Vigo (España), 16 feb Proteger mejor la salud de los ciudadanos y alcanzar un espacio de investigación de alto nivel son algunas de las lecciones de la pandemia de covid-19, así como la necesidad de construir las bases de una Unión Europea de la Salud más fuerte, según coinciden expertos y profesionales del sector de la región española de Galicia.
Que no se puede esperar más tiempo es un pensamiento generalizado.
Una de las personas que desde luego así lo defiende es el director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, José Ramón Fernández Lorenzo, que insiste cada vez que tiene ocasión en la necesidad de aprovechar y mantener el interés y la sensibilidad hacia la ciencia que está dejando tras de sí la pelea contra el actual coronavirus.
Europeísta confeso, Fernández Lorenzo cree, como cuenta en una conversación con Efe, que esta convicción a la que ha llegado la sociedad sobre la importancia de una producción científica de calidad no puede, en un momento dado, esfumarse: “Habrá que seguir insistiendo, porque, de lo contrario, la ciencia queda siempre relegada”.
Por ello saluda con entusiasmo la existencia de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), una iniciativa de las instituciones europeas que aglutina a 108 eurodiputados, 108 parlamentarios nacionales y cerca de 800 ciudadanos de toda la UE para reflexionar, discutir y presentar ideas sobre el devenir del bloque comunitario.
Institutos como el gallego al frente del cual está Fernández Lorenzo, aunque no todo el mundo lo sepa, juegan un papel clave para un futuro mejor que él mismo explica desde una vertiente doble, pues por un lado está la creación de conocimiento y, por otro, el “plus añadido”, que no es ni más ni menos que la validación de toda esa investigación en la aplicación clínica, “en la aplicación práctica”.
El IIS Galicia Sur, creado en 2008, es un espacio de investigación multidisciplinar con sede en el hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo que cuenta con hasta medio centenar de grupos de investigación y una distribución de ocho áreas, dos transversales y otras seis temáticas, las cuales abarcan desde la oncología a la reumatología, pediatría, patología respiratoria, enfermedades raras o cardiovasculares.
Promover la investigación traslacional y la innovación, garantizando así la aplicación efectiva de los resultados de los estudios hechos en términos de beneficios para la salud de los ciudadanos es, en suma, la principal misión.
La investigación que debe ofrecer el IIS-GS ha de ser competitiva a nivel internacional, siendo por tanto un centro de referencia y excelencia tecnológica que impulse la transferencia de resultados a la práctica clínica y al mundo científico y empresarial.
Eva Poveda, investigadora del servicio gallego de salud (Sergas) que trabaja en el IIS Galicia Sur, ve “muy relevante” el trabajo multidisciplinar “en colaboración” constante, no solamente en el seno de esta institución, sino entre todos los Estados miembros de la UE.
“Creemos sinergias a nivel europeo para afrontar los grandes retos en salud a los que nos estamos enfrentando y poder darles respuesta y, en definitiva, mejoremos la salud y el seguimiento clínico de todos los ciudadanos y ciudadanas europeos”, alienta.
La pandemia que todavía no ha terminado ha demostrado lo crucial de esa coordinación y la importancia de una respuesta a escala de la UE frente a los peligros, aparte de dejar patente la obligatoriedad de invertir en sistemas sanitarios que sean sólidos y formar al personal.
FORMACIÓN ESTANDARIZADA DEL PERSONAL SANITARIO
Este último aspecto, el de una formación estandarizada del personal sanitario, es el principal reclamo del también médico gallego Tato Vázquez Lima, que preside la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) y coordina las urgencias del Hospital de O Salnés, en Pontevedra.
“La idea de una Unión Europea de la Salud me parece muy interesante. Un sistema sanitario europeo donde podamos compartir datos, prestar una asistencia sanitaria uniforme, y que la formación de los profesionales sea estandarizada siguiendo las directivas europeas nos parece magnífico no, lo siguiente”, observa con énfasis.
Y pone el acento en su campo, en el que más conoce, pues “la formación en urgencias y emergencias está estandarizada en toda Europa, menos en España”.
“Y estos profesionales han sido claves en esta pandemia”, apunta, una crisis en la que, a su juicio, en los Estados miembro de la UE “la política ha sido de todo menos homogénea, coherente y ordenada”.
Ni en la compra de vacunas, ni en el cierre de fronteras, ni con las medidas para el acceso a los países, ni con las pruebas de detección en aeropuertos, ni con la propia utilización de recursos sanitarios en los países adyacentes o vecinos cuando no había en el propio ha habido unión, se queja.
“Por eso cuando tengamos todo unificado me parecerá una idea muy buena. Si queremos vender un discurso que suene muy bien para luego no hacer nada, lo único que conseguiremos es que los que somos europeístas convencidos como yo pues cada vez esto lo veamos más lejano”, reflexiona Vázquez Lima.
MEJORAR LA RESILIENCIA DE LOS SISTEMAS SANITARIOS EUROPEOS
El doctor Manuel Viso, que ejerce en el Hospital San Rafael en A Coruña, ha tratado a numerosos pacientes que han superado la covid-19. Considera, como Lima, que ha habido demasiadas “medidas unilaterales”, “completamente descoordinadas”, incluso en la propia compra de material de protección.
Hay “muchísimos problemas que solventar” para hacer las cosas bien, puntualiza, en aras de mejorar tanto esta cuestión como la resiliencia de los sistemas sanitarios europeos.
Reforzar la coordinación a escala de la UE frente a las amenazas transfronterizas, redoblar la vigilancia, apostar por el análisis científico y la orientación antes de una crisis como la actual y durante la misma son pasos a su modo de ver tan imprescindibles como urgentes.
“Si los países se unen, las fortalezas serán mayores”, preconiza.
Y en su exposición Viso va más allá del minúsculo agente infeccioso que todavía tiene en jaque al mundo. Menciona a la población cada vez más envejecida, las enfermedades cardiovasculares “que cada vez matan a más gente” y, por ejemplo, la obesidad infantil, con datos muy alarmantes de sobrepeso en Europa.
Esta es una de sus principales batallas, desde su puesto de trabajo y en los programas de televisión a los que acude con regularidad. “Los padres no tienen pautas establecidas para educar a sus hijos en una vida saludable”, sostiene.
Por eso clama, como sus colegas, por una Europa más unida, más fuerte y más sana. E
Ana Martínez
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