Rodeado de los principales dirigentes del kirchnerismo, el precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, brindó este lunes un efusivo primer discurso de campaña, en el que aseguró que va “a dejar cada centímetro cúbico de mi sangre para garantizar el triunfo” del oficialismo en todo el país.
El actual ministro de Economía fue el encargado de cerrar el acto de lanzamiento del titular de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Federico Otermín, que buscará ser el próximo intendente de Lomas de Zamora.
En el lugar estaban su par del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, su vice, Verónica Magario, el diputado nacional Máximo Kirchner y el mandatario local en uso de licencia, Martín Insaurralde.
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“Yo sé que hay muchos enojados con nosotros, con la política, con las frustraciones constantes, con los fracasos, con la plata que no alcanza, con los problemas de inseguridad. Pero eso, de alguna manera, a nosotros nos obliga a más”, sostuvo Massa.
En este sentido, el líder del Frente Renovador aclaró que “también es cierto que hay dos modelos de país que se reducen a saber si la Argentina tiene distribución del ingreso o no; inversión pública o no; soberanía o dependencia; salarios de miseria, destruir sus pymes, o si apuesta al país con desarrollo igualitario”.
“En la suma, somos más los argentinos que creemos en la educación pública, gratuita y de calidad, en las universidades, frente a aquellos que recortan en la educación; somos más los argentinos que creemos que el agua y las cloacas, el entubamiento de arroyos, son un derecho de los vecinos y por eso creemos en la inversión pública”, agregó.
Sobre el final de su discurso, aseguró que también son mayoría los que creen “en el amor y la paz, frente a aquellos que creen en la división y la violencia política que plantean otros sectores políticos”.
“Por eso, con orgullo y valentía, sabiendo que nos toca una difícil, voy a dejar cada gota de sudor, cada centímetro cúbico de mi sangre para garantizar el triunfo de Unión por la Patria en la Argentina, en la provincia y en Lomas de Zamora”, aseguró.
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Durante su exposición, también le agradeció a Wado De Pedro, a quien calificó como “uno de los arquitectos más importantes de esta unidad” del oficialismo, por haber aceptado bajar su candidatura presidencial, y a Máximo Kirchner, su “compañero de muchas horas de mate”, por “spñar y animarse a enfrentar este desafío”.
Asimismo, también saludó desde el escenario “a un pequeño gigante, Axel Kicillof, un enorme gobernador”, para luego cuestionar las gestiones anteriores en la provincia, aunque no nombró directamente a Daniel Scioli.
“Durante mucho tiempo yo decía que Felipe (Solá) había sido un gran gobernador, y que después faltaba compromiso, poner el cuerpo y meterse en los temas, y no estoy descalificando a nadie, solo calificando a quien de la mañana a la noche enfrenta los problemas poniendo el cuerpo y va a ser nuestro próximo gobernador, gracias Axel”, señaló.
Antes de Massa, también habló el propio Kicillof, quien sostuvo que “Lomas de Zamora, la provincia de Buenos Aires y la Argentina sufrieron en el periodo anterior uno de esos gobierno que, en vez de ampliar, achican”.
“Por supuesto que estamos ante un enorme desafío: (los espacios opositores) le proponen a nuestro pueblo que el próximo Presidente sea alguien que propone solamente el ajuste, que viene acompañado de la represión”, completó.
A su turno, Máximo Kirchner reconoció que “la situación no es fácil, es compleja”, pero remarcó que ver la presencia de la militancia en el acto lo “llena de fuerza, de voluntad, y habla de la resistencia del pueblo”.
“Es importante que un gobernador o un Presidente sea intendente antes, porque eso le puede permitir tener un conocimiento de lo que es la gestión y sus dificultades, pero quiero recordarles que tuvimos una presidenta que, sin ser intendenta ni gobernadora, rompió el molde, parece”, destacó, al referirse a su madre, Cristina Kirchner.
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