Noruega se convirtió en la nueva campeona del mundo de balonmano femenino tras superar 29 a 22 en la final a las campeonas olímpicas francesas, este domingo en Granollers (cerca de Barcelona).
Francia llegó a tener hasta seis goles de ventaja (16-10) en la primera parte, pero las escandinavas protagonizaron una gran remontada en la segunda mitad.
Es el cuarto título mundial conseguido por Noruega en esta competición, tras los conseguidos en 1999, 2011 y 2015. Tanto en 1999 como en 2011 habían logrado su oro superando también a Francia en el duelo decisivo.
Las jugadoras galas no pudieron por lo tanto culminar un año perfecto, tras su medalla de oro olímpica en Tokio, y tampoco pudieron tomarse la revancha de la final perdida el año pasado ante las noruegas en el Europeo.
“Estamos muy decepcionados por haber perdido, por haber jugado muy mal en la segunda parte y por recibir un resultado tan amplio. Jugamos bien los veinte primeros minutos, pero tendríamos que haber llegado a los vestuarios con dos o tres goles más. Ellas se repusieron fuertemente”, se resignó el entrenador francés, Olivier Krumbholz.
Noruega había eliminado el viernes a España, vigente subcampeón mundial y país anfitrión.
Las ‘Guerreras’ españolas se quedaron este domingo sin la medalla de bronce al perder en el duelo por el tercer lugar por 35-28 ante Dinamarca.
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