Sergio Massa, el rol de Máximo Kirchner y el pedido de un gobernador: “Menos aplausos y más votos”

(La Rioja, enviado especial) “Menos aplausos y más votos”. La frase, medio en broma, medio en serio, cortó en seco la algarabía en la recepción que el gobernador Ricardo Quintela le organizó al ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, a su llegada a la provincia.

Se trata de una de las provincias donde ocurrió un fenómeno inesperado: ganó por mucho el PJ en los comicios locales y, pocos meses después, triunfó Javier Milei. “No lo vimos venir”, suele decir Quintela y anoche repitió ese argumento.

Entre empanadas de queso, humita y carnes asadas, el gobernador planteó a un auditorio repleto de dirigentes del PJ el mandato que surgió desde Tucumán, el viernes y sábado pasado, de darle centralidad en la campaña a Massa, cerrar filas de la militancia y reforzar el compromiso de los liderazgos territoriales, sobre todo en el norte del país, para aportar los votos imprescindibles para llegar a la segunda vuelta.

Hablan de recuperar un millón de voluntades. A todos los une el espanto a Milei, el candidato que plantea rediscutir la coparticipación federal y la obra pública, insumos críticos para la política y la administración de esos distritos.

Es el mismo gobernador que sugirió incluso que estaría dispuesto a presentar la renuncia si gana el candidato libertario. “No vas a tener que renunciar, Gitano”, le dijo el ministro, llamándolo por su apodo. Quintela es, junto al tucumano Juan Manzur, referentes clave del peronismo del norte. Y traducen allí el viraje de la campaña, que para Massa tiene tres tiempos, que suele describir con lenguaje gastronómico: entrada, plato principal y postre. “Estamos en el plato principal”, afirman en Unión por la Patria.

Pero no es el único espacio donde se está ecualizando un nuevo tono en la campaña. Máximo Kirchner, líder de La Cámpora y que hasta la semana pasada había estado lejos de las cámaras, de las redes sociales y los micrófonos de radios, sorprendió con una exposición inusual.

Empezó el viernes, subiéndose al avión con el que Massa llegó a Tucumán. Allí, en plena escenificación de la reunificación del peronismo nacional, habló poco. El lunes fue a la Plaza de Mayo y acompañó el anuncio de Ganancias y dejó una frase breve. Y ayer, en la sede del PJ bonaerense, brindó declaraciones en una rueda de prensa con los periodistas que habían ido a cubrir el encuentro del PJ bonaerense, en La Plata.

Allí sorprendió con una diferenciación con los dichos de Axel Kicillof, que habló de “componer una nueva canción, no una que sepamos todos”. El diputado y presidente del PJ bonaerense contestó: “No me dedico a la música, soy militante”. “Más allá del pentagrama lo que hay que fijarse muy bien es la gestión del gobierno”, dijo ante la prensa una vez finalizado el encuentro.

Pero más allá de esa frase -que nadie entendió del todo- hay una explicación en Unión por la Patria para la renovada exposición de Máximo Kirchner: “Estuvo haciendo un trabajo ingrato y que no se valora, que es reconstruir lo que se puede romper cuando hay una PASO. Creen que está ausente porque no habla con los medios, pero viene trabajando mucho por abajo con el peronismo bonaerense”, confió una fuente cercana.

Hay algunos focos de conflicto abierto, como puede ser Hurlingham, donde hubo una interna virulenta entre el camporista Damián Selci, y el peronista Juan Zabaleta, que terminó derrotado. “Va a haber acuerdo”, revelaron cerca del ministro/candidato.

Ese cambio de ritmo de la campaña incluye recorridas por el interior del país y, al mismo tiempo en el AMBA, donde se concentra más del 40 por ciento de los votos. Un ejemplo es este jueves: de La Rioja, donde hubo una reunión con empresarios, entregó viviendas y tiene previsto ir a la cancha de Argentinos Juniors, donde lo esperan los movimientos sociales.

Una dinámica similar se repetirá el 27 de septiembre: organizan un acto de los candidatos de Unión por la Patria con la dirigencia del peronismo y de sectores del Movimiento Popular Neuquino, y otro encuentro con el PJ y las diversas líneas del kirchnerismo en Ensenada, posiblemente en la cancha de Cambaceres. Es que hay conciencia de que se achica el tiempo.