Hace unas décadas, incluso siglos, los ancestros acostumbraban a nombrar a sus hijos con el nombre del santo del día en que nacieron, no en vano en las famosas “Mañanitas” hay una estrofa que dice: “Hoy por ser día de tu santo te las cantamos aquí…”.
El onomástico es el día en que se festeja algún santo, aunque es común que mucha gente lo use como sinónimo de cumpleaños, lo cual es erróneo, pues al hablar de él sólo se alude al listado de los nombres del santoral.
Como todos los días del año, este 20 de agosto también se conmemora a las mujeres y hombres que destacaron por tener conexiones especiales con las divinidades, que hicieron buenas acciones por el prójimo, y que tenían una elevada ética y moral, motivos que los llevaron a ser canonizados o beatificados y formar parte del santoral.
Santo del día
Samuel fue un profeta y el último juez de Israel, que fue instruido por Elí, a quien sustituyó en Israel cuando éste murió. Fue el responsable de ungir a David como rey, de cuya descendencia nació Cristo.
Según se cuenta en las santas escrituras, Samuel nació del matrimonio de Elcana y Ana, quien pudo concebirlo tras orarle a Dios, pues era estéril.
Fue durante su infancia que Samuel “fue llamado por Dios”, por lo que le entregó su vida a través del servicio en el templo de Silo, a cargo del sacerdote Elí.
San Samuel Profeta ungió al primer rey de los israelíes, Saúl, pero rechazado por su falta de fidelidad, también ungió a David.
San Samuel Profeta tiene un gran peso en la tradición judía, en donde incluso se le llega a poner a la altura de Moisés y Aarón, pues fue él quien resolvió el problema del versículo bíblico que prohíbe la mezcolanza entre moabitas, amonitas e israelitas.
Junto a este santo, hay otros personajes que también son celebrados este día como los siguientes:
San Bernardo de Claraval
San Filiberto de Noirmoutier
San Cristóbal de Córdoba
San Leovigildo de Córdoba
San Máximo de Chinon
Beato Bernardo Tolomeo
Beato Gervasio Brunel
Beato Ladislao Maczkowski
Beato Luis Francisco Le Brun
Beata María Climent Mateu
Beata María de Matías
Qué es la canonización
La Iglesia Católica y ortodoxa usan la canonización para declarar como santo a una persona ya fallecida, lo que implica incluir su nombre en el canon (lista de santos reconocidos) y el permiso de venerarla, reconociendo su poder ante Dios.
Durante el Cristianismo, las personas eran reconocidas como santas sin necesidad de un proceso formal; sin embargo, ello cambió en la Edad Media.
En el caso del catolicismo, la Iglesia debe hacer una investigación exhaustiva de la vida de la persona a santificar y existen cuatro formas de lograr el nombramiento: la vía de las virtudes heroicas; la vía del martirio; la de las causas excepcionales, confirmadas por un culto antiguo y fuentes escritas; y la del ofrecimiento de la vida.
Además, se considera si la persona vivió las virtudes cristianas en un grado heroico o si sufrió martirio a causa de su fe, asimismo, es requisito indispensable que haya hecho al menos dos milagros (o uno en el caso de ser mártir).
La canonización se hace en una solemne declaración papal y se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica.
No hay un periodo establecido para realizar la canonización de un personaje, pues incluso hay casos como el de San Pedro Damián que fue canonizado hasta 756 años después de su muerte o, por el contrario, el caso de San Antonio de Padua que fue nombrado hasta 352 días después de su deceso.
La última canonización tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el Papa declaró santos al cardenal John Henry Newman y a la hermana Dulce, de Brasil.
SEGUIR LEYENDO:
Sé el primero en comentar en"Onomásticos para celebrar hoy: el santoral del 20 de agosto"