Un tribunal reduce de 4 a 2 años la pena de cárcel a un osteópata condenado por abusos sexuales

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha reducido la pena de prisión a un osteópata condenado por un delito de abuso sexual a una paciente. La pena se ha reducido a la mitad después de estimar parcialmente el recurso presentado por la defensa ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Te puede interesar: Las patronales tachan el acuerdo PSOE-Sumar de “atropello” y los sindicatos plantean más ambición para reducir la jornada laboral

El Tribunal, según explica, que se aprecia la existencia de dilaciones indebidas, dándoles el valor de atenuante y estimándola muy cualificada. “Esta doctrina es plenamente aplicable al caso, ya que entre la comisión de los hechos y la denuncia por parte de la víctima transcurrieron 9 años, cuando el plazo de prescripción del delito por el que el recurrente es condenado es de 10 años”, se explica en el escrito.

En la sentencia se confirma al completo el resto de decisiones judiciales anteriores, a excepción del plazo establecido sobre el acercamiento a la víctima. El Tribunal ha reducido ese tiempo de cinco a tres años.

Te puede interesar: Aumentan un 87% los casos de violencia de género en adolescentes: “Muchas chicas no detectan las conductas violentas en sus relaciones de pareja”

Hechos probados

Los hechos que se han probado, según ha establecido el Tribunal, la mujer acudió habitualmente a la consulta entre el año 2005 y el 2011. La denunciante acudió esporádicamente a la consulta del condenado para tratarse de algunas lesiones y problemas musculares.

Entre el año 2010 y 2011, la mujer acudió a la consulta por un dolor lumbar. “Estando tumbada en la camilla, boca abajo y vestida solo con la ropa interior, el procesado le dijo que la causa de ese dolor podía estar en una inflamación de la zona intestinal que podría estar presionando la región lumbar, tras lo cual le pidió que se pusiera boca arriba para palparle el vientre. Así lo hizo comenzando a palparle el abdomen, para posteriormente bajar sus manos a la zona genital de la paciente hasta que, en un momento dado, le retiró la braga y le metió uno o dos dedos en la vagina”, explica la sentencia.

Te puede interesar: La Guardia Civil contratará a médicos privados para controlar las bajas: cada día faltan 5.200 agentes a su puesto de trabajo

La mujer quedó bloqueada y sin poder reaccionar, y el procesado manoseó con sus dedos el interior de la vagina durante varios segundos, tras lo cual los retiró y volvió a colocar a la paciente la ropa interior. Aunque poco después la denunciante contó lo ocurrido a quien entonces era su novio y, años más tarde, a su marido, no denunció los hechos hasta el 16 de enero de 2020.