PEKÍN, 24 dic (Reuters) – Pekín emitió el jueves una serie de advertencias relacionadas con el coronavirus antes de la temporada alta de viajes desde el día de Año Nuevo hasta el Año Nuevo Lunar chino en febrero, pero no llegó a imponer restricciones draconianas.
El gobierno de la capital china hizo un llamado a los residentes para que se queden en la ciudad durante la temporada navideña, enfatizando en una conferencia de prensa que los funcionarios del gobierno y los empleados de las empresas estatales deben tomar la iniciativa.
Pekín reportó dos nuevos casos confirmados con síntomas del coronavirus el 18 de diciembre, seguidos por informes de dos portadores asintomáticos el jueves. El último brote importante de la ciudad fue entre junio y julio, cuando más de 300 residentes contrajeron la enfermedad.
Un trabajador de una empresa de tecnología de 34 años que vive en las afueras del noreste de Beijing dio positivo en un control de rutina, pero voló a la ciudad de Ningbo en el este antes de obtener el resultado.
Por otra parte, un trabajador de un restaurante resultó positivo en la zona oeste de la capital durante un control de rutina de los trabajadores de la cadena de frío.
Antes de la temporada festiva, Pekín pidió medidas más estrictas, como limitar el flujo de clientes para evitar reuniones en centros comerciales, restaurantes y otros lugares de entretenimiento.
Las autoridades capitalinas dijeron que también reforzará las medidas de control y prevención del coronavirus para los vuelos internacionales entrantes, extendiendo sus pruebas de COVID-19 a las pertenencias de los pasajeros.
En el apogeo de la epidemia, la capital china estuvo sujeta a las medidas contra COVID-19 más duras del país, incluidas severas restricciones al movimiento de personas y viajes.
(Reporte de Colin Qian y Ryan Woo; editado en español por Carlos Serrano)
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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