El gobierno de Javier Milei llevó adelante en estos primeros meses de mandato un fuerte ajuste sobre los subsidios destinados a los servicios públicos y un “sinceramiento” en los combustibles. El resultado para los consumidores fue un aumento en las tarifas y en los precios que se pagan en los surtidores, luego del congelamiento que había mantenido la gestión de Alberto Fernández. Sin embargo, no tuvo la misma magnitud en todas las regiones del país.
Un informe del director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadín Argañaraz, detalló que la suba en el rubro vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles que releva el Indec se sintió con más fuerza en las provincias del Noroeste argentino. En el caso del transporte, el mayor impacto estuvo en el Gran Buenos Aires (GBA) en donde los pasajeros todavía pagan el boleto de colectivos y trenes más baratos del país.
El gobierno anterior utilizó estos rubros como mecanismo para contener la inflación, ya que en su interior tienen precios catalogados como “regulados”. Eso no evitó que la Argentina finalizara el 2023 con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec más alta de los últimos 30 años. Desde el recambio presidencial en noviembre se vio una tendencia diferente.
“Si se toma como referencia a noviembre de 2023, se observa que hasta agosto el IPC regulados creció 221,3% y el IPC núcleo (excluye regulados) creció 134% (13,8% y 9,9% promedio mensual, respectivamente). En agosto se mantuvo esta dinámica (5,9% IPC regulados y 4,1% el IPC núcleo). El resultado de este proceso es un aumento del precio relativo de los bienes y servicios regulados”, señaló Argañaraz.
En el caso del segmento Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles del Indec, el precio relativo a nivel nacional era en noviembre un 46,4% inferior al de diciembre de 2017, previo a que postergaran subas para moderar la inflación, y en agosto continúa abajo un 30,1 por ciento. Entre noviembre y agosto, este rubro se encuentra un 30% arriba en términos reales, es decir, por encima de la inflación.
Del análisis por región que realizó el Iaraf surge que en tres regiones el precio relativo subió más que el promedio nacional y que en otras tres subió menos.
El mayor impacto se sintió en la región noroeste, con un incremento del 50% real y le siguió la región noroeste (39,9%). En el otro extremo, donde menos subió el precio relativo de los servicios públicos fue en el Gran Buenos Aires, con un 26,6%, seguido por la Patagonia (28,3%).
“A grandes rasgos, en la región que menos aumentó el precio relativo, lo hizo casi a la mitad de la de mayor aumento. La región Pampeana es la que aún se encuentra con el precio relativo más alejado de diciembre de 2017, concretamente un 37,3%. En el otro extremo se encuentra la región Noreste, con un precio relativo sólo un 6% debajo del valor de referencia”, consignó el informe.
El efecto del aumento de las tarifas y de la pérdida del poder adquisitivo sobre los bolsillos se reflejó en una mayor cantidad de beneficiarios en los subsidios. Desde que asumió Milei hay 852.677 hogares más que reciben subsidios a la electricidad y, de esos, 111.114 también en gas natural, tal como publicó Infobae en base a información oficial a la que tuvo acceso en exclusiva. Las provincias en las que más creció la cantidad de beneficiarios son aquellas en las que más subió la pobreza: Corrientes, Formosa, Catamarca, Chaco y Córdoba.
En el caso de los combustibles, las ventas a nivel nacional acumularon hasta julio ocho meses consecutivos de caídas en el marco de un aumento acumulado superior al 160% desde noviembre. Son datos de la Secretaría de Energía relevados por la consultora Politikon Chaco.
En el caso de transporte, Iaraf indicó que el precio relativo a nivel nacional era en noviembre un 4,7% inferior al de diciembre de 2017 y en agosto se situó un 10,2% por encima. “Entre el mes de noviembre de 2023 y el mes de agosto de 2024, el precio relativo subió un 15,7%”, destacaron.
Del análisis surge que en cuatro regiones el mayor aumento en el rubro transporte se concentró en la región del Gran Buenos Aires, con 21,5% en términos reales, seguido por el noroeste con 19,2% de incremento real.
“Donde más aumentó el precio relativo del transporte fue en la región GBA, con una suba del 21,5%. Seguida por la región noreste con una suba del 19,2%. En el otro extremo, donde menos subió el precio relativo del transporte fue en la región Patagonia, con un 2,4% y en la región Pampeana con un 10,4 por ciento”, sintetizó el Iaraf.
En el caso del transporte se da un fenómeno particular. El boleto de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el de trenes, con el incremento previsto para el próximo lunes, subieron un 600% desde que comenzó el gobierno de Milei. Sin embargo, el AMBA tiene la segunda tarifa más barata del país – solo por detrás de La Rioja- según un relevamiento de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta).
En el equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, analizan cuál es el margen para los próximos aumentos en servicios públicos y combustibles. La prioridad oficial es mostrar una continuidad en la desaceleración de la inflación, proceso que se interrumpió en agosto cuando además se retomaron las subas de tarifas.
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