Paula Cancio (33) es una mujer sencilla que llama la atención por su tonada madrileña y su belleza. Desde hace un tiempo, se instaló en Buenos Aires por amor: Miguel Ángel Solá (67) conquistó su corazón y tuvieron una hija, Adriana (4). Ambos son apasionados por la actuación y han trabajado juntos en la ficción La Leona, así como también en diversas obras de teatro, como El diario de Adán y Eva, Doble o nada y Testosterona.
“Miguel Ángel es un hombre íntegro, muy humano y generoso. Es un padrazo”, dice en una entrevista exclusiva con Teleshow durante el rodaje de Eso que nos enamora, la primera película argentina que protagoniza junto con Benjamín Rojas (32). Para ponerse en la piel de este personaje, o de cualquier otro que le toque interpretar, siempre utiliza sus conocimientos de psicología. Esta profesión nunca la llegó a ejercer porque su vocación de actriz siempre fue más fuerte. “A mis personajes los siento en el diván y los analizo”, asegura.
Por otra parte, se define a sí misma como una mujer independiente, que en una cita romántica prefiere pagar a medias,aunque admite que le gusta que el hombre sea caballero y educado, virtudes que destaca cuando habla de las diferencias entre los argentinos y los españoles. “Tiene educación, sobre todo en detalles como abrirte la puerta, dejarte pasar primero, eso me parece estupendo”, opina. ¿Y en el caso de las mujeres? “Las argentinas tienen una forma de encarar más dulce, ¿no? Tienen claro hacia dónde van, pero la forma en la que llegan es más seductora, más dulce, como la propia tonada”, señala.
Cancio no solo se ha ganado el amor de Solá, sino que también ha logrado cautivar al público argentino, ya que desde que llegó a nuestro país no ha parado de trabajar, incluso fue nominada a un Martín Fierro y a los premios Ace. “Siento muchísima gratitud con los argentinos, con el país. Cuando he podido hacer la gira de ‘El diario de Adán y Eva’ pude conocer algunas otras partes que no eran Buenos Aires y me di cuenta del cariño que tenían esas personas por mí”.
—¿Cómo es la vida de una madrileña en Buenos Aires?
—Para mí la vida es muy similar a la que yo llevaba en Madrid. Extraño muchísimo a mi familia. Es verdad que aquí tengo a mi familia elegida, tengo amigos, a mi pareja y a mi hija. En ese sentido me siento muy llena. Y luego trabajando, creando proyectos en los que creo, en los que me siento muy muy feliz. Realmente siento similitudes, porque vivo con la gente que quiero y trabajo en lo que me gusta. Me encantaría tener a mi familia, pero por suerte viajamos a España en diferentes momentos del año, lo cual me permite tenerlos aún más cerca.
—¿Qué diferencias encontrás entre el hombre argentino y el español?
—Siento que el hombre argentino es un caballero como los de antes. Tiene algunos modos: te deja pasar antes. Sinceramente me encanta. Yo soy una mujer que me encanta pagar a medias y me encanta ser independiente. La educación en un hombre es siempre bien recibida en una mujer que le gusta ser independiente. Eso es lo que siento en el hombre argentino en general. Tiene una educación, sobre todo en detalles como abrirte la puerta, dejarte pasar primero, eso me parece estupendo y no se debería perder.
—En el caso de las mujeres, ¿qué diferencias notás?
—Quizás las argentinas tienen una forma de encarar más dulce, ¿no? Tienen claro hacia dónde van, pero la forma en la que llegan es de alguna forma más seductora, más dulce, la propia tonada. Nosotras, creo que somos más directas. Hay veces que se pierde algo de seducción en la forma en que encaramos diferentes cosas.
Las españolas somos más directas (que las argentinas). Hay veces que se pierde algo de seducción en la forma en que encaramos diferentes cosas
—Estás en pareja hace cuatro años con Miguel Ángel Solá, ¿qué cosas te enamoran de él?
—Me enamora su forma de ser, es un hombre íntegro en todo sentido, muy humano, muy generoso. La verdad es que me hace la vida muy fácil y muy linda. Con él siento que crezco en muchos sentidos. Además siento que nos retroalimentamos. Él me aporta seguridad, me aporta libertad a la hora de trabajar. Yo le aporto juventud y ganas de vivir, y de emprender proyectos nuevos.
—¿En algún momento, te pesó la diferencia de edad entre ustedes?
—La diferencia sobre todo está en el punto de vista externo de nosotros. Nosotros nos enamoramos de la persona, que era el otro, ¿no? con todo lo que llevaba esa otra persona. Con todas las mochilas propias de cada uno de nosotros, de eso nos enamoramos. Obviamente eso también tenía una edad, pero realmente el foco de atención sobre la edad siempre sentimos que lo ponía el resto.
Nosotros nos enamoramos de la persona, con todas las mochilas propias de cada uno
—¿Cómo fue la decisión de tener una hija? ¿Fue planificada?
—No, llegó. La verdad es lo mejor que nos pasó en la vida. Es un ser de luz hermoso que solo nos hace más felices los días. Así que llegó, pero hay veces que el destino, la vida y el universo te hacen llegar lo que más necesitás. Aunque no seas consciente en ese momento.
—¿Cambió tu vida después de la maternidad?
—Me veo más segura, veo que mis prioridades son otras. Siento que tengo algo que quiero más que a mí misma. De alguna forma, creo que es más sencilla mi vida ahora en cuanto a que soy capaz de que me hagan feliz pequeños momentos. No necesito grandes cosas para ser feliz. Simplemente el escuchar la risa de mi hija ya me hace la mujer más feliz del mundo. Son pequeñas cosas que me enseña ella como mamá, como mujer y como ser humano.
Simplemente el escuchar la risa de mi hija ya me hace la mujer más feliz del mundo. Son pequeñas cosas que me enseña ella como mamá, como mujer y como ser humano
—¿Cómo es Miguel Ángel como papá?
—Es un padrazo maravilloso. Me ayuda muchísimo, puedo delegar mil tareas. En esta profesión, hay veces que nos lleva estar mañanas y noches, trabajando. Cuando yo estoy trabajando y él está en casa, es un padre en el que puedo delegar totalmente, porque todo es gratificante lo que le aporta a la niña y la niña le ama con locura. Estoy muy tranquila y muy feliz de haber elegido a Miguel como papá.
—¿Te ayuda en la casa?
—En todo. La verdad que en la casa estamos cincuenta y cincuenta. Es un ejemplo de lo que debería ser.
—¿Cómo es trabajar con tu pareja?
—Nunca antes había trabajado con una pareja. Para mí es una experiencia que permite nutrirnos también como pareja, ¿no? Crecemos mucho los dos y es muy hermoso aprender, en mi caso, de alguien tan grande como él. Es muy hermoso conocernos mucho más, porque en el trabajo te conocés desde otro lugar. Eso lo llevamos a la vida cotidiana y nos asombramos, nos sorprendemos, queremos sorprender al otro y esto nos lo permite, poder compartir una parte del trabajo juntos.
—¿Qué características tiene el personaje que interpretás en tu nueva película “Eso que nos enamora”?
—Noemí es una fotógrafa que acaba de vivir una experiencia muy traumática en su vida y se encuentra con el personaje de Ariel, que interpreta Benjamín Rojas. Él supone para ella una bocanada de aire fresco, una oportunidad de volver a empezar. Los dos transitan por otro momento personal difícil por el que está pasando Ariel. Y transitan ese tiempo juntos, sin saber mucho de la vida del otro, pero sí acompañándose en todo lo que supone la historia de esta película. Lo que me atrajo de este personaje es lo que no se dice, lo que no se cuenta, esos espacios que dejan al espectador imaginar.
—Estudiaste psicología, ¿usás esas herramientas para componer tus personajes?
—Me recibí (de psicóloga), pero nunca ejercí de forma profesional. Yo (a los personajes) los siento en el diván. Hago un análisis de los personajes muy parecido al que haría un psicólogo con sus pacientes, partiendo de que en ningún momento discuto, trato de entenderles. Y ahí radica el punto de la empatía que yo ejerzo con cada personaje, con independencia de las características que tenga. Siento que todos podemos ser todo, solamente hay que enfrentarnos a ciertas situaciones puntuales. Pero todos en un momento dado de la vida y en una situación extrema podemos llegar a hacer muchas cosas que nos sugieren estos personajes.
Hago un análisis de los personajes muy parecido al que haría un psicólogo con sus pacientes
—¿Por qué decidiste dedicarte a la actuación y no a la psicología?
—Siempre quise ser actriz. La carrera fue ese plan B que sugieren la familia, los padres. Esa alternativa segura o que no tenga tantos inconvenientes como los que se ve desde fuera de este trabajo nuestro. Pero yo siempre lo tuve claro y realmente descubrí en la psicología un montón de herramientas que me ayudaban en mi vocación.
—¿Te sorprendió lo bien que te fue laboralmente? Desde que llegaste, no paraste de trabajar e incluso te nominaron a un Martín Fierro (por La Leona)
—La verdad es que estoy feliz de la acogida que ha tenido este país conmigo, como me ha recibido. Solo puedo dar gracias, las caricias de las nominaciones, primero a los Martín Fierro, después a los premios ACE. En cada lugar que puedo lo digo, no es por dar un halago al pedo, siento muchísima gratitud con los argentinos, con el país. Cuando he podido hacer la gira de “El Diario de Adán y Eva” pude conocer algunas otras partes que no eran Buenos Aires y me di cuenta del cariño que tenían esas personas por mí, que apenas me conocían, salvo por el trabajo de la pantalla chica, que sí es verdad que entra de una forma increíble.
—Sos una mujer muy linda, ¿cómo te cuidás, tenés alguna rutina de belleza, vas al gimnasio, hacés dieta?
—Mi receta es tratar de ser feliz, en cualquier ámbito. No me gusta imponerme cosas que me van a generar un drama, trato de comer sano, pero no me castigo con comer verde simplemente. Voy al gimnasio, pero no voy a los extremos. Si tuviera que señalar algún tip sería que siempre me acuesto desmaquillada. Me parece fundamental la limpieza de la cara a la hora de irse a dormir.
—¿Te sentís una mujer sensual que provoca o te sale de manera natural?
—No trato, no es un objetivo en mí, pero hay algo de lo que proyecto por los personajes que me suelen dar habitualmente que debo tener algo, que se muestra seductora y sobre todo misteriosa. No lo establezco como propósito, creo que ese es el secreto. Si lo tengo, lo tengo, está un poco en el ojo del que ve, no tanto del mío. La verdad es que yo me veo una mujer re normal que trata de cuidarse, pero que vivo muy tranquila mi vida.
—¿En algún momento, te ofrecieron hacer una producción muy jugada, ¿un desnudo?
—Sí, la verdad que todo depende del proyecto que estoy haciendo. He tenido proyectos jugados y si el proyecto lo exige, está justificado, aporta un crecimiento a la historia que estoy contando, no tengo problema. Otra cosa es cuando no tiene ninguna justificación y es simplemente para mostrarme desnuda, mostrar al personaje desnudo. Eso sí que yo trato de no jugarme ahí nada, porque no lo entiendo. Es verdad que en cuanto a las producciones que van con entrevistas a la persona, a Paula Cancio, de un tiempo a esta parte, yo creo que también uno va creciendo, ¿no? Me gusta más mostrarme en los personajes que hago, pero cuando me están entrevistando como Paula Cancio trato de mostrar quién soy, ¿no? Si que es verdad que se juega a una cosa linda y que el otro va a comprar, que es vendible, todo eso lo entiendo dentro de este negocio, pero me gusta más dar otra faceta de mí.
—¿Cuáles son los otros proyectos que tenés para este año?
—Para este año, sigo haciendo teatro. Sigo protagonizando en el Teatro de la Comedia “Doble o nada” junto a Miguel Ángel Sola. Estoy feliz, es un proyecto que nos llena de alegría. Estamos nominados a los premios ACE: él como mejor actor, yo como mejor actriz y el proyecto como mejor espectáculo. El año que viene con más teatro y más proyectos de cine que ya iré contando. La verdad que estoy muy feliz, hay trabajo, hay salud, hay amor… ¡qué más se puede pedir!
LEA MÁS:
Los consejos de Facundo Gambandé, ex “Violetta”, para tener éxito en las redes sociales
La reinvención de Miguel Ángel Solá
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
Sé el primero en comentar en"Paula Cancio: "Las argentinas tienen una forma de encarar más dulce, las españolas somos más directas""