Qué santos se celebran en mayo

El calendario lleva escrito nombres en cada día del año, pero ¿por qué están allí? Estas celebraciones son llamadas santos, en honor a los frailes y monjas que dedicaron sus vidas al servicio de su religión. En la mayoría de los casos, también mostraron altruismo en sus acciones, con las que ganaron un lugar entre la historia de la Iglesia Católica.

Algunos santos de este mes fueron canonizados por sus sacrificios, pues demostraron su devoción al catolicismo en tiempos de persecución religiosa. Incluso en México, durante la Guerra de los Cristeros, la gente presenció casos de curas ejecutados por sus creencias religiosas.

Conocer por qué una persona se convierte en santo, también es una oportunidad para revisar la historia de los siglos pasados. Aquí te contamos el origen de algunos onomásticos.

Santos de mayo

1 de mayo: San Jeremías. Vivió entre los años 650 y 585, en Egipto, donde se convirtió en un profeta dedicado a esparcir la fe en el catolicismo.

San Amador de Auxerre.

San Andéolo.

San Orencio.

San Peregrino Laziosi.

San Geminiano

2 de mayo: San Ciríaco de Atalia.

San Félix, diácono.

San Hespero de Atalia.

San Atanasio. El obispo de Alejandría, Egipto, nació en 373. Pasó a la historia por defender la fe en Cristo ante el arrianismo, doctrina que negaba la divinidad del hijo de Dios.

Santa Viborada.

Santa Zoe de Atalia.

3 de mayo: Santiago el Menor. El apóstol nacido en el siglo I, logró la paz entre los judíos y los paganos convertidos al cristianismo. A él se le atribuye el liderazgo y fundación de la comunidad judeocristiana.

San Alejandro I.

San Felipe. Fue uno de los 12 apóstoles, cuya misión culminó en el exorcismo y bautizo de la población en Samaria.

Santa Maura de Antinoe.

Santa Violeta virgen y mártir.

4 de mayo: San Godofredo de Hildesheim. Es uno de los santos más importantes de la edad media, pues en vida fue un constructor de edificaciones sagradas. Además reinstauró la regla de San Benito, la cual considera huéspedes a los pobres y extranjeros que lleguen a los monasterios.

San Ciríaco, presbítero y mártir.

Santa Antonina de Nicea.

Santa Pelagia virgen y mártir.

5 de mayo: San Avertino de Vençay.

San Ángel de Sicilia. El sacerdote logró convertir al cristianismo 200 judíos en Palermo, Italia. Se cuenta que era capaz de hacer milagros por su devoción a la religión, que también predicaba en Sicilia.

San Eulogio, obispo.

San Máximo de Jerusalén.

San Hilario de Arlés.

6 de mayo: San Eadberto.

San Domingo Savio. El italiano nacido en 1842, llevó una vida de austeridad, incluso dormían menos horas para rezar el resto de sus día a la Virgen María.

Santa Benita de Roma.

San Venerio de Milán.

7 de mayo: San Juan de Beverley. Es un santo venerado tanto en la Iglesia Católica como en la comunidad anglicana, pues fue el fundador del monasterio de Beverley.

San Agustín Roscelli.

San Antonio de Kiev.

San Benedicto II, papa.

8 de mayo: San Pedro de Tarantasia. En vida fundó instituciones para la educación de la juventud, también dedicó sus días a alimentar a los pobres y promovió la celebración de los divinos oficios en las iglesias.

San Bonifacio IV, papa.

Nuestra Señora de Luján.

San Desiderato de Bourges.

San Dionisio, obispo.

9 de mayo: San Gregorio Ostiense. Es recordado por el último milagro que realizó en 1930. Una plaga de garmada devoró la cosecha del monte Sorlada, España. Al ver la hambruna que surgió por este problema, el santo realizó una plegaria la noche anterior y para la mañana siguiente, la plaga había muerto.

San Geroncio de Ficocle.

San Isaías. Fue uno de los cuatro profetas del Antiguo Testamento, en el siglo VIII a. C. Dedicó su vida a denunciar el sufrimiento que pasaban los campesinos a quienes ayudaba.

San Hermas de Roma.

10 de mayo: San Antonino de Florencia.

San Cataldo de Irlanda.

Dioscórides de Mira.

San Damián de Molokai. El belga nacido en 1840, se convirtió en padre al llegar a su madurez. Dedicó su vida al cuidado de los pacientes de lepra, enfermedad por la que murió en 1889. El santo también es conocido como el patrón espiritual de las personas con SIDA.

Santo Job patriarca.

11 de mayo: San Antimo de Roma.

San Evelio mártir.

San Mayolo de Cluny.

San Francisco de Jerónimo.

San Gangulfo de Varennes.

12 de mayo: San Pancracio de Roma. El joven de origen turco, nació en 289 d.C. Encontró la muerte en la persecución cristiana del emperador romano Diocleciano, quien ordenó su ejecución.

San Aquileo.

San Epifanio de Salamina.

Santo Domingo de la Calzada. En la actualidad es conocido por el milagro del gallo y la gallina. Según la historia, el hombre salvó de la pena de muerte a un peregrino acusado de robar una gallina. Es conocido como el patrón de los ingenieros civiles.

San Felipe de Agira.

13 de mayo: Bienaventurada Virgen María de Fátima.

San Andrés Huberto Fournet.

Santa Inés de Poitiers.

San Juan Silenciero.

14 de mayo: San Abrúnculo de Langres.

San Matías. Este apóstol fue elegido para reemplazar a Judas Iscariote, después de la traición a Jesús.

San Cartago de Lismore.

San Galo de Clermont.

San Isidoro de Quío.

15 de mayo: San Isidro Labrador. Una de las leyendas sobre este santo, narra cómo logró multiplicar el trigo de los campesinos a quienes ayudaba.

San Caleb.

San Reticio de Autún.

San Torcuato, obispo.

San Witesindo de Córdoba.

16 de mayo: San Abieso, obispo y mártir .

San Adán de Fermo.

San Simón Stock. El inglés nacido en 1165 pasó a la historia al pertenecer a la Orden del Carmelo y componer los himnos marianos Flos Carmeli y el Ave Stella Matutina.

San Andrés Bobola.

17 de mayo: San Pascual Bailón. Fue un fraile español nacido en 1540. Uno de sus milagros más conocidos es el de la Eucaristía, ocurrido en el siglo VII. Con sus oraciones, el fransciscano transformó el vino en sangre y el pan en carne.

San Emiliano de Vercelli.

San Pedro Liu Wenyuan.

Santa Restituta.

18 de mayo: San Dióscoro de Alejandría.

San Erico IX.

Santa Claudia, virgen y mártir. La tragedia de esta mujer es conocida en Turquía, donde un señor feudal la obligó a vender su cuerpo antes de ejecutarla. Por este martirio fue canonizada.

San Félix de Cantalicio.

San Juan I, papa.

19 de mayo: San Pedro Celestino, papa.

San Adolfo de Arras.

San Ivo. También conocido como el patrón de los abogados, pasó su vida al servicio de los pobres y niños huérfanos de su natal Inglaterra.

San Crispín de Viterbo.

San Urbano I, papa.

20 de mayo: San Bernardino de Siena. El predicador italiano nacido en 1380, pasó a la historia por formular modelos de predicación que otros oradores retomaron en los siglos siguientes.

San Lucífero de Cagliari.

Santa Áurea, mártir.

Santa Lidia de Tiatira.

San Teodoro de Pavía.

21 de mayo: San Eugenio de Mazenod.

San Hospicio de Niza.

San Cristóbal Magallanes. El cura mexicano fue detenido en 1927, tras el decreto de la suspensión del culto público. Murió junto a otros de sus hermanos, ejecutado en la Guerra Cristera.

San Teobaldo de Vienne.

San Timoteo de Mauritania.

22 de mayo: Santa Joaquina de Vedruna. Es conocida por haber fundado la Comunidad de las Hermanas Carmelitas y hospitales en su natal España.

San Basilisco de Comana.

San Juan de Parma.

Santa Rita de Casia.

Santa Julia de Córcega.

Santa Quiteria.

23 de mayo: San Efebo de Nápoles.

San Eutiquio de Nursia.

San Desiderio de Langres. Nació durante el IV, en Génova. El milagro por el que es conocido involucra su aprendizaje acelerado, pues llegó a ser doctor e intérprete docto de las Sagradas Escrituras sin haber estudiado el alfabeto en su infancia.

San Miguel de Sinada.

San Siagrio San Spes de Nursia

24 de mayo: María Auxiliadora. En muchas batallas es considerada milagrosa. Según las historias, en el siglo VII, evitó que los protestantes invadieran a los católicos del sur de Alemania.

San Sérvulo de Trieste.

San Simeón Estilita, el Joven.

San Vicente de Lérins.

San Zoelo de Listra.

25 de mayo: San Gregorio VII, papa.

Santa María Magdalena de Pazzi.

San Beda el Venerable. Aunque se desconoce dónde nació, los historiadores saben que vivió en el Reino Unido. También lo consideran uno de los grandes escritores de la edad media y el erudito más importante de la antigüedad.

San Aldelmo.

Santa Magdalena Sofía.

26 de mayo: Santa Mariana de Jesús de Paredes. Fue una mujer ecuatoriana nacida en 1618. Uno de sus sacrificios memorables ocurrió en Riobamba, donde ofreció su vida a cambio de que se detuviera el terremoto que azotó a la ciudad.

San Andrés Kaggwa.

San Eleuterio, papa.

San Felipe Neri. El sacerdote italiano nació en 1515. En la actualidad es recordado como el patrono de los educadores y humoristas, pues pasó su vida al cuidado de los jóvenes. Después de su peregrinación a Roma, fundó asociaciones religiosas para curar a los enfermos.

San Fugacio.

27 de mayo: San Atanasio Bazzekuketta.

San Bruno de Wurzburgo.

San Agustín de Canterbury. Mejor conocido como el padre de la Iglesia latina en las islas británicas. Nació en Italia y en su edad adulta viajó a Inglaterra e Irlanda para evangelizar junto a San Patricio.

San Eutropio de Orange.

San Julio de Dorostoro.

28 de mayo: San Germán de París.

San Carauno de Chartres.

San Guillermo de Gelona. El francés vino al mundo en 755 d.C. Al convertirse al catolicismo fundó el monasterio Gellone (Saint-Guilhem-le-Désert, Hérault), donde ingresó como monje en el 806..

San Justo de Urgel.

29 de mayo: San Maximino de Tréveris.

San Senador de Milán.

Santa Bona de Pisa.

Santa Úrsula Ledóchowska.

30 de mayo: Santa Juana de Arco. La campesina francesa nació en 1431 y se convirtió en patrona de Francia por su papel en la Guerra de los Cien Años. Los esfuerzos de la joven contribuyeron a consolidar la victoria de su país, sin embargo, fue martirizada por asegurar que luchó en el campo de batalla debido a una inspiración divina.

San Anastasio de Pavía.

San Fernando III. El rey de Castilla, peleó por la libertad de España, su tierra natal ocupada por la invasión musulmana en la península.

San Gabino de Porto Torres.

San Huberto de Tongres.

San Lucas Kirby.

31 de mayo: San Félix de Nicosia.

Santa Petronila de Roma.

San Hermias de Comana.

San Noé Mawaggali.

San Silvio de Toulouse.

¿Cómo se canoniza a un santo?

El proceso inicia con una investigación exhaustiva del fraile o monja en cuestión. Una vez que se construyen los hechos relevantes de sus vidas, el Vaticano determina si cumplen o no los requisitos suficientes para ser nombrados santos ante la Iglesia Católica. Es común que se conceda este título a los teólogos y papas de otras épocas.

Existen cuatro pasos a considerar para que una canonización se consolide: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo. Además hay un mérito indispensable que exige haber logrado dos milagros en vida. En el caso de los mártires, solo es suficiente con uno.

Respecto a la beatificación, es posible para quienes hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios. Este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heróicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe en circunstancias trágicas.

El catolicismo en la actualidad

El catolicismo es una de las religiones que más se practican en el mundo. Los datos más recientes del Vaticano -particularmente de su Anuario Estadístico Eclesial– señalan que hay más de mil 360 millones de católicos en el orbe.

El continente americano es donde más católicos prevalecen, con casi la mitad de los registrados por el Vaticano, siendo más de una cuarta parte ubicados en Sudamérica.

En los últimos años, el Vaticano ha dado cuenta que la presencia de católicos ha aumentado de forma importante en dos continentes: Asia -particularmente el Medio Oriente– y África. En contraste, los religiosos en Europa han ido a la baja, mientras que en Oceanía se han mantenido estables.