“Es como si se corriera una carrera de Fórmula 1 con distintas camadas de pilotos y todos, sobre todo los de hoy, tienen que manejar los autos de la década del 60. Es juntarse y disfrutar, pero también apreciar lo difícil que era surfear en aquella época”. Fernando Aguerre, la personalidad más importante de la historia del surf argentino, siempre tiene la comparación justa para bajar a tierra una situación y que todos la entiendan. En este caso la usó para graficar lo que fue la tercera edición del Quiksilver 70s, un torneo por equipos que resultó la excusa ideal para juntar a cuatro generaciones de surfistas y se corrió con tablas retro.
La marca mandó a construir seis réplicas de una Deer (5’8 pies) de 1978 que fueron domadas por los 30 competidores en un día a pleno sol en este clásico que se realizó en el balneario Honu Beach, ubicado en el sur de Mar del Plata, la capital del surf.
Los ganadores fueron los representantes del equipo Delfines (integrado por Marcelo Ray, Horacio Ipucha, Nahuel Rull, Felipe Suárez, Cocó Cianciarulo y Bautista de Abajo) y, a nivel individual, Lele Usuna en Open, Alejo Martínez en Masters, Santiago Aguerre en Legends y Ornella Pellizari en Damas. “Más que un torneo siento que fue un evento social y cultural para cimentar la tradición y el crecimiento del surf. Cada generación se viste, come, bebe y sale en lugares diferentes, pero hoy nos encontramos todos acá, en la playa, en el agua, con buena música, rica comida, y volvimos a recordar los viejos tiempos. Fue unir los distintos eslabones de la cadena surfera“. Así resumió Aguerre lo que fue una fiesta que tuvo la música setentosa a cargo de DJ Cofla, las mejores comodidades y la comida del cheff Rodo Puente.
Sandy Errecaborde, el más veterano con 71 años, fue protagonista del campeonato y de la historia original detrás de la celebración. Es que el marplatense no solo fue uno de los pioneros de este deporte en el agua, sino que se convirtió además en el primer campeón argentino. “Yo, además, fabricaba tablas con un socio y la original la hicimos nosotros en nuestra empresa Deer, nombre formado por el inicio de nuestros apellidos, Deleonardi y Errecaborde“, cuenta con la misma pasión que le permite entrenarse cuatro veces por semana para surfear a los 70 años.
Los constructores de la tabla original fueron los uruguayos Roberto Damiani y Willy Barreiro, y ahora las réplicas estuvieron a cargo del shaper Aldo Flaminio (62 años). Aguerre, en el final de la tarde, se encargó de regalarle una de las réplicas a Sandy y sintetizó cómo vio a los nuevos talentos arriba de estas tablas. “Hoy quedó demostrado que estas tablas de nuestra época no tenían limitaciones como pensábamos, sino que el problema éramos nosotros“, remató mientras lanzaba una carcajada al aire.
Por su parte, Santiago Muñiz, el argentino que más cerca ha estado de entrar a la élite mundial (el Championship Tour), volvió a competir tras casi seis meses sin actividad por una lesión en la rodilla y disfrutó cada momento. “Volver es importante, porque fue duro este parate, pero me encantó hacerlo en un evento así, con surfistas de todas las edades. Es difícil juntar a todos en un mismo día, para competir y hacerlo en equipos y por categorías. Y, a la vez, es muy lindo reconocer a las leyendas. El surf es hoy lo que es por ellos. En su época era muy difícil ser surfista, el deporte era perseguido, estaba mal visto, y hoy nosotros disfrutamos de otra realidad. Por eso los respeto tanto y son un espejo en mi carrera”, argumentó el rider estrella del país.
Finalmente, Cocó Cianciarulo, la hija del músico Señor Flavio que viene de ganar la primera fecha del torneo nacional en la categoría top (Open), fue la más joven del evento, con 13 años. Y lo disfrutó a pleno. “Está claro que lo clásico siempre vuelve. A mí me encanta la onda de los 70, es re cool. Me fascina conocer a quienes empezaron con la historia del surf y que ellos me compartan su experiencia y conocimiento”, dijo la nueva rider, siempre acompañada por su padre. A su lado, asintió Juan Cruz Ruggiero, otra de las promesas argentinas (15). “Lo que más disfruto es la filosofía de vida que ellos transmiten, la esencia del surf, que es la misma que la nuestra aunque la hayan desarrollado en otra época”, dijo. No hay dudas: todos pertenecen a una tribu llena de mística, con fuertes raíces y una esencia que no entiende de edades.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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