El estudio basado en el monitoreo de redes sociales
durante los primeros 20 meses del gobierno de Javier Milei, permite explorar una
polarización política que, aunque visible en el plano electoral, adquiere contornos
más complejos cuando se observa su dinámica digital.
Uno de los datos más consistentes revelado por el estudio de Tendencias Consultora es el retroceso del respaldo digital a Javier Miilei:
el apoyo cayó entre tres y cuatro veces respecto a los primeros meses de su gestión.
Si bien cierto desgaste es esperable tras casi dos años en el poder, en este caso se
trata de una caída asociada a medidas que el propio gobierno reivindica como pilares
de su programa: desde el veto al aumento de jubilaciones y al financiamiento
universitario, hasta la prédica ideológica contra la comunidad LGBTIQ+ en Davos. El
“criptogate” por el lanzamiento de $Libra también fue un punto de inflexión. Los
picos de caída, no encuentran reversión: cada uno de esos momentos dejó una
huella, y por ahora parece no haber retorno
La pérdida de apoyo es aún más pronunciada cuando se trata de publicaciones
vinculadas a la denominada “batalla cultural”: en Instagram, el apoyo a ese tipo de
mensajes cayó un 75% entre 2024 y 2025; en X, la caída fue más abrupta, con un 90%
menos de interacciones positivas.
El contexto de este cambio de tendencia es una situación económica donde la
desaceleración inflacionaria viene perdiendo centralidad como mérito de gestión y la
preocupación por los ingresos deteriorados y el pluriempleo ganan protagonismo.
Sin embargo, La Libertad Avanza mantiene chances competitivas para las elecciones
legislativas de 2025, liderando sondeos en varios distritos. ¿Qué nos quiere decir este
desfasaje entre apoyo digital y proyección electoral? ¿Por qué se pierde más rápido
el “like” que el voto?
La base de apoyo digital de La Libertad Avanza aparece más volátil y endeble con el
correr de los meses. Hasta su objetivo de consolidar un “núcleo duro” desde la
“batalla cultural” perdió fuerza en vez de amplificarse. Estos elementos pueden
haber agregado algunos contornos a la interna oficialista entre Karina Milei y
Santiago Caputo. En un momento donde el oficialismo tiene como prioridad lograr
un triunfo electoral, la lógica territorial se impuso a las redes sociales.
De fondo, todo indica que lo que persiste en Argentina es la polarización negativa,
donde los alineamientos electorales no se construyen sobre adhesiones sólidas, sino
sobre el rechazo al otro. Una lógica que puede funcionar para darle traducción en
votos, pero no lealtades políticas duraderas ni una legitimidad al rumbo de gobierno.
El fenómeno del ausentismo creciente en las elecciones legislativas de este año, se
inscribe en esta tendencia de polarización negativa y afecta tanto al oficialismo como
a la oposición. Ante la falta de opciones con las que identificarse, cuando lo que era
“nuevo” deja de generar expectativas de cambio, y con elecciones que se perciben
con poca utilidad, se crea el terreno fértil para el desarrollo de la apatía que desiste
de ir a las urnas.
Esa polarización se complejiza cuando se observa la dinámica digital entre las fuerzas
políticas opositoras a Javier Milei. El peronismo se ubica como segundo espacio con
mayor apoyo en las redes sociales, pero no tiene el monopolio de ese lugar. En casi
la mitad de los meses analizados, Myriam Bregman del Frente de Izquierda disputa
el segundo puesto, superando a referentes del peronismo en la interacción positiva
en las redes sociales. En hechos de trascendencia pública como la aprobación de la
Ley Bases, el primer veto a las jubilaciones y las represiones de los miércoles, las
movilizaciones en rechazo al discurso de Milei en Davos, el “caso Kueider” y el
“criptogate”
, la izquierda gana mayor protagonismo como fuerza opositora.
Si entre el espacio de la derecha hay un liderazgo indiscutido de La Libertad Avanza,
no ocurre lo mismo entre los “anti-Milei”
. Aquí se expresa una mayor disputa entre
figuras del peronismo y de la izquierda, y la distancia entre ambos se fue achicando
durante estos 20 meses. Dentro de los opositores a Milei hay un desajuste mayor
entre un apoyo digital más disputado y las proyecciones electorales concentradas
en el peronismo.
En el ranking de las figuras políticas de la oposición de todo el período analizado,
Cristina Fernández de Kirchner se ubica en el primer lugar, con bastante distancia
respecto a otros dirigentes de su mismo espacio. Sergio Massa, el último candidato a
presidente del peronismo que supo obtener más del 44% de votos en el ballotage,
aparece más retirado de la intervención política pública, y relegado entre los últimos
de la tabla. Axel Kicillof tampoco logró despegar como figura opositora en las redes
sociales. Lejos del apoyo virtual que cosecha la ex vicepresidenta, el gobernador de
la provincia de Buenos Aires quedó incluso por detrás de Myriam Bregman de la
izquierda.
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