual manera, en la resolución se concreta que los grupos de turistas no pueden ser mayor de 25 personas o, en caso equivalente, “la mitad de los pasajeros de un autobús turístico”, aunque no se incluirán a los menores de dos años en este punto. Finalmente, para mejorar la circulación, no se permitirá la parada en sitios donde impidan el paso peatonal. Esto es, en la entrada de puentes y rampas reservadas a personas con discapacidad.
¿Qué excepciones se valoran en estas nuevas medidas?
La ciudad espera que estas nuevas normativas logren equilibrar la economía local, que depende en gran medida del turismo, con la calidad de vida de sus residentes permanentes. El turismo de masas ha puesto una presión significativa sobre la infraestructura de Venecia, y las autoridades buscan medidas sostenibles para manejar esta situación.
Sin embargo, no todas las visitas estarán sujetas a estas limitaciones. De esta forma, las restricciones no se aplicarán a grupos de estudiantes en visitas educativas, ni en operaciones de embarque y desembarque de vehículos terrestres o náuticos, cuando las explicaciones se proporcionen dentro de los mismos.
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