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(Foto de Sergei SUPINSKY / AFP) (SERGEI SUPINSKY/)
Una imagen vale más que mil palabras, dicen. Hace una semana, un grupo de empleados de una tienda Louis Vuitton en Kiev, salieron al exterior para colocar escudos de madera en la ventana, en medio de la invasión de las fuerzas terrestres de Rusia, que se hicieron presentes en Ucrania. Si bien -esta claro- se trata de un resguardo para el local, los escudos -siempre en el terreno de la metáfora- podrían tranquilamente ser parte de una protección silenciosa que incomoda a algunos, un no pronunciamiento contra la invasión de Rusia que la marca emblema de la alta moda y lujo mantiene por el momento.
La moda nunca es ajena a temas sociales, políticos y económicos. La industria fashionista participa de forma directa y tiene el poder de visibilizar o invisibilizar estas situaciones. Hasta ahora, ninguna firma de lujo –salvo Armani– se manifestó en contra de la invasión de Rusia en Ucrania. Louis Vuitton es una de ellas. Otra lectura entre líneas podría ser el hecho que Antoine Arnault, el heredero del imperio del lujo, se casó con la maniquí rusa y supermodelo, Natalia Vodianova. Aunque todo puede cambiar de la noche a la mañana.
Sin ir más lejos, Vodianova, mostró de qué lado está: de forma independiente, se pronunció en Instagram a favor de las victimas en Ucrania. Mientras el emporio del lujo, mantienen un silencio total. Ni siquiera lo ha hecho LVMH -Louis Vuitton Möett Hennessy- el conglomerado multinacional francés líder absoluto del lujo y dueño de las 76 marcas de renombre en todo el mundo. Solo Jacquemus lo hizo con una imagen de su campaña editada en azul celeste y amarillo dorado, los colores de su bandera.
![Antoine Arnault, el heredero del imperio del lujo, se casó con la maniquí rusa y supermodelo, Natalia Vodianova. Ella por su cuenta y en las redes se manifestó en contra de la guerra](https://i0.wp.com/pulsodebuenosaires.com/wp-content/uploads/2022/03/PUG6Z2XSNBAXNL3E7Y5EFPSUBQ-scaled.jpg?resize=1920%2C2879&ssl=1)
Pero Louis Vuitton no es la única marca de lujo que hasta el momento no se ha pronunciado. Ha pasado lo mismo con Gucci, Dior y Balenciaga. Las pasarelas siguieron con su andar en los últimos días. La invasión de Rusia a Ucrania ocurrió en el mismo momento en que los emporios de la moda hacían sus rondas en Milán, mientras todo el planeta comprendió que, una vez más, el mundo puede cambiar en un instante. La industria por ahora, mostró tibieza. Si bien se escuchan voces contra la escalada bélica, aún el repudio no fue masivo.
Hay una realidad y es que la importancia de Rusia y de los compradores rusos para el sector de artículos de lujo se ha reducido a lo largo de los años. Se estima que los ciudadanos rusos representan menos del 2% de las ventas mundiales de Kering y Richemont, incluido el gasto ruso en el extranjero, por lo que “no es una aportación sustancial”, según analizan dentro del rubro a nivel global.
Armani fue el único diseñador de la semana de la moda Milán en reaccionar ante la invasión rusa en Ucrania presentando su colección en completo silencio. “Buscaba la forma de comunicar que aquí no estamos de celebración, porque lo que está pasando allí fuera me preocupa mucho”, aseguró el diseñador. Si bien fue tímido, su gesto de no poner música en la pasarela, fue una excepción.
![“Buscaba la forma de comunicar que aquí no estamos de celebración, porque lo que está pasando allí fuera me preocupa mucho”, aseguró Armani. Si bien fue tímido, su gesto de no poner música en la pasarela, fue una excepción con respecto a las otras grandes marcas
REUTERS/Alessandro Garofalo](https://i0.wp.com/pulsodebuenosaires.com/wp-content/uploads/2022/03/AFB6YRFCS2ELPGDFXDOE5G4U24-scaled.jpg?resize=5500%2C3667&ssl=1)
REUTERS/Alessandro Garofalo (ALESSANDRO GAROFALO/)
“Tomé la decisión de no usar música en el espectáculo como una señal de respeto a las personas afectadas por la tragedia en curso”, decía una voz en la declaración del diseñador antes del espectáculo. ¿Qué puedo hacer? Solo pude señalar los latidos de mi corazón por la tragedia a través del silencio. Lo mejor es dar una señal de que no estamos contentos, reconocer que está pasando algo inquietante”, dijo Armani a Vogue después de la presentación.
Hace dos, en pleno 2020 y con la sombra del COVID ya sobre Europa, Armani fue el primero en tomar la decisión más drástica: su desfile de otoño/invierno 2020 se celebraba sin público por emergencia sanitaria.
Voces que comienzan a sumarse
Vena Brykalin, director de moda de Vogue Ucrania, quien viajó a la capital italiana sin imaginar que poco después su tierra sería atacada, fue otra de las voces críticas. “Las semanas de la moda han sido históricamente muy rápidas a la hora de reaccionar ante distintos eventos –como atentados– que les han afectado. Pero ninguna gran marca, excepto Armani, ha manifestado su apoyo hasta el momento”, dijo.
Y sumó: “No creo que debamos esperar que el mundo deje de girar. Ni que los diseñadores que han invertido seis meses de trabajo y mucho dinero en una colección cancelen. Creo, y puede que me critiquen por ello, que el espectáculo debe continuar. Pero sí pienso que esta industria está realmente sorda y Milán lo ha demostrado esta semana”. Según cuenta el propio director de Vogue Ucrania, las firmas en Milán no solo se mostraron “sordas” ante la realidad, sino que incluso negaron la invitación a sus desfiles a los pocos periodistas ucranianos que pudieron cubrir el evento, mientras seguían recibiendo a la prensa rusa con los brazos abiertos.
![Moda y Guerra](https://i0.wp.com/pulsodebuenosaires.com/wp-content/uploads/2022/03/FIZLPXYSJFF6DJGKJ3R2GISARQ.png?resize=477%2C486&ssl=1)
Una situación similar vive la modelo Kateryna Zub, que hace una semana voló a la ciudad transalpina desde Kharkiv, la antigua capital de Ucrania, donde permanecen sus padres, con la intención de presentarse a distintos desfiles. Al enterarse del estallido de la guerra se sintió incapaz de seguir trabajando. Cuando llegó a la ciudad, dijo “estar destrozada” y expresó que “lloraba tanto que no podía hacer las audiciones”.
“Es horrible, es una pesadilla. No puedo creer que lo que está pasando en mi país. Me sorprende que la gente en Milán ignorara la situación en Ucrania. Seguían hablando de Prada y Gucci como si nada”, agregó la joven.
“La incomprensible falta de compatibilidad entre los desfiles de moda y la situación de Ucrania es algo que debe abordarse… No sé la respuesta… ¿y tú? La desigualdad duele”, dijo por su parte, acompañado por varios montajes de imágenes que enfrentan la realidad que se vive en Ucrania con los desfiles de la semana de la moda de Milán, Giancarlo Giammetti, cofundador de la firma Valentino.
La directora de casting Ashley Brokaw se encargó de expresar su amor y apoyo a Kristy Ponomar e Iriska Kravchenko, dos modelos ucranianas a las que eligió para el desfile de Prada que se llevó a cabo horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara la guerra a ese país. “Todos usamos gafas de sol para cubrir nuestros ojos hinchados”, dijo la estilista Anna Mazzhyk en diálogo con France 24 de sus compatriotas ucranianos presentes entre bastidores.
![Moda y Guerra](https://i0.wp.com/pulsodebuenosaires.com/wp-content/uploads/2022/03/DNITY5R6KVBRNOOSKJPXZQ3554-scaled.jpg?resize=4331%2C6493&ssl=1)
(Foto de Valentina Frugiuele/Getty Images) (Valentina Frugiuele/)
Otras modelos ucranianas se unieron a Ponomar y Kravchenko para publicar regularmente sobre la crisis. Nacida y criada en Ucrania, Iana Godnia, por su parte, compartió una publicación de Instagram de la estilista Anastasiia Gutnyk que declaraba que “este no es el momento para el show de Prada. Este es un genocidio de una nación que observamos en silencio en las redes sociales”.
A su vez, las modelos Bella Hadid y Kaia Gerber apoyaron a su colega argentina Mica Argañaraz, quien está donando parte de sus ganancias de la semana de la moda a organizaciones ucranianas. “Tengo que decir que se siente muy extraño desfilar sabiendo que hay una guerra en el mismo continente”, publicó en sus redes sociales el pasado domingo Argañaraz, de 29 años.
“Donaré parte de mis ganancias de esta semana de la moda para ayudar a las organizaciones ucranianas”, agregó. “A mis amigos y colegas modelos y a cualquiera que también esté luchando con este sentimiento, quizás esto sea algo en lo que todos podamos contribuir”. Tan pronto como Argañaraz compartió sus pensamientos, muchas otras modelos, incluidas Kiki Willems, Hadid, Gerber, Vittoria Ceretti, Francesca Summers y Aylah Peterson, entre otras, se unieron a su iniciativa.
Las redes sociales se han convertido en el gran catalizador de paz y activismo de los últimos días. “No he publicado nada relacionado con la moda en los últimos días y hemos roto varios acuerdos comerciales”, decían desde la cuenta Stylenotcom, que ha ganado popularidad durante los últimos meses gracias a sus posts gráficos que resumen las noticias de la industria. “Nos sentíamos y nos sentimos incómodos compartiendo cualquier contenido relacionado con moda. Esta página, además de ser personal es trabajo y conlleva ciertas responsabilidades para mí. Continuaré apoyando a Ucrania con todo mi corazón y mi cabeza”, agregaban.
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