Una red de más de cien “groomers” (acosadores de menores en redes sociales) que abusaron a alrededor de mil niñas y adolescentes a lo largo de 40 años ha convertido a Telford, de una población de 170.000 personas, en la ciudad con la tasa más alta de delitos sexuales contra niños en el Reino Unido.
Entre 2007 y 2009, una investigación policial llamada Operación Cáliz identificó a más de 100 víctimas de pederastia o abuso sexual en la ciudad.
Aunque el caso fue cerrado con 7 convicciones por más de 49 años de prisión en 2013, una nueva investigación de 18 meses conducida por el periódico británico The Mirror sugiere que decenas de predadores sexuales continúan libres y sus crímenes encubiertos.
Tras entrevistar a 12 personas que fueron blanco de crímenes horripilantes, las víctimas acusaron a más de 70 pederastas que seguían libres y sostuvieron que las violaciones continuaban ocurriendo en los últimos meses.
“Odiaba lo que estaba sucediendo y mis abusadores me daban piel de gallina, pero me dijeron que si le decía una palabra a alguien, vendrían por mis hermanas pequeñas y le dirían a mi madre que yo era una prostituta”, dijo una mujer que a los 14 años fue abusada luego de que su número de teléfono fuera vendido a un grupo de pedófilos.
“Noche tras noche, me obligaban a tener relaciones sexuales con múltiples hombres en asquerosas habitaciones y repugnantes casas. Debí haber comprado la píldora de la mañana siguiente en una farmacia local al menos dos veces a la semana, pero nadie me preguntó nada. Quedé embarazada dos veces y tuve dos abortos. Horas después de mi segunda terminación, uno de mis abusadores me raptó para ser violada por más hombres”, agregó la joven. “El peor momento ocurrió justo después de mi cumpleaños número 16, cuando fui drogada y violada por cinco hombres. Días después, la cabecilla de la banda apareció en mi casa y me dijo que la quemaría si hablaba de lo que había pasado”.
Quizá lo más tenebroso del caso fue el grado de encubrimiento al que fue sometido por parte de los autoridades, según una serie de documentos que serán examinados por el Ministerio del Interior. En septiembre de 2016, la diputada conservadora por Telford, Lucy Allan, pidió que se inicie una nueva investigación tras reunirse convíctimas que aseguraban que muchos de los peores delincuentes aún no fueron procesados.
“Actuamos como si no supiéramos de las redes de abuso sexual infantil. Tenemos una desafortunada capacidad de elegir olvidar“, dijo la profesora Liz Kelly, de la Centro de Estudios sobre el Abuso de Niños y Mujeres de la Universidad Metropolitana de Londres
“Probablemente haya toda una cohorte de jóvenes que no están identificados. Somos buenos para identificar a las niñas blancas, pero somos menos capaces de identificar a los hombres jóvenes, a los jóvenes de minorías étnicas, o con discapacidades de aprendizaje u otras discapacidades“, añadió.
Los documentos detallan una serie de crímenes aberrantes desde 1980, algunos de los cuales resultaron en la muerte de las víctimas.
En el año 2000, Lucy Lowe, de 16 años de edad, fue asesinada junto a su madre y su hermana luego de que su abusador, Azhar Ali Mehmood, de 26 años, prendiera fuego su casa.
Mehmood, que trabajaba de taxista, comenzó a abusar de de Lucy en 1997, y ella dio luz a su hija cuando solo tenía 14 años. Aunque fue encarcelado por homicidio tras el incendio, nunca fue procesado por sus delitos sexuales ni por su relación con la niña.
En 2002, Becky Watson, de 13 años de edad, murió en un accidente de auto que fue denunciado como resultado de una “broma”.
Según la investigación del diario británico, Becky habría sido víctima de pederastia por parte de una pandilla asiática que comenzó a utilizarla desde los 11 años.
Su madre, Torron Watson, denunció los hechos en varias oportunidades e incluso le entregó a las autoridades una lista de sospechosos, pero la policía investigó los hechos como un caso de prostitución en lugar de abuso infantil.
“Las chicas como Becky eran tratadas como criminales. Lloraba pidiendo ayuda, pero sentía que no tenía adónde ir. Si el abuso de Becky hubiera sido investigado adecuadamente por las autoridades, más niñas podrían haberse salvado de pasar por este infierno”, dijo Watson.
Una amiga de Becky, Vicky Round, fue abusada por la misma pandilla hasta que murió de sobredosis a los 20 años.
Según explicó su familia, la pandilla logró convertirla en adicta de cocaína a los 12 años y luego la enganchó a la heroína a los 14. “No dudo que Vicky aún estaría aquí si no hubiera sido tan maltratada, pero la gente que hizo de su vida un infierno aún camina por las calles”, dijo su familia.
Consultado por The Mirror, el asistente del Jefe de Policías de West Mercia, Martin Evans, dijo que “estaba al tanto de la información” de la investigación.
“La Operación Cáliz en 2013 fue una de las primeras investigaciones críticas del complejo nacional sobre delitos de manipulación de menores. Se centró en los ataques históricos de Telford y Wrekin y finalmente resultó en siete hombres encarcelados por un total de 49 años”, dijo Evans.
“En los años posteriores nos hemos concentrado particularmente en este problema y trabajamos muy de cerca con la comunidad para que haya confianza a la hora de denunciar estos delitos”, concluyó.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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