Aunque sea feriado en Estados Unidos, el mercado de divisas hoy va a operar como un día hábil e intenso. El de bonos de la deuda en dólares y el de acciones no tendrán la referencia del principal mercado del mundo.
Todas las especulaciones anoche giraban alrededor de los criptodólares. La cotización de algunas monedas cripto en pesos, en los exchange cripto marcaban un dólar que llegaba a $303. Pero como todo juego en base a supuestos tiene sus riesgos, no son precios representativos.
Otro dato de la crisis se vio el sábado en la noche, con la disminución de clientes en los distintos restaurantes. Fue la contratara de un viernes donde la actividad gastronómica estuvo a pleno. En lo que todos coincidieron fue en el aumento de los precios en esos lugares de comida y en los supermercados y comercios.
Hoy, todos van a estar mirando los distintos dólares. Las manos más grandes estarán atrás del MEP y el contado con liquidación. El “blue” será objeto de atención de los pequeños y medianos ahorristas y de los que cobraron el aguinaldo. También habrá una larga espera en las computadoras para que los bancos, si no se suspende la operatoria, les venda el cupo de USD 200 mensuales de dólar ahorro que el viernes cerró a 215,54.
Pero el golpe más duro va a venir del lado de los dólares futuro. El jueves el Banco Central, ante la demanda privada sobre los distintos fines de mes, vendió USD 1.000 millones y no logró bajar los precios que subieron hasta 0,60 por ciento. El viernes las compras de fines de mes de privados fueron más intensas y la suba llegó a 0,82% a fin de diciembre donde el dólar, que el día anterior cotizó a $ 173,35 cerró en $ 176,75 a pesar de que el Banco Central vendió USD 2.000 millones.
“El viernes el mercado cambiario operó tranquilo porque por el feriado de Estados Unidos la contraparte norteamericana dejó de trabajar temprano y las mesas locales dejaron de trabajar poco después del mediodía. El dólar quedó tranquilo. Pero el mercado de futuros trabajó a tope porque al no darles el Central acceso a los importadores al dólar oficial, estuvieron comprando toda la semana y el Central en todas las ruedas fue vendedor para calmar los precios, aunque no lo consiguió de la manera que pretendía”, señaló Nicolás Rivas, trader de Buenos Aires Valores (BAVSA).
El legado de Martín
Entonces, primera mala noticia para la nueva ministra de Economía: el cupo de dólares que habilita el FMI para intervenir en el mercado de futuros quedó muy reducido para enfrentar las fuertes compras que habrá hoy de los distintos fines de mes. De julio a diciembre los privados buscarán cobertura y los precios subirán porque las manos allí son muy grandes.
Los exportadores e importadores deben cubrir sus costos y por eso al subir el precio del billete en los fines de mes, la tasa implícita alcanzó a 120% anual efectiva. Ellos no estarán presentes hoy en la plaza mayorista, porque por el feriado los exportadores aprovecharán para no liquidar divisas, algo que se puede repetir a lo largo de la semana si no anuncian cuáles serán las reglas de juego, y los importadores saben que cualquier intento de comprar dólares a precio oficial por un tiempo será en vano.
Por otra parte, en la mente de los privados está que el viernes se vendieron USD 190 millones, que las reservas perdieron USD 192 millones y quedaron en 42.592 millones porque se pagaron USD 250 millones de importaciones de energía.
La otra preocupación que aguarda a la ministra será el viernes cuando deba afrontar vencimientos de USD 700 millones en dólares billete por intereses de los títulos de la deuda.
Ni hablar de lo que será la negociación de la deuda con el Club de París, que estaba a cargo de Guzmán.
La demanda de contado con liquidación y MEP será alta y coincidirá con la caída de los bonos AL30 y GD30 que el jueves y viernes habían ensayado una recuperación.
El hecho contradictorio de que los bonos suban jueves y viernes y el dólar futuro también, indica que nadie en el Gobierno imaginaba el desenlace del sábado. Si alguien hubiera conocido la noticia de que Martín Guzmán iba a renunciar, el dólar futuro hubiera volado más alto y los bonos se habrían desplomado.
Los Bonos del Tesoro que indexan por CER, podrían soportar otra avalancha de ventas y habrá que ver si el Banco Central mantiene su política de comprarlos para preservar su precio. No se sabe cómo será la relación de la nueva ministra con Miguel Ángel Pesce, el titular del Banco Central que no cosechaba las simpatías del kirchnerismo. Pero algo deberán hacer en este tema porque la deuda es demasiado elevada y la inflación en aumento no tienta para tenerlos en cartera. El Tesoro tiene 82% de su deuda en bonos indexados, por lo tanto, no se licúa con la inflación. El “Riesgo Tesoro” estará más presente que nunca en esta nueva gestión.
Por eso, los inversores eligen los bonos corporativos atados al dólar, porque creen que la mayor inflación forzará una devaluación. Si se toma la tasa de futuros, se puede deducir que la estiman entre 30 y 50%.
El otro problema lo van a tener los cambistas en el “blue” que el viernes, por los rumores de desdoblamiento cambiario de desdoblamiento cambiario, vieron como el dòlar post cierre marcaba un precio de $240. Los que cerraron operaciones a pagar el lunes, tienen miedo de que no les cumplan.
Las incógnitas sobre la nueva gestión son muchas y eso significa cobertura, o sea dólar más caro. Preocupa cual será la posición de la reemplazante de Guzmán ante el l compromiso firmado con el FMI.
El cambio de ministros fue en ajedrez como entregar la dama a cambio de un peón. Guzmán respondía a Fernández, Batakis a Cristina Fernández de Kirchner. El que entregó la dama fue el Presidente.
Lo que tienen en común Martín Guzmán y Silvina Batakis es que ninguno trabajó para el sector privado. Uno fue catedrático y la ministra, desde 1992 ejerció cargos públicos.
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