Se sabe que el sobrepeso, el sedentarismo, consumir comida chatarra y mucha sal, fumar tabaco, entre otros comportamientos, no favorecen el cuidado de la salud, tanto física como mental. Pero cuesta adoptar hábitos saludables individualmente. Por esto, si el cambio lo hace la ciudad entera, puede ser más fácil y sostenible en el tiempo para cada persona.
Desde de esa perspectiva, un concurso mundial reconoce a las “ciudades saludables”. Premió a 5 cinco ciudades del mundo en reconocimiento “por sus logros en la prevención de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos”. Tres de esas 5 urbes galardonadas están en América.
Son Montevideo, Uruguay; Ciudad de México, México, y Vancouver, en Canadá. Cada una de las cuales recibirá 150.000 dólares para seguir trabajando y profundizando los cambios que han puesto en marcha y ya tienen buenos resultados.
El reconocimiento es parte de una iniciativa fundada en 2017: la Alianza para las Ciudades Saludables. Se trata de una red mundial compuesta por 70 ciudades que trabajan juntas para prevenir las enfermedades no transmisibles, como los ataques cerebrovasculares (ACV), los infartos, la diabetes, y las lesiones.
Se tiene en cuenta que las enfermedades no transmisibles y las lesiones son responsables de más del 80% de todas las muertes en el mundo. Y como la mayoría de la población mundial vive actualmente en entornos urbanos hoy es crucial garantizar la salud y el bienestar de los residentes.
Los alcaldes, intendentes o jefes de gobierno de las 70 ciudades y sus colaboradores que conforman la alianza se reunieron días atrás en Londres. Como parte de la cumbre, se dio a conocer a las ciudades destacadas en 2023.
Las ciudades reconocidas “demuestran que los alcaldes pueden impulsar poderosos progresos para proteger la salud de sus ciudadanos”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
¿Qué hizo cada ciudad premiada? En el caso de la Ciudad de México fue premiada por mejorar la seguridad vial y la movilidad segura y activa. Lo hizo a través de la puesta en marcha de un carril para bicicletas en una carretera muy transitada.
Ese cambio para facilitar el uso de la bicicleta, una práctica que contrarresta el sedentarismo tuvo un impacto medible. Propició un aumento del 275% de ciclistas.
También se implementó un carril compartido para ciclistas y autobuses separado de los automóviles. Se establecieron zonas de carga y descarga; y se optimizaron el diseño y la gestión de las carreteras cercanas a las escuelas.
Con el desarrollo de la pandemia, hubo restricciones en la movilidad en la ciudad de México, como también ocurrió en otras ciudades del mundo. El gobierno local impulsó un plan integral que se basó en la idea aprovechar la coyuntura para instaurar no sólo una “nueva normalidad” sino una “nueva movilidad”.
Se buscó priorizar la salud, la seguridad y el bienestar de todas las personas y contribuir a la sostenibilidad de la ciudad como una totalidad.
En tanto, Montevideo fue galardonada por haber establecido normas nutricionales para la preparación y venta de alimentos en las oficinas de organismos gubernamentales y algunas universidades públicas. También se centró en políticas de reducción de la sal y en desarrollar campañas en los medios de comunicación y material educativo.
Lo que hizo la ciudad de Vancouver fue lograr que los datos de salud pública sean más inclusivos y accesibles. Para eso, lanzó una herramienta de datos de salud pública en línea que hace un seguimiento de los indicadores de salud de la población. Además trabaja con las comunidades indígenas urbanas para mejorar la gestión de los datos.
“Es muy valioso que se reconozca a las ciudades saludables. Varios de los cambios que realizaron también podrían llevados a cabo en otras ciudades de América”, dijo a Infobae Victoria Tiscornia, Magister en Nutrición Humana e investigadora de FIC Argentina, una organización no gubernamental que realiza estudios relacionados con los factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles.
También la experta resaltó: “Cuando las ciudades tienen frutas, verduras y otros alimentos saludables con alto costo, no tienen una infraestructura accesible para que la población realice actividad física, o no ejercen regulación sobre el control del tabaco o el marketing y la publicidad de alimentos, favorecen que las personas no sigan hábitos saludables”.
Para Tiscornia, “aún cuesta pensar que el entorno determina nuestras elecciones y hábitos. Pero la evidencia científica prueba eso sí ocurre. Por eso, cambiar el entorno nos puede ayudar a la prevención de enfermedades”.
Consultada por Infobae, Beatriz Champagne, directora de la Coalicion América Saludable (CLAS), que reúne a más de 200 organizaciones no gubernamentales del continente, también subrayó la importancia de cambiar a las ciudades como una estrategia de salud pública.
“Estas experiencias de Vancouver, Ciudad de México y Montevideo se pueden replicar en otras ciudades. Las municipalidades son un excelente campo de acción. Las autoridades están más cerca de los ciudadanos y estas acciones son apreciadas cuando votan. Es también posible tener un alcance amplio a la población”, afirmó Champagne.
Puntualizó en el caso del cambio que hizo la ciudad de México “llega a todos los niveles socioeconómicos y apoya la reducción de contaminantes ambientales y el calentamiento global. Pero también mejora la salud, seguridad y el bienestar de los ciudadanos”.
Para el caso de Montevideo, “al mejorar la nutrición de las oficinas y universidades públicas se fortalece la alimentación como prioridad. Hay enorme evidencia de la necesidad de reducir el sodio en la dieta, que a su vez reduce el riesgo de desarrollar hipertensión”, dijo.
La iniciativa de la Alianza de Ciudades Saludables se hace con el apoyo de Bloomberg Philanthropies en colaboración con la Organización Mundial de la Salud y Vital Strategies.
“Las enfermedades no transmisibles y los traumatismos constituyen la principal amenaza para la salud pública mundial. Los alcaldes de todo el mundo se están uniendo cada vez más para hacerles frente, y la Alianza de Ciudades Saludables seguirá apoyando su labor urgente y vital”, consideró Michael Bloomberg, fundador Bloomberg Philanthropies, ex alcalde de la ciudad de Nueva York y embajador mundial de la OMS para las enfermedades no transmisibles y los traumatismos.
Además de las tres ciudades de América, fue reconocida Atenas, en Grecia, por aumentar el acceso a la naloxona, un medicamento para tratar la sobredosis de opiáceos, en las organizaciones comunitarias y entre los profesionales sanitarios, entre otros cambios; y Bengaluru, en el sur de la India, por reducir el consumo de tabaco en lugares públicos, entre otros logros.
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