
Roma- El 17 de noviembre del 2021 se estrenó en Italia y en otros países europeos la serie “Strappare lungo i bordi” (traducido como: cortar por la línea de puntos), creada por el joven e influyente historietista italiano Michele Rech, popularmente conocido como Zerocalcare.
En la plataforma Netflix, la miniserie animada compuesta de seis capítulos, hace referencia a un viaje que Zerocalcare emprende hacia la ciudad de Biella con dos amigos, Sarah y Secco. El relato va y vuelve entre un pasado y un presente que retrotraen al personaje a su escuela primaria y secundaria, y a sus amores e impulsos de la juventud.
En el capítulo dos, se suscita una escena en la cual se hace referencia a los reclamos sociales. Se plantea, en una fracción de segundo, una lista de temas por los cuales el protagonista luchaba, como por ejemplo, el funcionamiento de los trenes o el servicio de correo postal. Y es allí, donde en un italiano con cadencia romana, pronuncia “…eso me convierte en un hombre del pueblo, en uno de ustedes, en una ‘Evita Perón, un ‘descamisado’…”.

La presencia del nombre Eva y lo que representa, es mundial. Su imagen aún sobrevuela por las periferias urbanas y sociales. El caso del historietista “romano” es anecdótico. Es uno de los tantos ejemplos que aparecen, porque la serie así como su obra, hacen referencia a los suburbios metropolitanos y a las periferias de las grandes ciudades donde conviven inmigrantes, refugiados, jóvenes excluidos, trabajadores explotados, y también organizaciones sociales que acompañan a las familias que lo necesitan. En esas periferias se sabe lo que es un “descamisado”.
No es la primera vez que la imagen de Eva Duarte se observa en Italia. En Nápoles, por ejemplo, precisamente en el histórico bar “Nilo”, hay un “altar” con personalidades significativas de la ciudad que pusieron en evidencia mediática los problemas y vulnerabilidades de su pueblo. Entre ellos, como era de esperarse, se destacan Sophia Loren, Totó y Maradona. Pero también, allí, los napolitanos decidieron distinguir con honor popular a Santa Eva, Patrona de los oprimidos.
Los dueños del lugar, más de una vez han comentado que no conocen a fondo la obra de Evita en la Argentina, ni tampoco tienen noticias de su viaje a Roma en su visita diplomática de 1947 o del oscuro ocultamiento de su cuerpo en Milán después de 1955. Nada de esto es gravitante para ellos, porque al igual que se venera a un Santo, cotidianamente le piden protección y bienaventuranza, saben de “sus milagros”, de su lucha por los más necesitados, del voto femenino, de su entrega y de su muerte.

La misma imagen de una Eva “santa” se observó el 25 de noviembre de 2020 cuando se conoció la noticia de la muerte de Diego Maradona. Frente al estadio, entonces llamado San Paolo, algunos fanáticos presentes depositaron en las rejas del estadio del Napoli una imagen de ella.
En Argentina conocemos las distintas imágenes de Evita. La investigación histórica, los partidos políticos, el movimiento peronista, el cine, la literatura, las generaciones contemporáneas a ella y los jóvenes de hoy, hacen y construyen y renuevan una imagen de Evita con todo lo que esto significa. Pero también hay una imagen construida por los de afuera.
En Italia hay registros de archivo de italianos e italianas que presenciaron su visita y fueron alcanzados por su obra, en la entonces gira diplomática en Europa que encabezó Evita recorriendo además España, Francia, Portugal y Suiza. Esa imagen de Eva también es uno de los rostros de ella como embajadora de la paz (haciendo referencia al título La Embajadora de la Paz. La Gira internacional de Eva Perón. INHIEVP – 2008)
Hay una imagen de Eva que las juventudes en el mundo observan como vanguardia y ejemplo de lucha. Así como está esa Eva de los descamisados y esa Eva santa, también por otro lado los movimientos feministas la tienen como estandarte pero se encuentran lejos de “santificarla”. Como expresan las mujeres del Ni Una Menos en Roma “una mujer que rompe techos de cristal no tiene que ser necesariamente impulsada por una gracia divina”. De todas maneras, el denominador común de todas las imágenes de Evita es la de una mujer que está del lado de los vulnerables.
Eva es una referencia presente en los jóvenes de las periferias de la capital italiana. Y en la antesala del 75 aniversario de la Gira del Arcoíris, puntapié histórico en la política exterior de nuestro país, redescubrir el rostro de Evita en las periferias sociales de Roma y en las generaciones que no fueron contemporáneas a su tiempo y espacio, motiva a pensar que todos los caminos donde se luchan derechos, nos conducen a ella.
SEGUIR LEYENDO:
Sé el primero en comentar en"Todos los caminos conducen a Eva"