En octubre la Cámara de Senadores renovará un tercio de sus integrantes. Como al resto de las provincias, a la ciudad de Buenos Aires le corresponderán tres escaños: dos para la fuerza más votada y uno para la primera minoría.
Según las encuestas, hasta el momento los candidatos de Juntos por un Cambio y el Frente de Todos son los únicos con posibilidades reales.
Martín Lousteau (Juntos por el Cambio)
Era una de las figuras que más intranquilizaban al oficialismo porteño. Un candidato con imagen positiva, buen manejo de los medios, joven y con un perfil más progresista. En 2015, con el sello Eco (UCR-CC-PS) compitió contra Horacio Rodríguez Larreta y casi le arrebata la Jefatura de Gobierno en el ballotage. Cuatro años más tarde, el macrismo logró finalmente sumar a los radicales en el único distrito del país donde Cambiemos no se había conformado y así llevar a Lousteau como candidato a senador en su boleta.
Lousteau, uno de los principales defensores de la idea de “expandir” la coalición gobernante, aceptó la candidatura a primer senador porque le garantiza un lugar en la Cámara alta y un alto nivel de exposición para sostener su proyecto político. Además, el hecho de que Diego Santilli repita como candidato a vice de Larreta y no pueda postularse en 2023 le dejó allanado el camino para convertirse en alcalde de la ciudad de Buenos Aires en cuatro años si lo considera conveniente. No obstante, sus aspiraciones presidenciales podrían hacerlo apuntar más alto.
El economista de la Universidad de San Andrés y de la prestigiosa London School of Economics ya pasó por diferentes cargos en la función pública. Fue ministro de Producción y presidente del Banco Provincia durante la gestión del peronista Felipe Solá como gobernador y de allí saltó en 2007 al Ministerio de Economía. Duró un año en el cargo. Cristina Kirchner le aceptó la renuncia en abril de 2008 en medio del conflicto con el campo a raíz de la implementación de las retenciones móviles a las exportaciones. Tiempo después Lousteau reconoció ciertos problemas técnicos en la implementación de la medida aunque argumentó que la idea original (retenciones fijas) que querían implementar Néstor Kirchner y el secretario de Comercio Guillermo Moreno era “mucho peor”.
En 2013 entró como diputado nacional por el frente UNEN (CC, UCR, GEN y Proyecto Sur) y tras perder la segunda vuelta contra Rodríguez Larreta en 2015 aceptó el ofrecimiento de Mauricio Macri para ser embajador en Washington. Renunció un año más tarde para participar de las elecciones legislativas y ganó nuevamente una banca como diputado. El gesto fue visto con malos ojos dentro del macrismo, especialmente porque tuvo lugar pocos días antes de la primera reunión entre el Presidente y su par norteamericano Donald Trump.
Si bien se afilió formalmente a la UCR en 2017 y cuenta con el apoyo del líder del radicalismo porteño Emiliano Yacobitti y del histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia, Lousteau cuida su imagen de político independiente. Tanto es así que, tras incorporarse a Cambiemos, aclaró en diferentes entrevistas que piensa defender sus propias convicciones y puntos de vista. “Los que nos sumamos no somos gente que se queda callada”, dijo en una entrevista con Infobae también en alusión a Miguel Ángel Pichetto.
El nivel de autonomía que maneja el ex ministro también quedó plasmado en la boleta porteña. Como parte de las negociaciones, fueron vetadas Carmen Polledo y Cornelia Schmidt-Liermann como compañeras de fórmula. Lousteau quería a una candidata con un perfil joven, más progresista y que compartiera su postura sobre el aborto para dar una imagen de mayor coherencia y al mismo tiempo poder sumar a los sectores que no apoyan naturalmente al oficialismo porteño. En este punto, cabe destacar que la pareja del candidato a senador, Carla Peterson, es una reconocida actriz y militante feminista.
El futuro de Lousteau le depara un alto nivel de exposición en un recinto que compartirá -si gana Cambiemos- con figuras como Cristina Kirchner y Miguel Ángel Pichetto. Desde allí podrá marcar posiciones propias, tejer alianzas e impulsar propuestas. En cuatro años, los tiempos de la política marcarán cuál es el mejor camino a seguir: la Jefatura de Gobierno o la Casa Rosada.
Guadalupe Tagliaferri (Juntos por el Cambio)
Es una funcionaria del gobierno porteño que responde políticamente a Rodríguez Larreta pero inició su carrera política bajo el ala de María Eugenia Vidal y Carolina Stanley.
Al igual que la gobernadora bonaerense, dio el paso hacia la función pública -en 2009- desde la Fundación Grupo Sophia, un think tank creado en los 90 por Rodríguez Larreta para el diseño de políticas públicas. Sophia y Pensar fueron dos de los principales semilleros de los cuales se nutrió el PRO en sus comienzos.
Tagliaferri actualmente ocupa el cargo de ministra de Desarrollo Humano y Hábitat pero su foja de servicios es amplia y siempre vinculada a las problemáticas sociales: se desempeñó como directora general de la Mujer, directora general de Atención Inmediata, subsecretaria de Promoción Social y presidente del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Bajo su gestión, el Ministerio de Desarrollo Humano completará la mudanza al predio donde se encontraba el “Elefante Blanco”, un enorme edificio abandonado y ocupado en Ciudad Oculta, Villa Lugano.
Políticamente, su designación busca complementar el perfil progresista y joven de Martín Lousteau para atraer al electorado joven más reticente al larretismo. La politóloga egresada de la UBA de 44 años también se destacó de sus competidoras por ser una “verde” moderada. Durante el debate por la legalización del aborto, declaró públicamente que “personalmente no interrumpiría un embarazo” pero que estaba en favor de la despenalización.
Mariano Recalde (Frente de Todos)
Mariano Recalde era el candidato natural del kirchnerismo para enfrentar a Rodríguez Larreta en la próxima elección de jefe de Gobierno. De hecho, ya había competido contra el alcalde del PRO en 2015, cuando quedó tercero. Sin embargo, desde La Cámpora analizaron, en sintonía con la estrategia desplegada a nivel nacional por Cristina Kirchner, que solo un gran frente opositor que incluyera a todo el peronismo porteño y a figuras independientes podría ser realmente competitivo contra el macrismo en su bastión electoral.
Como el objetivo era ampliar las bases de apoyo de la coalición, aceptaron que el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, encabece la boleta. Pero también hicieron valer el peso de su estructura y la intención de voto de su jefa política para que Recalde ocupe el primer puesto en la tira de senadores (y Paula Penacca el segundo para diputados). Este lugar le garantiza un escaño en la Cámara alta ya que en las elecciones de octubre dos bancas irán para el partido más votado y una quedará para la segunda fuerza.
Recalde es incuestionablemente kirchnerista. Además de ser dirigente de La Cámpora y amigo de Máximo, fue el presidente de Aerolíneas Argentinas entre 2009 y 2015. Bajo su gestión la línea de bandera invirtió grandes cantidades de dinero en la renovación de la flota de aviones y la ampliación de los destinos. Sin embargo, sus predecesores criticaron el importante déficit que el Estado nacional debía saldar todos los meses e implementaron planes para reducir los millonarios subsidios que recibía ininterrumpidamente. Tras el cambio de gobierno, se convirtió en una de las figuras de mayor peso de la bancada de Unidad Ciudadana en la Legislatura porteña. Sus hijas, María Eva y María Cristina, tampoco dejan lugar a dudas sobre su filiación partidaria.
Hijo del histórico abogado de la CGT y ex diputado nacional Héctor Recalde, Mariano es doctor en Derecho y docente de la UBA. Su especialización, al igual que la de su padre, son las relaciones laborales. Comenzó su militancia como tantos otros dirigentes en el Colegio Nacional Buenos Aires, uno de los principales semilleros políticos del país, donde fue presidente del centro de estudiantes. Años más tarde, en la universidad fundó junto con Eduardo “Wado” de Pedro y Julián Álvarez la agrupación NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas).
La candidatura a senador de Recalde se enmarca dentro de la estrategia de Cristina Kirchner para sumar poder en ese recinto clave. Durante la negociación por las listas, hábilmente supo plantar hombres y mujeres leales que incluso ante una derrota le permitirán duplicar su bancada -de 7 a 14-. Pero en el mejor de los escenarios podría sumar hasta trece legisladores si ganara en Río Negro, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Entre Ríos y Chaco. Esa suma la dejaría con 20 senadores, cuatro menos que lo necesario para tener un tercio del recinto por donde pasan todas las leyes.
Dora Barrancos (Frente de Todos)
La socióloga e historiadora feminista había sonado como posible compañera de fórmula de Matías Lammens e incluso contaba con el visto bueno del presidente de San Lorenzo. Además de tener en su haber décadas de reconocida militancia política, Barrancos ya había sido legisladora porteña en 1994 por el Frente Grande de Chacho Álvarez.
Reconocida militante por los derechos de las mujeres, Barrancos es una investigadora de gran prestigio académico que se desempeñó como directora del área de Ciencias Sociales y Humanidades del CONICET. En mayo renunció a la entidad científica con fuertes críticas a las políticas del macrismo en el área y al recorte presupuestario en ciencias e investigación.
La científica de 78 años se licenció en Sociología (Universidad de Buenos Aires), continuó con una maestría en Educación en Brasil -país en el que debió exiliarse durante la última dictadura militar- y se doctoró en Historia (Universidad Federal de Minas Gerais y Universidad de Campinas). Se sumó al Conicet en 1986 como investigadora y en 2010 pasó a formar parte del directorio. Desde hace cuatro décadas estudia las cuestiones de género y es pionera en la investigación del rol de las mujeres en la historia argentina. En la actualidad dirige la Maestría y el Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Nacional de Quilmes.
Junto a Gisella Marziotta, Victoria Donda y Ofelia Fernández, Barrancos le da un incuestionable color “verde” a la boleta del Frente de Todos en la ciudad. Avalada por su prestigio académico, fue una de las tantas personalidades que expusieron sus argumentos en favor de la legalización del aborto ante los diputados y senadores, también encabezó la masiva movilización del 8M. Tras haber sido oficializada como candidata, Barrancos adelantó públicamente que impulsará la ley de aborto legal, seguro y gratuito.
Ramiro Marra (Consenso Federal)
Es una de las verdaderas caras nuevas. El autodenominado “youtuber financiero” saltó recientemente a la fama gracias al poder de las redes sociales. Desde sus cuentas de Instagram, Facebook y Youtube, Ramiro ganó influencia sobre una enorme cantidad de seguidores con sus consejos simples -y cargados de humor- para manejar las finanzas personales.
Por su popularidad y estilo descontracturado, desde las plataformas pasó a la televisión y se convirtió en un asiduo visitante de todo tipo de programas en calidad de columnista económico. Sin embargo, su relación con la política no es tan nueva. Desde hace años mantiene una relación personal y profesional con Marco Lavagna, hijo del ex ministro de Economía y actual candidato a presidente por Consenso Federal. Incluso trabajó en el equipo del diputado desde 2015 como asesor en temas económicos y participó en la redacción de diferentes proyectos de ley.
Marra es licenciado en Finanzas de la Universidad del Salvador, tiene un MBA en la Universidad de San Andrés y un postgrado en Políticas Públicas en la Universidad Torcuato Di Tella. Desde los 18 años trabaja en Bull Market, una consultora financiera especializada en el negocio fintech fundada en 2000 junto a sus cuatro hermanos. “Uno de ellos trabaja en Estados Unidos, es el primer argentino que abre oficinas allá como broker, sacamos la licencia norteamericana”, aseguran con orgullo.
Joven emprendedor y de perfil técnico, asegura que se dedica a “hacerle ganar plata a la gente con sus ahorros” y que se sintió convocado a meterse en política ante las dificultades que afrontan los argentinos en el plano económico. En ese sentido, adelanta que su primer proyecto será incluir la educación financiera obligatoria en los colegios secundarios. “El manejo del dinero es una de las principales necesidades de los argentinos”, asegura.
Desde el punto de vista ideológico se define como un pragmático que “tiende más al liberalismo que al keynesianismo” pero defiende la plataforma de “acuerdo nacional” impulsada por Roberto Lavagna. “No estoy en la fórmula simplemente para ganar votos jóvenes sino para representar a los jóvenes”, argumenta sobre su rol en la boleta de Consenso Federal.
Julio Bárbaro (Consenso Federal)
Bárbaro es lo que se suele denominar “peronista histórico”. Fue diputado en 1973 y en 1983 y funcionario de Carlos Menem durante los primeros dos años de su gobierno como secretario de Cultura. A fines de los 90 participó de la fundación del Grupo Calafate que respaldó a Eduardo Duhalde y luego a Néstor Kirchner.
Este último lo designó interventor del Comfer. Su alejamiento comenzó en 2008, año en que abandonó su cargo. Con el tiempo Bárbaro fue adoptando posturas cada vez más críticas hacia el kirchnerismo y terminó respaldando la candidatura de Mauricio Macri. No obstante, tras la asunción de Cambiemos también se mostró crítico de sus políticas económicas. Recientemente, a pesar de su oposición al kirchnerismo, aseguró que en un eventual ballotage optaría por Cristina.
Bárbaro es politólogo de la Universidad del Salvador y escribe columnas de opinión y análisis político en diferentes medios. También es autor de varios libros sobre actualidad e historia argentina. Durante su juventud fue militante estudiantil y de la agrupación peronista ortodoxa Guardia de Hierro, que se opuso a la vía armada de Montoneros, FAR y FAP.
En abril del año pasado, fue designado interventor del Partido Justicialista junto a Luis Barrionuevo y el intelectual Carlos Campolongo. Junto al segundo y respaldado por el gremialista se presentó en las internas de Consenso Federal a raíz de una disputa por el armado de las listas dentro del espacio que lidera Roberto Lavagna. Sin embargo, la junta electoral partidaria impugnó la lista apadrinada por Margarita Stolbizer y Barrionuevo y aprobó únicamente la encabezada por el economista Matías Tombolini, para jefe de Gobierno; Marco Lavagna como candidato a diputado y Ramiro Marra como senador.
Desde el espacio Progresistas ya presentaron un recurso ante el Tribunal Superior porteño y el Juzgado Federal con competencia electoral de María Servini de Cubría. Ahora resolverá la Justicia.
Jorge Adaro (Frente de Izquierda)
Jorge Adaro es maestro de grado de la Escuela N° 19. Desde 2013 se desempeña como secretario general de Ademys, uno de los gremios docentes más combativos de la ciudad de Buenos Aires. En 2015, el frente Multicolor había sido reelecto con el 72% de los votos.
Al igual que Rubén “Pollo” Sobrero, reconocido dirigente ferroviario del Sarmiento, Adaro pertenece a Izquierda Socialista, uno de los cuatro partidos de orientación trotskista que conforman el Frente de Izquierda.
Desde Ademys han estado en contra de las políticas educativas del macrismo como la creación de la Unicaba, el frustrado cierre de las escuelas nocturnas y la implementación de pruebas internacionales estandarizadas como las Aprender. También denunciaron en repetidas oportunidades la baja en la calidad de las viandas escolares y la falta de vacantes para los niveles iniciales.
Adaro también se ha manifestado en reiteradas ocasiones en contra del líder del sindicato mayoritario en provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel. Dentro de Suteba, apoya a las seccionales “combativas” como la de su compañera de frente Romina del Plá en La Matanza.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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