París, 18 dic (EFE).- El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, admitió hoy que aún no hay acuerdo para garantizar el éxito del proyecto de ley de inmigración en el trámite clave que afrontará esta tarde en una comisión mixta parlamentaria, tras el rechazo de la Asamblea Nacional a tratarlo hace una semana.
“En este momento no podemos hablar de un acuerdo, pero podemos decir que avanza positivamente”, señaló Darmanin en una entrevista concedida esta mañana al canal LCI.
“Estamos más cerca de un acuerdo que de un desacuerdo”, agregó.
El factor clave para el avance del proyecto, que de obtener la luz verde esta tarde en la comisión mixta podría votarse mañana mismo en la Asamblea Nacional, son las negociaciones con los conservadores de Los Republicanos.
La comisión estará formada por siete miembros de la Asamblea y siete del Senado, lo que significa que se abordará en una instancia con mayoría conservadora, ya que esa tendencia domina en la Cámara Alta.
En busca del respaldo de LR para un proyecto que el Ejecutivo de Emmanuel Macron considera esencial para su segundo mandato, el Gobierno decidió descartar la versión del texto que había llevado a la Asamblea el pasado lunes -y que no fue siquiera debatido- para centrarse en la versión más restrictiva que había salido del Senado, antes de flexibilizarse en las comisiones de la Cámara baja.
Desde la bancada de Los Republicanos, Bruno Retailleau, presidente de ese grupo en el Senado, confirmó también esta mañana que todavía “no se puede decir que haya acuerdo” porque las propuestas del Gobierno no han sido “completamente satisfactorias”.
“Me aferro al texto del Senado porque es firme”, aseveró Retailleau, entrevistado en el canal BFM TV.
El senador también opinó que “la inacción” sobre la inmigración no es una opción y advirtió de que esta es “la última oportunidad” de abordar el tema antes de 2027.
Entre los puntos que bloquean el acuerdo figuran la reforma de la atención sanitaria a los inmigrantes sin papeles, ya que los conservadores habían logrado imponer su supresión en el debate de la ley en el Senado.
El Gobierno, por su parte, se ha comprometido a reformar este sistema de atención estatal, que apenas supone el 0,5 % de los gastos del sistema de salud, en el contexto de las negociaciones de la ley.
Pero Retailleau ha afirmado que, aunque hay concordancia con el macronismo para abordar este tema de manera independiente de la ley de inmigración, no obtendrán su respaldo en la comisión si el Ejecutivo no se compromete a detallar antes cuáles serían sus planes para esa reforma.
Sí que parece superado otro punto de fricción entre republicanos y macronismo, que giraba en torno a las prestaciones sociales.
Los conservadores defendían una posición muy dura consistente en que los trabajadores extranjeros legales en Francia tengan un periodo de carencia de hasta 5 años para ciertas ayudas sociales, pero finalmente rebajarán esa exigencia a dos y medio, según confirmó este lunes Retailleau.
La izquierda, por su parte, acusa al Gobierno de haber sucumbido al discurso de la derecha sobre la inmigración e incluso de adoptar una “deriva xenófoba”.
“Deseamos ser malos con los malos y buenos con los buenos (…) Los extranjeros como tal no son un problema”, repitió por su parte hoy Gérald Darmanin, quien también consideró que no lograr un acuerdo solo serviría para dar impulso a la ultraderechista Marine Le Pen.
El debate en la comisión mixta paritaria del Parlamento comenzará hoy a las 16 horas GMT. EFE
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