Luxemburgo, 17 oct (EFECOM).- La presidencia española de turno del Consejo de la Unión Europea espera cerrar este martes un pacto entre los Veintisiete sobre la reforma del mercado eléctrico, pero no se plantea prescindir para ello de Francia y Alemania, aunque pudiera salir adelante una votación sin alguna de las dos grandes economías comunitarias.
“Es una decisión que requiere mayoría cualificada, pero a mí me gustaría que fuera por consenso de todas las delegaciones y mi impresión es que no hay nada que nos impida que eso sea así”, dijo a su llegada al consejo de ministros europeos de Energía en Luxemburgo la vicepresidenta tercera en funciones y ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Las posiciones siguen enquistadas entre París, que quiere que los contratos por diferencia (Cdf) a largo plazo puedan aplicarse automáticamente a sus plantas nucleares existentes, y las de Alemania, que teme que esos ingresos extraordinarios puedan beneficiar a la competitividad gala en detrimento de la industria germana.
“Soy optimista. Pienso que no sólo debemos llegar a un acuerdo, sino llegar a un acuerdo que no genere diferencias o discrepancias o desequilibrios que quiebren unas reglas comunes en el mercado interior de la electricidad”, dijo Ribera, quien subrayó que la presidencia española del Consejo hará “de árbitro comprometido con el interés europeo”.
Más allá del tratamiento de esos CfD en los que el Estado acuerda un precio estable por la compraventa de electricidad en un plazo fijo con un generador y después se devuelve la diferencia en función de si el precio final ha sido más alto o más bajo de lo pactado, la vicepresidenta española en funciones se refirió a todos los elementos “muy interesantes” que contempla la reforma, que tendrá aún que negociarse con el Parlamento Europeo.
Se refirió, en concreto, a la “protección de los consumidores, medidas de emergencia si se volvieran a repetir situaciones como las del año pasado, pero también aquellas herramientas que permitan desacoplar en la mayor medida posible los precios puntuales del mercado diario con los precios más estabilizados gracias a contratos a largo plazo con el sistema eléctrico”.
Por su parte, la titular francesa, Agnès Pannier-Runacher, que antes del consejo mantuvo una reunión con la docena de Estados miembros del bloque nuclear, señaló que el debate en torno a la competitividad es “un pretexto para hacer un discriminación hacia la nuclear” por parte de Alemania, una circunstancia que “no es buena para los europeos”.
“No veo por qué habría un riesgo de distorsión de la nuclear dado que la nuclear tiene un precio que ‘grosso modo’ a la mayoría de infraestructuras renovables que existen actualmente como la eólica marina o terrestre y la fotovoltaica”, dijo.
La titular francesa se mostró menos presionada que la mayoría de sus homólogos para alcanzar un acuerdo este martes y dijo que Francia no va “a apoyar nada que pueda herir la competitividad del continente europeo”.
En su turno, la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, apuntó que el ajuste del mercado “no es la gran, gran, gran reforma en la que pensábamos durante la crisis pero es importante”.
“Espero que podamos acordar una posición común hoy. Sé que en este expediente hay mucha atención sobre Francia y Alemania, pero no olvidemos que somos veintisiete y la UE no está restringida a la unión de Francia y Alemania. Dicho esto, la igualdad de condiciones es un tema muy importante. Cuento en su apetito por el compromiso”, declaró.
En términos similares, el ministro checo de Industria, Jósef Síkela, apeló al “espíritu” de la unidad para “conseguir una solución, ya que “sería una lástima fracasar hoy en lograr un acuerdo porque el diseño de mercado es una herramienta para la futura estabilidad en el mercado para prevenir futuras crisis”.
“No podemos tener una solución donde un gran país limite a los demás”, lanzó el checo.
La comisaria europea de Energía, Kadri Simson, dijo al llegar al consejo que ha llegado “el momento de encontrar una solución en este expediente tan importante”.
“La presidencia española ha presentado una propuesta sólida que nos permite llegar a un consenso.Puede llevar algún tiempo, pero en general la atmósfera es positiva para llegar a un acuerdo hoy”, señaló Simson.
“Si no llegamos a un acuerdo hoy, se hará muy difícil finalizar esta propuesta antes de que expire el mandato del Parlamento Europeo” y “no podremos enviar un mensaje fuerte” para que los inversores “lancen nuevos proyectos para alcanzar los objetivos de 2030”, cuando el consumo de energía final de la UE deberá ser renovable al menos al 42,5 %, concluyó. EFECOM
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