El 6 de julio de 1885 el científico francés Louis Pasteur administró por primera vez la vacuna contra la rabia a un niño que había sido mordido por un perro. Hasta ese momento, el investigador la había probado solo en perros, pero la grave situación del niño lo llevó a aplicar la inmunización y resultó bien. El chico se salvó. Hoy se celebra el Día Mundial de las Zoonosis, para recordar ese hito en la historia de la investigación científica, que contribuyó al desarrollo de las vacunas, y para concientizar sobre las enfermedades transmitidas por los animales a los seres humanos, como la rabia -que es aún responsable de 59.000 muertes de humanos por año, y la más reciente: la enfermedad por el COVID-19, que ya se llevó la vida de 3,9 millones de personas.
Las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles desde animales vertebrados a los seres humanos. Entre ellas se incluye a la rabia, la psitacosis, la leptospirosis, el carbunco, la tuberculosis, la brucelosis, y a la enfermedad COVID-19. En la actualidad, científicos y autoridades sanitarias están llamando la atención al mundo porque la salud de los animales importa para resguardar la salud humana. Es el enfoque “una sola salud”.
El Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires salió a advertir que en mayo pasado hubo una muerte por rabia en esa jurisdicción. Al siguiente mes, se registró otro caso de rabia en un perro de 3 meses y medio sin vacunar en el Delta de San Fernando. A nivel nacional, hace 13 años no se registraba un caso de rabia humana, el último fue en 2008 cuando un nene de 8 años había sido mordido por un perro en la provincia de Jujuy. En la provincia de Buenos Aires, no se registraba un caso desde hace 40 años.
“Hoy más que nunca necesitamos que la población en general y los profesionales de la salud humana y animal desarrollen una mirada integral de los seres humanos en su interacción con otras especies y con los ecosistemas en general”, comentó a Infobae la doctora Laura Riera, que es científica y directora de la Maestría en Prevención y Control de las Zoonosis de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (UNNOBA).
“Esta mirada de una sola salud no solo debe considerarse solo en el momento en que hay una enfermedad sino que debería ser una actitud permanente con respecto a los animales y al ambiente. El modo en que nos comportamos con los animales y con el ambiente puede poner más en riesgo tanto a su salud como la nuestra. No contemplar la salud animal nos puede perjudicar”, sostuvo la doctora Riera.
En el caso del COVID-19, Riera señaló que “se lo considera de origen animal, pero su mecanismo fundamental de transmisión es de persona a persona. En otras zoonosis, la trasmisión de persona a persona es muy rara. Por ejemplo, en el caso de la fiebre hemorrágica argentina, la transmisión se da por el reservorio del virus que es un ratón de campo”.
Para la experta, “las zoonosis muy variadas. Por lo cual, las medidas de prevención pueden ser diferentes para cada una. Los cuidados de la higiene, el respeto por el ambiente -como no acercarse a lugares donde puede haber roedores que pueden ser reservorios de patógenos- y vacunarse cuando corresponde son algunas de medidas para cuidarse y ayudar al control de las enfermedades”.
En algunos casos, se cuentan con vacunas efectivas, como ocurre con el COVID-19. En otros casos, aún no se han desarrollado vacunas, como es el caso del hantavirus, y por eso las personas deben seguir los consejos de las autoridades sanitarias para no adquirir la infección. “La vacunación tanto en las enfermedades zoonóticas inmunoprevenibles como la vacunación animal, las medidas higiénicas luego del contacto con animales, y el uso de agua potable reducen la aparición de enfermedades zoonóticas”, remarcó Riera.
Consultada por Infobae la doctora Alejandra Capozzo, investigadora en virología del Conicet en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), afirmó que “las zoonosis son un riesgo para la salud pública. La pandemia por el coronavirus lo dejó al descubierto”. “Ya había enfermedades infecciosas humanas que eran previamente desconocidas, surgidas de reservorios animales, como el SARS en 2002, la influenza aviar, y ahora el COVID-19. A esto se suman otras enfermedades zoonóticas que nos acompañan desde hace tiempo como la brucelosis, tuberculosis, triquinosis, hidatidosis, psitacosis, entre tantas otras”.
Los brotes epidémicos y pandémicos -enfatizó la doctora Capozzo- “demostraron que las actividades de cría de animales o la intervención desmedida de los espacios naturales donde habitan los animales pueden representar un riesgo significativo para la salud pública. Hasta ahora el riesgo de las zoonosis estaba subestimado”.
La aparición del COVID-19 y la reaparición de infecciones bacterianas -como la tuberculosis- o virales -como la rabia- “muestra que las zoonosis deben considerarse riesgos emergentes y deben abordarse mediante intervenciones preventivas específicas, a través del trabajo conjunto e interactivo entre especialistas del sector veterinario, médicos, y expertos en salud pública”, subrayó Capozzo, que es miembro de la Sociedad Argentina de Virología y miembro de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Inmunología Veterinaria.
“Se necesita cambiar el enfoque para organizar una estrategia que amplíe las colaboraciones interdisciplinarias y la comunicación en todos los aspectos de la atención médica para los seres humanos, los animales y el ambiente. Esto es el enfoque de una sola salud, y tiene que ser global”, aclaró la investigadora.
Las zoonosis afectan a la humanidad, y cada uno puede poner su parte. Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, el presidente Osvaldo Rinaldi, comentó a Infobae: “De cada 5 nuevas enfermedades, tres son zoonosis a nivel mundial. Cada uno desde su lugar puede prevenir una posible zoonosis”, y brindó estas recomendaciones: “Si una persona tiene un perro o un gato, debe vacunarlo contra la rabia a partir de los tres meses de vida una vez al año. “Se debe cumplir con el plan sanitario de cada animal, y no hay que capturar ni comprar aves o animales silvestres ya que está prohibida su venta”.
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