La Feria del Libro de Buenos Aires puede ser una experiencia intensa si no se conocen algunos secretos de su armado que pueden ayudar a no solo mejorar la experiencia, sino también ordenar el “paseo” de acuerdo a los intereses de cada uno.
Para empezar, recorrer cada centímetro de su superficie aproximada -45.500 m2- de La Rural puede ser extenuante y hay que pensar en un calzado cómodo si se va más en plan de recorrerla de punta a punta.
Aquellos afortunados que tienen la posibilidad de asistir durante las primeras horas, no deberían desperdiciarla. Sin dudas durante los días de semana, antes de las 18, la cantidad de personas que la recorren es muy inferior a lo que lo hacen después. Pero no todos pueden, claro.
La Feria posee una estructura similar desde hace años, que está compuesta por ocho pabellones: Azul, Verde, Amarillo, Rojo, Ocre, Blanco, el N.° 9 (Hall Central) y el Pabellón Frers (o Sala Jorge Luis Borges). Y cada espacio tiene sus características.
Infobae Cultura recorrió el gran evento de los libros para encontrar las claves que ayuden a aquellos que no pueden ir con tiempo de sobra, para que puedan aprovechar al máximo la experiencia.
Existen tres accesos. El más conocido es el de Avda. Santa Fe 4201, frente a Plaza Italia, donde se encuentran las boleterías, que los fines de semana pueden tener largas filas. La manera de evitar todo este proceso es sacar la entrada con anticipación a través de internet. El servicio de venta online otorga la posibilidad de sacar tickets diarios e incluso un Pase de 3 visitas.
Para evitar aglomeraciones, aquellos que no quieran entrar por Plaza Italia, también pueden hacerlo por Avda. Sarmiento 2704 o Avda. Cerviño 4474, en ambos casos también hay ingreso a través de estacionamiento.
Para ordenar geográficamente la visita, proponemos un recorrido que se inicia por Av. Santa Fe. El primer Pabellón es el Ocre. Allí se encuentran los stands de las provincias. Este año con representación de Córdoba, Santa Fe, Jujuy, San Juan, San Luis, Corrientes, Entre Ríos, Salta, La Pampa y Misiones, entre otras.
Allí se pueden conseguir muchas publicaciones de editoriales regionales y universidades de cada lugar, aunque hay una características que se repite en cada edición. Algunos títulos desaparecen en los primeros días, en especial los relacionados a la historia. Esto sucede porque no es posible por cuestiones logísticas restituirlos y tampoco se encuentran en ningún otro stand de la Feria.
Los amantes del fútbol tienen también en el Ocre su espacio. En especial los hinchas de Boca, Huracán, Argentinos Juniors, Vélez y Newell’s, que tienen stand propio. Este año, la gran ausencia es la de River, que sí dijo presente en la del año pasado.
A la salida del Ocre se encuentra el túnel que conecta con el Pabellón Azul. En este espacio, desde la derecha hasta casi el centro del espacio, se encuentran la gran mayoría de stands dedicados al mundo del cómic y el manga. También, muchas editoriales dedicadas a la literatura infantil y juvenil, aunque este tipo de libros pueden encontrarse a lo largo y ancho de toda la Feria, por lo que aquellos que buscan lecturas para los niños y/o adolescentes de la casa deben recorrer un poco más.
La Feria puede ser un laberinto, en el que las personas suelen perderse al quedar encandiladas por un libro aquí, otro allá. Por lo que resulta natural tener la experiencia de levantar la cabeza y no tener idea de dónde se está parado. Si bien cada calle está señalizada, así como cada stand, hay una ayuda esencial que puede servir para localizarse de manera rápida: cada Pabellón tiene pintadas las columnas laterales según su color.
En el Pabellón Verde se concentran muchas de las casas editoras más grandes y varias de las cadenas de librerías, por lo que resulta común que sea una de las zonas de mayor tránsito. Una de las claves es comprender que muchos de esos libros, en especial aquellos de autores más vendidos o con más renombre, pueden encontrarse en stands de librerías más pequeñas. Por lo que para ganar tiempo, a veces lo mejor es empezar a mirar por la periferia.
El Pabellón Amarillo se destaca por varias situaciones. Una es que concentra los stands de los países o sus respectivas embajadas. Brasil, Chile, Bolivia y EEUU, entre otros, como también algunas comunidades, como la gallega o la vasca. Allí también es el lugar que posee la Ciudad Invitada de Honor, en esta edición, Montevideo.
En este pabellón también se encuentra, a espaldas de Montevideo, el NuevoBarrio, un lugar en el que los integrantes fueron elegidos a través de una convocatoria realizada por la Fundación El Libro para editoriales innovadoras con más de 3 años de labor y más de 15 títulos en su catálogo y que no hubieran participado anteriormente en la Feria en calidad de expositores o que, por algún motivo, hubieran discontinuado su presencia. Además, allí, junto al ingreso por Cerviño, se localizan la Zona Explora, Zona Futuro y la Zona Digital.
En el Amarillo también se hallan la mayor cantidad de salas, donde se realizan presentaciones de libros, debates, entre otras actividades. A lo largo de las casi tres semanas, se organizan más de mil actos culturales.
Este año serán 11 los auditorios y no 10, por lo que habrá más charlas. Además, aquellos que son asiduos participantes notarán que varias cambiaron de nombre: se sumaron Alejandra Pizarnik, Julio Cortázar, Carlos Gorostiza y Tulio Halperín Donghi.
El Pabellón Rojo y el Blanco no se prestan a confusiones, ya que allí solo se hospedan salas: la José Hernández (junto a la JL Borges, la más grandes, con capacidad para mil personas) en el rojo, y la Victoria Ocampo, Sarmiento y Bioy Casares, en el blanco.
La paciencia es un bien de todos aquellos que están dispuestos a vivir la gran fiesta del libro, aunque con estos pequeños trucos, se puede ganar tiempo y disfrutar la experiencia aún más.
*Feria Internacional del Libro de Buenos Aires
Del 26 de abril al 14 de mayo
La Rural
Lunes a jueves de 14:00 a 22:00
Viernes de 14:00 a 23:00
Sábado de 13:00 a 23:00
Domingo y martes 1 de mayo de 13:00 a 22:00
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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