El gobierno sueco anunció este martes que no participará en la nueva recaudación de fondos de la aerolínea SAS, a pesar de que la compañía está al borde de la asfixia financiera.
Las acciones de la empresa ya estaban en su nivel más bajo y cayeron más de un 11%, hasta 0,68 coronas, al inicio de la cotización en la bolsa de Estocolmo este martes por la mañana.
“Debido al mandato del gobierno de reducir su participación, decimos ‘no’ a una inyección de capital en el plan ‘SAS Forward'”, anunció el ministro de Industria, Karl-Petter Thorwaldsson.
“Esto implica que la participación del Estado (sueco) en SAS disminuirá con toda probabilidad y que el Estado claramente no es un accionista a largo plazo de SAS”, dijo en una rueda de prensa.
Actualmente, Suecia y Dinamarca son los mayores accionistas de la empresa, con el 21,8% del capital, un porcentaje que ha aumentado en los dos últimos años como consecuencia de los planes de rescate lanzados por la epidemia de covid-19.
Para garantizar su supervivencia, SAS anunció la semana pasada que busca recaudar 9.500 millones de coronas adicionales (unos 900 millones de euros, 972 millones de dólares) y convertir 20.000 millones de coronas de deuda en capital.
Este proyecto completa un plan de ahorro bautizado “SAS Forward” lanzado en febrero, pero también una serie de operaciones de recaudación de fondos realizadas desde 2020 en respuesta a los efectos de la pandemia en el sector aéreo.
La empresa redujo su plantilla en un 40% hace dos años.
En el segundo trimestre, SAS anunció nuevas pérdidas de 1.500 millones de coronas (unos 150 millones de euros, 153 millones de dólares), frente a 2.400 millones de coronas en el mismo periodo del año anterior.
En su cotización en la bolsa el martes por la mañana, SAS valía menos de 500 millones de euros.
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