
Por Héctor Larios Córdova*
De forma sorpresiva, Carlos Urzúa hizo pública su renuncia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a través de una breve pero dura carta al presidente, se queja de que “se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”, “mis convicciones no encontraron eco” y se queja que personajes influyentes le han impuesto funcionarios sin conocimiento hacendario y con patente conflicto de interés.
Al principio, varios conocedores del tema consideraron que la carta y la renuncia tenían el propósito de incidir en que el gobierno cambiara su manejo económico introduciendo más prudencia y ortodoxia, sin embargo en muy breve tiempo el Presidente nombró al sucesor y afirmó que “tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se venía imponiendo desde hace 36 años”, “Es cambio, transformación, no simulación, no más de lo mismo”.
Ha designado a Arturo Herrera, un economista capaz y experimentado, que ya trabajó con él como su tercer secretario de finanzas en el gobierno de la Ciudad de México, es de la misma línea que Urzúa, con la diferencia que tiene menos fuerza e imagen pública, de forma que no se puede esperar ningún cambio y quizá vaya de mal en peor.

El mayor reto que las finanzas públicas de México enfrentan es el que se deriva de Petróleos Mexicanos (Pemex), empresa que en la administración pasada fue gravemente afectada por corrupciones. Lo que sumado a ser una de las empresas petroleras más ineficientes, con el mayor número de empleados por barril producido, y con el contrato laboral más oneroso, con una deuda de 105 mil millones de dólares.
La actual administración ha cancelado las licitaciones para que particulares participaran en exploración y extracción de petróleo y ha iniciado la construcción de una nueva refinería en “Dos bocas”, proyecto que reducirá la bajísima ganancia operativa y aumentará los elevados costos de operación (los más altos en el mundo), estas decisiones han llevado a las calificadoras a bajar la evaluación de la deuda de Pemex.
El nuevo secretario, en su calidad de subsecretario, declaró en Europa hace unos meses que este proyecto sería diferido, buscando tranquilizar a las calificadoras, sin embargo, al día siguiente, el propio presidente lo descalificó y ratificó la decisión de seguir adelante.
El riesgo de perder el grado de inversión de la deuda de Pemex y considerarla como “papel basura” contaminará la deuda soberana del país y si esto pasa, nos llevaría en cuestión de horas a una fuga de capitales de inversión que México atrae con altos intereses y de ahí a una profunda crisis financiera.

La renuncia del secretario Urzúa sin duda aumenta el riesgo de que se presente esta crisis, adicionalmente fortalece a los personajes que han sembrado funcionarios con “patente conflicto de interés”, y fortalece a la oficial mayor, Raquel Buenrostro, brazo ejecutor de los draconianos recortes a todas las áreas, que han desmantelado varios instrumentos del Estado y generado crisis en sectores como la Salud, provocando por falta de medicamentos y materiales pérdida de vidas humanas y muchas tragedias más.
Esta renuncia, además, pone de manifiesto el estilo personal de gobernar, en varias dependencias existe un conflicto duro y áspero entre quienes dirigen la dependencia y el personal que designó Raquel Buenrostro, conflicto que merma los resultados de la Administración Pública.
No es una renuncia normal, como ha habido varias en otras administraciones o en esta misma, es un verdadero parteaguas de la economía y las finanzas públicas en México, plantea al Gobierno la disyuntiva de corregir el rumbo o subirse al tobogán del descrédito y la crisis. Lamentablemente, la reacción del presidente es decir que el rumbo es el correcto y que no cambiará.
Ante la amenaza del Presidente Trump de poner un arancel del 5% a las exportaciones mexicanas, López Obrador cambió 180 grados la política migratoria de los centroamericanos, pasó del declararlos bienvenidos a combatirlos y reprimirlos violando incluso sus derechos humanos, un muestra de que si es posible que cambie de opinión.
Los mexicanos hacemos votos porque en el manejo económico López Obrador pueda corregir y trabajar por el bienestar de los mexicanos.
*Ha sido Diputado Federal, Senador y Secretario General de Gobierno de Sonora, actualmente es secretario general del Partido Acción Nacional (PAN) Twitter @LariosHector
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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