Orlando Petinatti: “Hoy a los argentinos les han sustraído el grito sagrado de libertad”

Orlando Petinatti
El periodista Orlando Petinatti lleva temporadas al frente del programa “Malos Pensamientos”

Su nombre de nacimiento es Freddy Nieuchowicz Abramovich, pero popularmente se lo conoce como Orlando Petinatti. Sin dudas, se trata de uno de los comunicadores más audaces de Uruguay, con un humor ácido y con poco filtro para preguntar y responder. Sus frases desconciertan porque casi todo lo dice con una sonrisa en la cara y una carcajada constante para encarar diferentes temas como la inseguridad, algo que lleva al extremo cuando afirma que no se castiga a los delincuentes como se debería, acusando a jueces y fiscales, y por supuesto, a quienes deben hacer cumplir la ley.

Desde hace treinta años conduce el emblemático programa de radio “Malos Pensamientos”, hoy en la FM 101.9 Radio Azul, donde sus oyentes, unos 300 mil por día, lo aclaman como “Peti” y le confiesan sus miserias, sus dolores y sus alegrías, que él transforma en risas y, en ocasiones, en lágrimas emotivas y auténticas. Suele tocar temas sensibles, desde la censura y la inmigración hasta la seguridad como derecho ciudadano. En “Malos Pensamientos”, donde no falta lugar para un segmento serio, ya sea de editoriales o de entrevistas muchas veces introspectivas, maneja el humor junto a una audiencia fiel, para hablar de temas cotidianos, sexuales, sentimentales y de actualidad.

Pero además, este año la televisión lo tendrá como jurado de la versión uruguaya de “Got Talent”, interpretando el mismo papel que Simon Cowell. Lo que sigue es una conversación de colega a colega, donde charlamos sobre la crisis sanitaria y sobre la política actual.

-En varias ocasiones acusaste al último gobierno del Frente Amplio de entregarle el país a los delincuentes. ¿Qué pensás de Luis Lacalle Pou, con todo lo que le tocó vivir desde que asumió?

-Bueno, no acusé al último Gobierno de nada, simplemente había que leer las noticias. El presidente de mi país asumió el 1 de marzo, y el 6 de marzo se confirmó el primer caso de coronavirus en Uruguay. Con celeridad y con fortaleza, el viernes 13 de marzo comenzó una especie de cuarentena responsable, donde se le pidió al ciudadano que actuara acordemente. Lacalle Pou se rodeó de científicos, comenzaron a hacerse cada vez más testeos, se aislaron los casos graves, se acondicionaron hoteles y hospitales para frenar un posible contagio masivo, se controlaron las fronteras y, por sobre todas las cosas, repito: hubo responsabilidad por parte del gobierno y de la gente. La oposición progresista y el ex presidente Tabaré Vazquez pidieron la cuarentena obligatoria, pero en mi país priman el sentido común y la libertad desde sus orígenes mismos. La batalla no está ganada porque estamos frente a una pandemia mundial, pero lo que está haciendo el Gobierno cuenta con más del 60% de aprobación, y me incluyo en ese porcentaje. Me hubiera gustado que ustedes vivieran estos meses de la misma manera.

-¿Es cierto el dilema que viven los gobiernos en la pandemia entre lo sanitario y lo económico? ¿Te gusta la postura de Uruguay?

-Creo que hemos sido razonables en este momento como país con las medidas tomadas por Lacalle.

-¿Qué opinas sobre Alberto Fernandez?

-Alberto Fernández es el presidente de los argentinos y, por lo tanto, quiero expresarme con mucho respeto, tal como corresponde cuando hablamos de esa investidura. En lo personal, lamento que esté haciéndoles vivir a los argentinos esta especie de “infectadura”, como la llamaron los científicos e intelectuales, en una carta valiente y contracultural dirigida a él. Si bien esa carta se titula “La democracia está en peligro”, siento que la democracia deberían cuidarla más. Han recuperado la democracia, pero ¿tienen República? Me refiero a la separación de poderes, a no reprimir a los que piensan distinto, a que el Poder Judicial verdaderamente no dependa del Ejecutivo, a que la libertad de expresión sea una cara de un triángulo que incluya a la libertad de prensa y a la libertad de información. Lo que cambia en Argentina es la persona de la cual se enamoran, pero lo que no cambia es su pasión por el pensamiento único. Hoy a los argentinos les han sustraído el grito sagrado de ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

Un pueblo con cultura y educación sabe cómo cuidarse responsablemente. No necesita que a uno lo encierren, o que la policía lo pare, como en los años 70. Económica, y sobre todo moralmente, la gente está cada vez más desanimada. Amo la Argentina, amo Buenos Aires y disfruto de ella siempre que puedo. Si no, no hablaría con este fervor. Me da mucha pena todo esto que está pasando.

Orlando Petinatti

-¿Y de Mauricio Macri?

Mauricio Macri tuvo una gran oportunidad y la desaprovechó, se equivocó y quiso corregirse, no le dio el tiempo y a los argentinos, no les dio el coraje.

-Sos un defensor de la libertad de prensa, y también sos uno de esos comunicadores que no tienen miedo a decir lo que piensa. ¿Qué opinás de los medios de comunicación en Uruguay? ¿Creés que son abiertos, que hay lugar para los extranjeros?

-Los medios de comunicación en Uruguay, un país hecho por y para inmigrantes, son serios, responsables y muy cuidadosos al manejar noticias e información. No somos tan jugados como los medios argentinos y deberíamos serlo sin irnos a los extremos, pero tiene que ver con una cultura más de bajo perfil y de respeto por el oyente y el televidente. Es una prensa libre, y por suerte el periodismo uruguayo vive y respira libertad. Soy un defensor de las libertades y celebro que mi país siempre le abra las puertas al extranjero, una palabra que no me gusta demasiado, venga de donde venga. Esa fue históricamente la posición de Uruguay: abrirse de brazos para recibir a gente de todo el mundo. En los últimos años hemos recibido miles de venezolanos y dominicanos, y los argentinos siempre son bienvenidos a esta tierra de libertad, un país de libre circulación de todas las monedas, donde se respetan las leyes y nadie es más que nadie, como quería Artigas. Cada vez más escucho que argentinos tienen la idea de venirse a vivir al Uruguay, y me parece espectacular. Eso sí: Suárez es mejor que Messi. Y Cavani, también (risas).

-Del Caso Nisman, ¿qué podrías comentar?

-Nada para agregar, ha sido suicidado, y creo que la posición de la Corte Suprema de Justicia, en el sentido de que su muerte violenta está vinculada con su trabajo, ha sido sensata y corajuda.

-No sos un periodista que pase desapercibido. ¿Cómo haces para que no te afecten los que te castigan con sus palabras?

-A lo largo de mi carrera en los medios, tanto en la radio como en la TV, he sido siempre muy profesional y respetuoso de la responsabilidad que significa tener un micrófono y una cámara delante. Pero también muy frontal y honesto; la gente lo sabe y, tanto en las coincidencias como en las discrepancias, se me ha respetado. En mi país se valora también la libertad de pensamiento. Además, manejo el humor como un arma para decir cosas que quizá son difíciles de decir para un periodista convencional. Con humor podés decir las cosas más duras, y siempre con una sonrisa. Las redes sociales, como ha dicho el novelista, filósofo y semiólogo Umberto Eco, “les dan el derecho de hablar a legiones de idiotas”. Aun así, entiendo que se expresen de la manera que sea. En este 2020 “Malos Pensamientos” está celebrando 30 temporadas, y ningún programa se sostiene tanto en el aire y con el éxito que tiene si no existiera respeto por parte de quien comunica. De todas maneras, la crítica cuando es ofensiva no cuenta y, si lo único que pretende es hacer daño gratuitamente, no es crítica: es envidia y resentimiento, y más que ofenderme me hace más fuerte. Más allá de eso, cuando un programa de radio logra que un hijo conozca a su padre, que una familia se reencuentre o que la gente te agradezca sacarla de la depresión y generar una jornada de donación de sangre con total éxito en plena pandemia, las críticas no me tocan.

-¿Creés que hay un amor no correspondido entre los argentinos y los uruguayos?

-Debo confesar que ustedes, queridos hermanos, siempre han tenido hacia nosotros un amor genuino, muy cariñoso, y que se han mostrado muy receptivos con los uruguayos que han viajado a la Argentina para encontrar su lugar en el mundo. Ejemplos de artistas uruguayos que han triunfado en Buenos Aires, desde Gardel hasta Natalia Oreiro, Julio Sosa y Hermenegildo Sábat, hay un montón, así como ha habido una infinidad de artistas y deportistas. Quizá los uruguayos no seamos tan demostrativos, seguramente por ser más pequeños en tamaño. Pero sepan que nuestro corazón es inmenso.

La Argentina ha sido siempre cuna de grandes y enormes talentos individuales en el deporte, la cultura, la música, el teatro, el cine, la literatura, la medicina, el ballet, ¡y hasta un Papa metieron! Talentos que admiro y que respeto. El país es maravilloso y su gente también. Ojalá Dios los ilumine y, parafraseando a Charly y Spinetta, Argentina, “rezo por vos”.

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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS

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