Uno de los problemas más comunes que tienen las personas en los pies son los juanetes, una protuberancia ósea que se forma en la articulación en la base del dedo gordo, aunque también se pueden desarrollar en el más pequeño.
Un juanete ocurre cuando algunos de los huesos de la parte frontal del pie se salen de su lugar, lo que provoca que la punta del dedo gordo del pie apunte hacia los dedos más pequeños y obliga a que la articulación en la base del dedo gordo sobresalga.
El uso de zapatos apretados y estrechos puede causar juanetes o empeorarlos. También se pueden desarrollar como resultado de la forma del pie, una deformidad del pie o una enfermedad, como la artritis.
Los zapatos que usamos
Los síntomas de un juanete incluyen abultamiento en la parte exterior de la base del dedo gordo del pie; hinchazón, enrojecimiento o dolor alrededor de la articulación del dedo afectado; callos o callosidades; dolor continuo o que aparece y desaparece; así como movimiento limitado del dedo afectado.
Existen muchas teorías sobre cómo se producen los juanetes, pero se desconoce la causa exacta. Entre estas causas están el tipo de pie heredado, estrés o lesiones en los pies y deformidades presentes al nacer.
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Los expertos no están de acuerdo en si los zapatos apretados, de taco alto o demasiado angostos son la causa de los juanetes o si el calzado simplemente contribuye a su aparición, aunque la experiencia de muchos pacientes parece indicar que sí.
Los juanetes podrían estar relacionados con ciertos tipos de artritis, en particular con los tipos inflamatorios, como la artritis reumatoide.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que podrían aumentar los riesgo de tener juanetes son el uso de tacones altos, ya que empujan a los dedos de los pies a la parte delantera de los zapatos, a menudo apiñándolos; o utilizar zapatos que no queden bien, que sean demasiado apretados, estrechos o puntiagudos.
Otro de los factores de riesgo es padecer artritis reumatoide, ya que puede aumentar la probabilidad de desarrollar juanetes, incluso una tendencia a desarrollar este problema puede ser el resultado de la herencia de la estructura o anatomía del pie.
Complicaciones y prevención
Entre las posibles complicaciones de los juanetes destaca la bursitis, una afección dolorosa ocurre cuando las pequeñas almohadillas llenas de líquido que amortiguan los huesos cerca de las articulaciones se inflaman.
También puede genera casos de dedo en martillo, una curvatura anormal que ocurre en la mitad de la articulación de un dedo del pie, por lo general el dedo junto al dedo gordo, que puede causar dolor y presión.
Incluso, los juanetes llegan a provocar metatarsalgia, una afección que causa dolor e hinchazón en la bola del pie.
Para ayudar a prevenir los juanetes, es importante escoger cuidadosamente los zapatos que se usan cotidianamente, deben tener una caja ancha para los dedos, sin que sobresalgan, con espacio entre la punta del dedo más largo y la punta del zapato.
Es importante que los zapatos se ajusten a la forma de los pies sin apretar, ni presionar ninguna parte del pie.
Tratamientos
Las opciones de tratamiento varían de acuerdo con la gravedad del juanete y de cuánto dolor te causa, puede ser desde un cambio de zapatos, algún medicamento y hasta una cirugía.
La primera sugerencia del médico para combatir los juanetes será unos nuevos zapatos, que sean espaciosos, cómodos y que brinden suficiente espacio para los dedos de los pies.
Otra opción es el el relleno o las almohadillas de venta libre para juanetes no medicados que actúan como un amortiguador entre el pie y el zapato, y que alivian el dolor.
También está el uso de plantillas acolchadas, las cuales pueden ayudar a distribuir la presión de manera uniforme cuando se mueven los pies, lo que reduce los síntomas y evita que el juanete empeore.
Aplicar hielo en el juanete después de haber estado de pie demasiado tiempo o si se inflama puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación. Si tienes problemas de sensibilidad o de circulación en los pies, consulta con tu médico antes de aplicar hielo.
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Un tratamiento más común es el uso de medicamentos como el acetaminofén, el ibuprofeno o el naproxeno sódico, los cuales pueden ayudar a controlar el dolor de un juanete. Las inyecciones de cortisona también podrían ayudar.
Si los tratamientos ya mencionados no alivian los síntomas, se podría necesitar una cirugía, la cual no se recomienda por razones estéticas, sino cuando causa dolor frecuente o interfiere en las actividades diarias.
Los procedimientos quirúrgicos para los juanetes se pueden realizar como procedimientos únicos o en combinación e incluyen la extirpación del tejido inflamado de alrededor de la articulación del dedo, enderezarlo mediante la extirpación de parte del hueso o unir los huesos de la articulación afectada de manera permanente.
Otra opción quirúrgica es realinear uno o más huesos en el antepié a una posición más normal para corregir el ángulo anómalo en la articulación del dedo gordo del pie.
Es posible que se pueda caminar con el pie justo después de un procedimiento de juanete. Sin embargo, la recuperación completa puede tomar de semanas a meses.
Con información de Mayo Clinic
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