Por tratar de ayudar a mover muebles, fue golpeado hasta la muerte un indigente en Suba

Alfredo Poveda, un reciclador de 62 años de Suba, en el noroccidente de Bogotá, fue brutalmente asesinado dentro de una vivienda en el barrio Santa Rita.

La violenta agresión se produjo mientras ayudaba a una familia a mover objetos, pero terminó con un altercado con uno de los hijos de la familia.

Según el teniente coronel Óscar Landazábal, “uno de los hijos de la familia salió y agredió a esta persona, le causó unos golpes y desafortunadamente falleció”. Este incidente es uno más en el aumento en los casos de riñas en la ciudad, pese a una reducción en el número de homicidios registrados recientemente, según datos oficiales, de acuerdo al relato de Landazábal en Citytv.

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En los primeros cuatro meses de 2024, Bogotá ha visto más de seis mil casos de intolerancia y riñas, de las cuales al menos once han derivado en homicidios. Landazábal hizo un llamado a la ciudadanía a respetar la vida y resolver los conflictos mediante el diálogo y la mediación para mejorar la convivencia en la capital.

Los hechos ocurrieron en la calle 138a con Carrera 155 en Bogotá, la mañana del lunes 13 de mayo, según lo reportó el Q´hubo en su impreso del 14 de mayo. Según el reporte de este, medio, un joven de 21 años, identificado como M. Sánchez, golpeó mortalmente a Alfredo Poveda, un reciclador. El suceso ocurrió alrededor de las 9:20 de la mañana después de que Poveda decidió ayudar a un vecino que estaba mudando sus pertenencias tras una discusión familiar.

Alfredo fue atacado sin previo aviso mientras cargaba algunas de las cosas del trasteo. Testigos informaron que el joven, visiblemente enfadado porque se ayudaba al padrastro con la mudanza, se abalanzó sobre Poveda, golpeándolo repetidamente hasta dejarlo inconsciente y posteriormente sin vida. El hecho generó gran conmoción entre los residentes que presenciaron el brutal ataque desde sus puertas y ventanas.

Entre quienes presenciaron el suceso, algunos vecinos describieron la escena como “terrible”. Un comerciante local relató que M. Sánchez comenzó a patear a Alfredo repetidas veces hasta que dejó de moverse. “Para mí, con el primer golpe ya estaba claro lo que quería hacer”, comentó el comerciante, según difundió Q’Hubo. Después de cometer el crimen, el joven se refugió en su casa hasta que llegó la Policía Nacional, quienes debieron protegerlo de los residentes que intentaban lincharlo.

La comunidad se encuentra consternada y llena de miedo. Según los residentes, M. Sánchez es conocido en el barrio por tener un grupo de amigos problemáticos. La captura del agresor fue inmediata, y las autoridades llegaron a tiempo para prevenir un linchamiento. La familia de Alfredo Poveda teme posibles represalias por parte del agresor, incluso considerándose su liberación en un futuro.

Miembros de la comunidad han pedido justicia y la familia de la víctima ha expresado su preocupación por la seguridad. La comunidad demanda que el autor del crimen enfrente las consecuencias legales correspondientes, pues la brutalidad del suceso ha dejado una profunda huella en el barrio.