Paris 2024 no es la línea de llegada para la igualdad de género

Anillos olímpicos en París (Reuters)
Anillos olímpicos en París (Reuters) (BENOIT TESSIER/)

Los Juegos Olímpicos de Verano de 1984 en Los Ángeles fueron un momento cumbre de mi carrera: me convertí en la primera mujer árabe africana que ganaba una prueba olímpica. Esta victoria fue todo un orgullo tanto para mí como para muchas jóvenes y mujeres de todo el mundo para las que fue una auténtica motivación.

No obstante, la noche previa a la carrera estaba muy nerviosa porque todas las miradas estaban puestas en mí. Era la única mujer de la delegación marroquí y había llegado hasta la final de los 400 m vallas, una prueba que hacía su debut olímpico femenino ese mismo año.

Cuarenta años después, acudiré a los Juegos Olímpicos Paris 2024 como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y presenciaré la primera edición con plena igualdad de género. La primera en la que competirán el mismo número de mujeres que de hombres.

Hemos llegado muy lejos. En 1924, las mujeres solo representaban el 5% de los competidores. En Los Ángeles ya éramos el 23 %, y gracias al compromiso creciente del COI, estas cifras no han hecho más que aumentar; en los Juegos Olímpicos Tokyo 2020, las mujeres representaban casi el 49 % de los cerca de 11 000 deportistas. En París lograremos la ansiada paridad.

Además, el COI ha situado la igualdad de género en el centro de la ceremonia de apertura gracias a un cambio normativo que no solo autoriza, sino que también promueve que cada delegación nombre a una mujer y a un hombre como coabanderados.

Nawal El Moutawakel, tras ganar el oro, en los 400 m con vallas en Los Ángeles 1984
Nawal El Moutawakel, tras ganar el oro, en los 400 m con vallas en Los Ángeles 1984

Los Juegos Olímpicos son una de las pocas competiciones en las que las mujeres pueden recibir tanta atención mediática como sus homólogos masculinos. En cada edición de los Juegos Olímpicos hay franjas horarias que atraen a grandes números de telespectadores, así que hemos ajustado el programa para asegurarnos de que la repartición de finales y horas totales de competición es igualitaria en esas franjas.

El Movimiento Olímpico podrá enorgullecerse de Paris 2024, un acontecimiento que supone la culminación de un arduo trabajo emprendido por el COI, las federaciones deportivas, los comités olímpicos nacionales, los organizadores y, por supuesto, los deportistas. Estos Juegos serán la culminación de nuestro compromiso estratégico con la igualdad de género, aunque ciertamente no serán la meta.

Partiendo de este logro extraordinario, ahora alentamos a nuestros socios a ir más allá del terreno de juego y abordar la situación de las entrenadoras, que requiere mucha más atención. En los últimos 10 años, solo el 10% de los entrenadores olímpicos son mujeres, una cifra que apenas se ha movido.

Sin embargo, los entrenadores son personas con visibilidad e influencia en la toma de decisiones. Necesitamos que las jóvenes y las mujeres vean entrenadoras para convencerse de que ellas también pueden llegar a puestos de responsabilidad e influencia. Necesitamos entrenadoras por los mismos motivos que el mundo empresarial necesita mujeres en los cargos directivos. El reto comienza en el nivel de base y hará falta tiempo para corregir esta desigualdad, puesto que una carrera de entrenador requiere de 10 a 12 años a nivel nacional antes de llegar al nivel olímpico. Se necesita más tiempo para ser entrenador que para ser deportista de élite.

Aunque el COI no tiene influencia directa en la selección de los entrenadores que participan en los Juegos Olímpicos, estamos decididos a afrontar esta cuestión y a ayudar a nuestros socios a crear vías para el acceso de más entrenadoras a la élite. Esta respuesta del COI tiene un elemento fundamental que está ganando impulso: el programa Women in Sport HighPerformance Pathway Programme (WISH), que capacita a más de 100 mujeres de más de 50 países y 17 deportes para entrenar a nivel de élite.

Está claro que quedan muchas otras barreras por derribar. Como les ocurre a los deportistas para los que trabajamos, no es fácil alcanzar el éxito. Se necesita tiempo, esfuerzo, valor y tenacidad. Ahora tenemos que asegurarnos de que los pasos que hemos dado por el camino de la igualdad en Paris 2024 se traduzcan en un cambio perenne.

*Nawal El Moutawakel es vocal de la Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional


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