La historia presidencial en México ha sido destacada por los diversos cambios políticos en el poder. Desde la independencia mexicana (1810) hasta la instauración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917—la cual sigue vigente — el cargo del titular del Ejecutivo federal ha sido ocupado por distintos personajes memorables y otros tantos que apenas se mencionan.
Tal fue el caso del presidente Rómulo Díaz de la Vega, quien duró en el poder solo 22 días. Originario de Puebla, fue un militar y político que luchó contra los federalistas. Fue electo el 12 de septiembre de 1855 y dejó el cargo el 3 de octubre del mismo año. Previo a su ascenso, ocupó la gubernatura de Yucatán, en donde duró solo un año.
Díaz de la Vega nació en la Ciudad de México en 1802 y murió en Puebla en 1877. Al crecer, se integró en el ejército militar, donde pudo combatir en la Guerra de Texas sucedida en 1863 y en donde encabezó la Batalla de El Álamo. De igual manera, fue integrante destacable de la Guerra de los Pasteles contra la armada francesa.
Cuando asumió la presidencia de la República, el país se encontraba en un “vacío de poder” ante la renuncia del mandatario Martín Carrera, quien había durado en el poder casi un mes. La desorganización de México llevó a Rómulo Díaz a asumir el mando sin haber sido nombrado o proclamado como tal.
Durante su paso por la presidencia respetó al gabinete de Martín Carrera, pues solo llevó a cabo algunos cambios en el poder. Nombró nuevo regente para el Distrito Federal. No obstante, la disputa con el general Juan Álvarez llevó a dejar la presidencia de facto a las 3 semanas, cuando el militar envió una carta exigiendo la renuncia del Díaz de la Vega.
Al dejar la presidencia se integró al bando conservador de México, el cual designó a Maximiliano de Habsburgo como emperador del país. Los años posteriores sirvió al Segundo Imperio Mexicano. En 1859 fue nombrado gobernador del Distrito Federal, procediendo a Miguel María de Azcarate.
Después de una larga trayectoria luchando contra los liberales, se dirigió al estado de Puebla, en donde pasó sus últimos días de vida. Murió a los 75 años de edad, el 3 de octubre de 1877.
La presidencia más corta en la historia de México
Ante la consolidación de la República tras la Independencia de la Corona española y la construcción política en la Revolución Mexicana, desfilaron por la presidencia distintos funcionarios, donde algunos de ellos tuvieron el mando de la nación por un periodo muy corto.
A pesar de que Rómulo Díaz duró solo 22 días, no fue el presidente con el mandato más rápido en la historia del país. En 1913 hubo un hombre que ocupó la presidencia por tan solo 45 minutos.
Nacido en la colonia Roma, de la ahora Ciudad de México, Pedro José Domingo de la Calzada Manuel María Lascuráin Paredes se proclamó como el titular del Ejecutivo federal, y, en menos de una hora, presentó su renuncia al cargo, siendo el político mexicano con menos tiempo en el poder.
Tras las presiones del general Victoriano Huerta para la renuncia de Francisco I. Madero y la del general Pino Suarez, Lascuráin Paredes tomó la presidencia conforme a lo que señalaba la entonces Constitución de 1857, y en 45 minutos, de las 17:15 a las 18:00, se dijo fuera del cargo.
Durante su muy corto gobierno designó a Victoriano Huerta como secretario de Gobernación, quien, a la renuncia de Lascuráin Paredes, tomó la presidencia de México.
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