El gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, de la UCR, está enojado: Alberto Fernández visitará este miércoles la provincia dos semanas después de haber dictado un laudo arbitral que la perjudica para construir la obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento y por eso el mandatario provincial decidió no recibirlo. “No puedo ser hipócrita, ponerme al lado del Presidente y reírme si hace 17 días nos pegó un palazo -dijo a Infobae-. El problema es la torpeza de él, que no debería venir a Mendoza y debería esperar un tiempo para visitarnos. Hasta es provocativo. Acá la gente tiene mucha bronca”.
El jefe del Estado llegará a una provincia gobernada por el radicalismo desde 2015 para recorrer una planta de tratamiento de efluentes en Lavalle y una cárcel en Luján de Cuyo.
Los planes para construir Portezuelo del Viento, que estuvieron parados durante décadas, cobraron impulso durante el gobierno de Mauricio Macri, pero Mendoza entró en conflicto con La Pampa, que pidió que se hiciera un estudio de impacto ambiental, algo que finalmente se llevó adelante. El laudo que firmó el Presidente implica una nueva evaluación de ese tipo y deriva la aprobación de las obras a lo que decida el consejo de gobernadores del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), cuyos miembros deben tomar una resolución en forma unánime. Como La Pampa se va a oponer, Suárez advirtió lo que sucederá: “No vamos a poder hacer nunca la obra”.
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Según el gobernador mendocino, la decisión del primer mandatario “no es sólo un fallo contra Mendoza y en favor de La Pampa, sino que es en contra de toda la Argentina”. Por eso, afirmó, “es una locura recibirlo hipócritamente como si nada hubiera pasado”, ya que en la provincia la obra de Portezuelo del Viento “es un tema en el que coinciden todos los partidos, e incluso La Cámpora”.
Además, Suárez criticó la ofensiva de Alberto Fernández contra la Corte Suprema es “un ataque a las instituciones para congraciarse con Cristina Kirchner” y consideró que el pedido de juicio político contra el alto tribunal por parte del Gobierno “no le hace bien a la economía argentina”.
— ¿Por qué no recibirá al Presidente?
— El último día de 2022, dictó el laudo de Portezuelo del Viento, sobre lo que veníamos insistiendo desde hace mucho tiempo. Hicimos todo el proceso licitatorio y yo no adjudiqué las obras a partir de una declaración que hizo el Presidente cuando asumió, cuando dijo que Portezuelo no se iba a hacer si no había acuerdo con La Pampa. Nosotros abrimos las antenas en ese momento y hemos sido muy precavidos hasta que llegó el momento en que tuvo que laudar a favor de nosotros. Hicimos todos los estudios de impacto ambiental, aprobados por el COIRCO desde el comité ejecutivo, donde están los técnicos, pero el consejo de gobernadores sólo decide por unanimidad. Si hay una oposición no puede aceptar nada. Por eso cuando el Presidente laudó, dijo que hay que hacer estudios nuevos y que debe someterse al consejo de gobernadores, implica que La Pampa se va a oponer y que no vamos a poder hacer nunca la obra. Fue una manera de decirnos que no con otras palabras. Eso fue hace 17 días. Por eso no se me pasa por la cabeza cómo se le ocurre venir a Mendoza despues dde laudar en contra de la provincia. Este es un tema de agenda absoluta de todos los partidos y hasta de La Cámpora.
— ¿Por qué cree que visitará igual la provincia?
— No le encuentro explicación. Para nuestra provincia significa 10 mil empleos y 240 mega de energía. Pero no es sólo un fallo contra Mendoza y en favor de La Pampa, sino contra toda la Argentina.
— ¿El laudo es un guiño a La Pampa?
— Es un guiño absoluto a La Pampa.
— ¿Por motivos políticos?
— Hay que preguntárselo a él. No podemos hacer la obra en estas condiciones. Es absurdo hacer los estudios porque La Pampa va a decir que no y así no se aprobará. Le dije al Presidente que esta sería la obra más importante que se iba a iniciar en Latinoamérica. Me solidarizo con la bronca que hay entre la gente. Es una locura recibirlo hipócritamente como si nada hubiera pasado.
— ¿Ya le avisó al Gobierno su decisión?
— Por supuesto. Llamé a Presidencia y hablé con Julio Vitobello (secretario general de la Presidencia) y le dije que no lo iba a acompañar porque estamos indignados con la resolución que dictó.
— El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, atribuyó su decisión a la campaña electoral.
— ¿Qué campaña si no soy candidato a nada? Es Alberto el que va a venir de campaña.
— ¿No considera que su actitud es parecida a la que siempre se le critica al kirchnerismo?
— Lo pensé, pero represento al pueblo de Mendoza y hasta los propios (aliados al gobierno nacional) lo condenaron por este laudo. Es el sentimiento de toda la provincia. Si no, ahora estaríamos festejando y adjudicando la obra. No puedo ser hipócrita, ponerme al lado del Presidente y reírme si hace 17 días nos pegó un palazo. El problema es la torpeza de él, que no debería venir a Mendoza y debería esperar un tiempo para visitarnos. Hasta es provocativo. Acá la gente tiene mucha bronca”.
— ¿Qué opina sobre el pedido de juicio político contra la Corte que impulsa el Presidente?
— Quiere congraciarse con Cristina (Kirchner) atacando a la Corte, pero es un ataque a las instituciones lo que está haciendo. Los fallos están para cumplirlos, más los que son adversos. Todo esto es tocar fondo y le hace mucho mal a la economía porque una de las variables económicas fundamentales es la confianza que se tenga en un gobierno. Por eso es lo que está pasando con el dólar, al que no pueden contener, y con la inflación que sigue siendo alta. Es como si tuvieras 40 grados de fiebre y lo bajás a 39. Quiere decir que seguís teniendo fiebre, que estás mal.
— ¿La suba del dólar es por la ofensiva contra la Corte?
— Por supuesto, todo esto genera incertidumbre. Pero hay una certeza: en este país es la pobreza, los indigentes. Es una situación por la que el Presidente no debería estar en campaña. La gente está mal.
— Pese a eso, ¿cree que el plan de Sergio Massa puede estabilizar la economía?
— Ojalá que traiga eso porque es lo que pretendemos todos los argentinos y desde mi posición vamos a estar colaborando en ese sentido, pero si el Gobierno no genera confiabilidad es difícil por más que Massa haga todos los esfuerzos. ¿Como se puede tener confianza en un gobierno que no cumple el fallo de la Corte o que quiere enjuiciar a sus miembros? Eso le hace mal a Massa, en definitiva.
— ¿Coincide con los economistas que afirman que este gobierno le dejará una bomba al que gane las próximas elecciones?
— En la Argentina, de aquí a fin de año pueden pasar tantas cosas… Es difícil un pronóstico. Massa tiene metas, se ha propuesto bajar la inflación en marzo o abril. Veremos qué pasa, pero hay que ir siguiéndolo mes a mesa. Todo lo que hace el resto del Gobierno, fundamentalmente este pedido de juicio político a la Corte, no le hace bien a la economía argentina.
— Respecto de Juntos por el Cambio, ¿lo ve al radicalismo fuerte para encabezar la fórmula presidencial o secundando a un candidato del PRO?
— El mecanismo de las PASO es muy bueno para quienes quieren competir. Nosotros lo utilizamos en Mendoza cuando fui candidato a gobernador contra el PRO y después estuvimos todos juntos. En el radicalismo se verá quién está en condiciones de competir. Sobre el tema nacional no tengo mucha información. No soy candidato a nada y estoy muy abocado a la gestión.
— ¿No prefiere a ningún candidato en la UCR, Gerardo Morales, Facundo Manes o algún otro?
— Más allá de los candidatos, el radicalismo junto con el PRO deben trabajar con las fundaciones de los partidos para estudiar bien qué hay que hacer en el país y cómo hay que hacerlo. Después veremos quién tiene el mejor desempeño para llevar esto adelante, quién tiene más poder político que, a la vez , da confiabilidad. Tiene que haber mucha sensatez debido a la crisis que hay en el país entre los dirigentes. Deben hacer una buena oferta a la sociedad y poder hacer los cambios que haya que hacer.
— ¿Le preocupa que el radicalismo no pueda ofrecer un candidato fuerte?
— Me gustaría que hubiera alguien. No sé cómo están Gerardo (Morales) o Facundo (Manes) en el país. No participo mucho de esa cuestión. Este trabajo en la provincia es arduo.
— ¿Considera que la UCR debe tener un rol más protagónico en Juntos por el Cambio?
— Tiene que tener una actitud protagónica sobre la base de la sensatez, de tener una buena oferta electoral de todo el espacio con todos los que pensamos lo que debería pasar en la Argentina. El populismo no nos lleva a ningún lado. Tenemos que competir y luego estar juntos. En la reunión de la Mesa Nacional de JxC en febrero vamos a plantear todas estas cuestiones. En el radicalismo de Mendoza demostramos que se puede gobernar bien, tenemos un “modo Mendoza” que tiene que ver con la austeridad, con un Estado más inteligente, una mejor prestación de servicios. Estamos trabajando con el socialismo, con el PRO y con distintos partidos dentro de Cambia Mendoza porque el espacio hay que ampliarlo y hay que competir dentro del espacio.
— ¿Es una alusión a Omar De Marchi, el diputado del PRO que quiere ser candidato a gobernador y busca enfrentarse con el radical Alfredo Cornejo para gobernar la provincia?
— El enfrentamiento está bien que se produzca, pero que se dé dentro de las PASO. No hemos hecho como muchas provincias en donde se derogaron las primarias. Las hemos mantenido. Acá tenemos todas las herramientas para que se compita como lo hice en su momento con De Marchi. El que gana, gana y el que pierde, acompaña, como tiene que ser.
— De Marchi quiere ir por afuera de Juntos por el Cambio.
— El no lo ha dicho, muchos lo suponen. Mendoza es un distrito electoral importante y es una elección anterior a las PASO nacionales que puede ser una vidriera de lo que puede pasar con JxC en el país. Sería realmente muy torpe que alguien se vaya del espacio, un mensaje muy malo para lo que viene en la Argentina. Los dirigentes nacionales tendrían que trabajar en cada uno de los 24 distritos para que haya reglas claras de competencia. Eso está estipulado: el que se va no puede usar el sello de JxC. Pero hay que hacer esfuerzos para que se compita por adentro.
— Sin embargo, en el mapa electoral de Juntos por el Cambio hay varias provincias en las que hay peligro de ruptura interna. ¿Lo preocupa ese panorama?
— Por eso hay juntarse, como se propuso en la última reunión de la Mesa Nacional. Cada espacio tiene sus líderes y tiene que asumir sus roles, trabajar en las provincias y buscar la unidad. Aparte, la sociedad no nos va a perdonar si nos dividimos. Y nos va a elegir tampoco. Por eso hablaba de la sensatez de toda la dirigencia para entender lo que está pasando en la Argentina. A nadie le importa la carrera de ningún político, sino que a la gente le importa que trabajes para solucionar los problemas.
— Líderes de la UCR como Morales y Martín Lousteau se mostraron con Horacio Rodríguez Larreta, y Patricia Bullrich lo hará en breve con radicales como Gustavo Valdés y Carolina Losada. ¿Cómo ve esta división que hay en el radicalismo respecto de la interna del PRO?
— Va a ir ocurriendo eso. No me preocupa. Es probable que haya fórmulas mixtas, pero lo importante es que haya competencia. Como radical, ojalá que haya alguien del partido que sea competitivo.
— ¿Qué opina sobre la posible candidatura de Mauricio Macri?
— Macri tiene un liderazgo importante en el PRO y en un sector importante de la sociedad. Sacó más del 40% de los votos cuando perdió. Representa a muchos, pero no sé si será o no candidato. No me gusta opinar cuando los propios protagonistas no dicen qué van a hacer.
— ¿Cree que tiene derecho a presentarse?
— Por supuesto, y aparte tiene la experiencia, que es importante.
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