Siete definiciones de Sarah Gilbert, la científica detrás de la vacuna de Oxford-AstraZeneca

Sarah Gilbert
Sarah Gilbert es una de las mentes brillantes detrás de la vacuna de AstraZeneca y Oxford

Sarah Gilbert siempre sintió que en su laboratorio iban a pasar cosas importantes. Pero desde que comenzó la pandemia ese sentimiento se profundizó porque para Gilbert lo más importante en su trabajo científico siempre fue liderar investigaciones que provoquen un cambio importante en la vida y en la salud de las personas. Y esta vez podía estar cerca: descubrir e investigar una vacuna que pueda perforar la pandemia global por SARS-CoV-2 que ya se cobró más de 1.235.335 muertes.

De las casi 200 vacunas contra la enfermedad COVID-19 que produce el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, existen 7 de las más avanzadas en la fase clínica 3. Y dentro de privilegiado grupo de laboratorios que están muy cerca de presentar sus avances finales antes de fin de año, está AstraZeneca, el laboratorio que junto a la Universidad de Oxford tiene una de las vacunas más avanzadas del mundo.

La mente brillante detrás de AstraZeneca es la doctora Sarah Gilbert, la científica que desde hace 15 años se dedica al desarrollo de vacunas. El primer paso de Gilbert para llegar hasta este punto, se inició cuando obtuvo su licenciatura en Biología en la Universidad de Anglia del Este, en Norwich, este de Inglaterra.

Una empleada en el Centro de Referencia de Inmunobiología Especial (CRIE) de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), donde se realizan los ensayos de la vacuna para el coronavirus de Oxford/AstraZeneca, en Sao Paulo, Brasil. 24 de junio de 2020. REUTERS/Amanda Perobelli
Una empleada en el Centro de Referencia de Inmunobiología Especial (CRIE) de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp), donde se realizan los ensayos de la vacuna para el coronavirus de Oxford/AstraZeneca, en Sao Paulo, Brasil. 24 de junio de 2020. REUTERS/Amanda Perobelli (Amanda Perobelli/)

Gilbert hace pocos meses declaró ante el asedio que siente por parte de la prensa internacional que la reconoce como una de las científicas más probas y dedicadas a hallar la cura y poner fin a la pandemia a través de una vacuna: “A pesar de que trabajo en la universidad de Oxford , siempre me interesó llevar adelante investigaciones que provoquen un cambio importante en la vida y en la salud de las personas. Esta es una vacuna que la necesita en todo el mundo, no lo podemos hacer solos, por eso necesitamos trabajar con distintos agentes que estén comprometido para que todo el mundo tenga acceso global a la misma, y me enorgullece haber compartido con Astrazeneca este proceso para poder hacer un cambio en el mundo y no solo en algunos países”.

Posteriormente realizó un doctorado en bioquímica y desde entonces enfocó sus estudios en la biotecnología, donde aprendió sobre la fabricación de medicamentos. Para 1991, obtuvo un puesto postdoctoral sénior en la Universidad de Oxford, en el campo de la genética, parásitos y la malaria, camino que la llevó a trabajar en el desarrollo de vacunas. En 1998 dio a luz a sus trillizos y un año después se convirtió en profesora universitaria.

Hallar una vacuna contra el nuevo coronavirus COVID-19 se convirtió en una tarea contra reloj para la doctora Gilbert, quien en pro de la humanidad, probó la efectividad de sus prototipos de inmunidad en sus hijos trillizos de 21 años, que estudian bioquímica y quisieron ser voluntarios para apoyar de cerca la carrera de su madre.

Gilbert estuvo presente ayer en la jornada científica virtual BioArgentina Virtual 2020, organizada por la Cámara Argentina de Biotecnología (CAB), con el objetivo de sostener el impulso del desarrollo de la biotecnología, actor clave en la economía del conocimiento y más aún en este contexto de pandemia y dejó siete ideas fundamentales del innovador desarrollo sanitario.

Sarah Gilbert
La experta en vacunas realizó un doctorado en bioquímica y desde entonces enfocó sus estudios en la biotecnología, donde aprendió sobre la fabricación de medicamentos

1-Secuenciación genética del nuevo virus

Gilbert explicó que cuando se conoció la secuencia genética del nuevo virus, un equipo del Instituto Jenner, de la Universidad de Oxford, comenzó a trabajar en un desarrollo que pudiera proteger al organismo contra la infección pero con una ventaja: ya conocían la plataforma para poder llevarlo a cabo.

Esta es una vacuna que utiliza como vector un adenovirus de chimpancé. El primer candidato a vacuna que se hizo con esta técnica es la desarrollada para el virus del ébola, ya hay antecedentes con este tipo de vectores virales, algunas aprovechan esta tecnología pero utilizan otros virus también. En el caso de la vacuna de Oxford y AstraZeneca es un adenovirus de chimpancé, no es humano. Es la única de esta línea que utiliza adenovirus de este animal, otras vacunas que utilizan la misma plataforma como por ejemplo la vacuna rusa (SPUTNIK V) utiliza un adenovirus humano.

Cabe señalar que una de las cuestiones más relevantes que arrojó esta vacuna de Oxford-AstraZeneca en su fase 3 es que las respuestas de inmunogenicidad fueron similares entre los adultos mayores y los más jóvenes. Y que la reactogenicidad -la propiedad de una vacuna de ser capaz de producir reacciones adversas comunes- fue menor en los adultos mayores, donde la gravedad de la enfermedad COVID-19 es mayor. Los resultados reúnen un conjunto de pruebas que demuestran la seguridad e inmunogenicidad del AZD1222″.

La envergadura de esta noticia de que las personas mayores desarrollarán respuestas inmunes al virus es positiva porque la capacidad de defensa de las personas se debilita con el envejecimiento, exponiendo más a la enfermedad a un segmento importante de las poblaciones.

2-Experiencia previa

La científica lleva más de 15 años dedicada al desarrollo de vacunas contra la influenza y otros patógenos emergentes, entre ellos el MERS, un miembro de la familia de los coronavirus que emergió en 2012 pero que no llegó a ser pandemia. Así fue que lograron desarrollar la vacuna AZD1222 elaborada a partir de un adenovirus de chimpancé (ChAdOx1), al que se le agregó material genético para que pueda producir la proteína Spike (que se encuentra en la superficie del coronavirus). La vacuna busca entrenar al sistema inmune del organismo para que brinde una respuesta agresiva al coronavirus SARS-CoV-2 cuando ingrese.

3-Tarea incansable

Gracias a esta experiencia, Gilbert contó que en julio, ya tenían los primeros resultados de la fase I que indicaban que los 1077 participantes del estudio evolucionaron favorablemente. “Las reacciones locales y sistémicas transitorias eran comparables con los ensayos anteriores y otras vacunas de vectores adenovirales. Los efectos adversos incluyeron dolor y sensibilidad en el lugar de la inyección temporal, dolor de cabeza de leve a moderado, fatiga, escalofríos, fiebre, malestar y dolor muscular. Además, no se informaron eventos adversos graves y las reacciones disminuyeron con el uso de paracetamol profiláctico, un analgésico, y ocurrieron con menos frecuencia después de una segunda dosis”, comentó Gilbert.

Gilbert contó que en julio, ya tenían los primeros resultados de la fase I que indicaban que los 1077 participantes del estudio evolucionaron favorablementeREUTERS/Dado Ruvic
Gilbert contó que en julio, ya tenían los primeros resultados de la fase I que indicaban que los 1077 participantes del estudio evolucionaron favorablementeREUTERS/Dado Ruvic (Dado Ruvic/)

4-Trabajo bajo presión

En siete meses de intenso trabajo, la especialista explicó que mientras el mundo iba contando los casos de contagios y fallecidos en el mundo, desde Oxford y con el apoyo de Aztrazeneca trabajan incansablemente para buscar una solución segura y efectiva: “A medida que se iban conociendo más y más casos fuimos elaborando una respuesta rápida”.

5-Vacuna exitosa

De acuerdo a los últimos resultados publicados por el laboratorio, los voluntarios elaboraron respuestas inmunes de anticuerpos y células T que pueden combatir con éxito al virus. “Produce una respuesta muy fuerte ante el COVID-19. Esto fue debido a que antes del 2020 ya usábamos esta tecnología, por ende, ya teníamos mucha información sobre esto. Lo más importante es que no hubo evidencia de que la vacuna provocara ningún daño, sino que cumplía con su función: proteger. La vacuna va a ser segura”, enfatizó Gilbert.

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Gilbert asegura que la vacuna produce una respuesta muy fuerte ante el COVID-19

6-Desafíos de cara al futuro

Gilbert señaló que durante esta pandemia la comunidad científica ha logrado conocimientos sobre la fabricación a gran escala de tecnologías de plataforma como las vacunas vectoriales adenovirales y las vacunas de ARN. Por lo que en un futuro cercano, frente a una nueva amenaza viral, deberíamos ser más capaces de responder rápidamente y no llegar a tantas infecciones o muertes.

7-Motivaciones de vida

“A pesar de que trabajo en la universidad, siempre me interesó llevar adelante investigaciones que provoquen un cambio importante en la vida y en la salud de las personas. Esta es una vacuna que la necesita en todo el mundo, no lo podemos hacer solos, por eso necesitamos trabajar con distintos agentes que estén comprometido para que todo el mundo tenga acceso global a la misma, y me enorgullece haber compartido con AstraZeneca este proceso para poder hacer un cambio en el mundo y no solo en algunos países”, concluyó Gilbert.

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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

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