Respaldados por una andanada de cohetes, miembros de Hamas irrumpieron desde Gaza en Israel. Los terroristas palestinos asesinaron al menos 700 personas y secuestraron a más de cien en un ataque sorpresa sin precedentes durante una importante festividad judía el sábado. Las autoridades israelíes en repuesta lanzaron ataques aéreos, y su primer ministro declaró que el país ahora está en guerra.
Terroristas de Hamas atacaron ciudades y otras comunidades a hasta 24 kilómetros de la frontera de Gaza. En algunos lugares mataron a tiros a civiles y soldados del ejército de Israel.
Estos acontecimientos representan el mayor ataque contra Israel desde que Hamas tomó el control de Gaza en 2007. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reportaron que se lanzaron aproximadamente 3.200 cohetes, un número significativamente mayor en comparación con los ataques del inicio de las crisis de 2014 y 2021. Hamas utilizó innovadores medios para infiltrarse en Israel, incluyendo parapentes motorizados. En respuesta a estos eventos, las autoridades israelíes desplegaron la Operación Espadas de Hierro, que incluye ataques aéreos en Gaza, y llamó a los reservistas.
La escalada del conflicto ha sido sorpresiva para Israel y para la comunidad internacional. Los funcionarios israelíes ya hablan de un fallo masivo de inteligencia dado que no estaban preparados para la capacidad de Hamas de llevar a cabo tal operación. Israel no estaba preparado para una escalada tan dramática del combate. Cabe destacar que los incidentes del sábado coinciden casi exactamente con el 50º aniversario del ataque sorpresa que marcó el comienzo de la Guerra Árabe-Israelí de 1973.
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Cómo entró Hamas y qué atacó
El grupo terrorista Hamas lanzó un potente ataque con cohetes hacia el sur de Israel a las 6:30 a.m (03:30 GMT) de tal escala que las sirenas de alerta se escucharon hasta en Tel Aviv y Beersheba. Según informaron las fuerzas militares de Israel, unos 2.500 misiles fueron disparados.
El ataque sirvió como distracción para la infiltración sin precedentes de los terroristas palestino. De acuerdo con el ejército israelí, a las 7:40 am (04:40 GMT) los miembros de Hamas cruzaron a Israel.
La infiltración de los combatientes se produjo mayormente a través de las brechas en las barreras de seguridad entre Gaza e Israel. La mayoría cruzó por tierra pero también hubo terroristas que cruzaron la frontera utilizando parapentes motorizado. También se informó de una lancha transportando combatientes hacia Zikim, una localidad costera israelí con base militar. Además, un video mostró a seis motociclistas cruzando por un hueco en una barrera metálica y una fotografía de Hamas revelaba a una excavadora derribando un tramo de valla.
A las 9:45 a.m (06:45 GMT), se escucharon explosiones en Gaza y a las 10 a.m (07:00 GMT) el portavoz militar de Israel anunció que la fuerza aérea estaba ejecutando ataques en la zona. Según el ejército israelí, los terroristas palestinos lograron penetrar al menos tres instalaciones militares en la frontera: Beit Hanoun (llamada Erez por Israel), la base de Zikim y la sede de la división de Gaza en Reim. Hamas compartió videos de combatientes corriendo hacia un edificio en llamas y exponiendo su dominio en una parte de una instalación militar israelí.
El líder de Hamas en Cisjordania, Saleh al-Arouri, emitió un llamado a las armas, instando a todos, especialmente a los combatientes de la resistencia en Cisjordania, a luchar en esta batalla. Posteriormente, se difundieron imágenes de varios vehículos militares israelíes capturados y siendo llevados a Gaza para su exhibición pública.
Los miembros de Hamas asolaron varios poblados israelíes, como Sderot y Be’eri, así como la ciudad de Ofakim, situada a 30 km al este de Gaza. Mientras, los habitantes del sur de Israel convertían sus hogares en refugios antiaéreos utilizándolos como salas de pánico. Hasta última hora de la tarde, las tropas israelíes seguían trabajando para liberar las comunidades invadidas por los combatientes de Hamas.
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Cómo siguen los combates
El conflicto entre Hamas e Israel se intensificó en su segundo día, con la FDI determinada a tomar el control de Gaza. Tras el inesperado ataque del sábado, las palabras del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, marcaron la gravedad de la situación: “Ciudadanos de Israel, estamos en guerra”.
Con la Operación Espadas de Hierro, Israel golpeó varios objetivos en Gaza. Los civiles fueron instados por las FDI a abandonar de inmediato sus áreas residenciales para su seguridad mientras las operaciones militares israelíes continúan apuntando a Hamas. Las operaciones militares han convocado a “decenas de miles” de reservistas israelíes para prestar ayuda y se aseguran de estar “listos en el norte” en caso de ataques desde Líbano o Siria.
Netanyahu afirmó temprano el domingo que la “primera fase” de la respuesta de Israel concluyó, y aseguró que las fuerzas israelíes repelieron a la mayoría de los terrorista de Hamas dentro de su territorio. Mientras tanto, las especulaciones sobre una posible invasión terrestre a gran escala de Gaza por parte de Israel continúan.
El presidente Biden y otros líderes mundiales condenaron a Hamas, respaldando a Israel y su derecho a defenderse. Las naciones árabes, incluida Arabia Saudita, han pedido una desescalada, pero se han abstenido de culpar al grupo terrorista.
Ataques de Hezbollah
El conflicto ha impactado también al Líbano, cuyo grupo terrorista respaldado por el régimen de Irán, Hezbollah, asumió la responsabilidad de atacar tres sitios israelíes en un área conocida como Granjas de Shebaa mediante misiles y artillería.
El blanco de la acometida fueron tres sitios militares israelíes que se encuentran en la región en disputa del Monte Dov. Las Fuerzas de Defensa de Israel no notificaron ningún herido.
“La resistencia islámica de Hezbollah atacó tres posiciones del enemigo sionista en las granjas libanesas ocupadas de Shebaa, con gran cantidad de proyectiles de artillería y misiles teledirigidos”, afirmó el grupo terrorista chiíta libanés en un comunicado, en el que añadió que se “solidarizaba” con un ataque a gran escala por aire, mar y tierra lanzado el sábado por el grupo palestino Hamas contra Israel.
El vocero del Ejército informó que “la artillería de las fuerzas está atacando actualmente la zona del Líbano desde donde se llevó a cabo un tiroteo”. En ese sentido, agregó que se han tomado las medidas preparatorias, al tiempo que aseguró que las fuerzas israelíes “continuarán operando en todas las regiones y en cualquier momento que sea necesario para garantizar la seguridad de los civiles”.
Luego, desde la FDI confirmaron que se trató de un ataque organizado por el grupo de terrorista de Hezbollah. La contraofensiva se realizó con aviones no tripulados que tenían como objetivo una tienda de campaña que el grupo rebelde instaló en el territorio israelí hace meses.
En diálogo con Infobae, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel Liro Haiat, aseguró que la zona está protegida y que el mensaje hacia Hezbollah es muy claro: “Si utilizan esta oportunidad para atacarnos las consecuencias para ellos serán muy altas”.
La posibilidad de un efecto dominó que se derrame desde la región envalentonados por el trágico saldo de Hamas es uno de los temores más fuertes del Gobierno y de la sociedad israelí. Temen que el desplazamiento de todo el poderío militar israelí al sur podría dejar el norte desamparado. De todas formas, las autoridades israelíes ya negaron tajantemente que algo así pueda suceder, y la rápida reacción de esta madrugada lleva algo de tranquilidad.
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El papel de Jordania y Egipto
El presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el rey de Jordania, Abdalá II, pidieron este domingo que se intensifiquen “los esfuerzos regionales e internacionales” para detener la escalada de la violencia.
Ambos líderes mantuvieron una conversación telefónica, según un comunicado de la Presidencia egipcia, en la que pidieron a las partes que “ejerzan el autocontrol para detener el derramamiento de sangre y evitar un mayor deterioro de la situación”.
Asimismo, acordaron intensificar la comunicación entre Jordania y Egipto para “avanzar hacia una solución integral y justa sobre la cuestión palestina y sobre la base de la solución de los dos Estados”, la más apoyada por la comunidad internacional.
Jordania, que mantiene relaciones con Israel desde 1994 y tiene responsabilidad en la gestión de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, pidió ayer frenar la escalada en Gaza y sus alrededores, y alertó de las graves repercusiones de la violencia.
Por su parte, Egipto fue el primer país árabe en firmar la paz con el Estado judío, en 1979, y se ha erigido históricamente como el principal mediador entre las milicias palestinas e Israel.
De hecho, fuentes de seguridad informaron a EFE de que Israel ha pedido a Egipto que interceda y ayude a negociar la liberación de los israelíes secuestrados como una de las condiciones para frenar el conflicto.
Por otra parte, el brutal ataque de Hamas a Israel ocurre en un momento en que Arabia Saudita está decidida a firmar un pacto militar que lleva a Estados Unidos a dar protección y defender al reino a cambio de un acuerdo de paz con Israel. Y está dispuesta a hacerlo incluso si Israel no ofrece concesiones importantes a los palestinos en su apuesta por la creación de un Estado. Los tres países se preparan para un anuncio conjunto en las próximas semanas y podría haber una firma con acto en la Casa Blanca. Sin embargo, los recientes enfrentamiento podrían afectar este acuerdo.
(Infografías: Marcelo Regalado)
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