Atenas, 2 sep (EFE).- El ignominioso campo de refugiados de Moria parece haberse escapado hasta ahora milagrosamente de la COVID-19, a pesar de que en él viven hacinadas más de 13.000 personas en condiciones indescriptibles que hacen imposible toda distancia física.
Con una iniciativa que las autoridades oficiales no han mostrado hasta ahora, un grupo de refugiados africanos ha decidido explicar a su manera cuáles son las normas a seguir en la pandemia.
El grupo Refugge African Dance Music (RAD Music) ha presentado una canción titulada “Un metre de distance” -compuesta por KOKO Wumba, uno de los residentes de Moria- en la que se incluyen todos los elementos indispensables para evitar la propagación del virus.
Entre escenas de baile, el vídeo que ya cuenta con cerca de un millar de visualizaciones (https://youtu.be/jL8nqWbHE10) muestra imágenes sobre el reparto de mascarillas y las instrucciones de cómo colocarlas correctamente; la entrega de jabón líquido para lavarse las manos en los improvisados dispensadores, o el saludo con los codos, todo siempre al coro de “un metro de distancia”.
La banda RAD Music ya se había presentado en febrero al público de la isla en una actuación en el teatro de Mitilene, la capital de Lesbos, y luego en junio, en un performance en la plaza principal de la ciudad.
Tal y como se describen a si mismos, RAD Music nació de la intención de conectar a la gente, especialmente a los habitantes de Moria, a través de la danza y la música.
Su vida en el campo es, por lo demás, como la de todos: el denominador común es la inactividad en medio del hacinamiento.
Según los datos ofrecidos por el Gobierno, hasta ahora solo se han registrado algunas decenas de casos entre migrantes y refugiados recién llegados a las costas del norte de la isla, que inmediatamente son puestos en cuarentena antes de ser trasladados a Moria.
Hasta ahora, la acción de las autoridades en Moria ha sido escasa, y se ha limitado a trasladar a la parte continental de Grecia a algunos grupos de personas más vulnerables, sobre todo mayores.
MORIA ALBERGA AHORA A 13.000 REFUGIADOS
A comienzos de la pandemia fueron los propios refugiados los que organizaron una serie de iniciativas de autogestión, como organizar dispensadores de agua -un bien escaso en este campo- para facilitar el lavado regular de manos, que junto al distanciamiento físico es la herramienta más importante para evitar la propagación del virus.
Diseñado para acoger a 3.000 personas, Moria está habitado actualmente por unas 13.000, si bien llegó a alcanzar las 20.000.
Sin apenas posibilidades de organizar un distanciamiento físico, sus habitantes están además obligados a compartir unos pocos metros cuadrados de instalaciones sanitarias con un solo grifo para 1.300 personas, o una ducha para 242.
Las organizaciones humanitarias llevan advirtiendo desde hace meses que Moria es una bomba de relojería, pero hasta ahora parece haber evitado lo peor a base exclusivamente de un control del horario en el que está permitido abandonar el campo.
Desde hace mas de cinco meses, el Gobierno tan solo permite abandonar el campo entre las siete de la mañana y las nueve de la noche y a un ritmo de un máximo de 150 personas por horas.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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