Ser deportista implica un camino lleno de mucha adversidad, peor aún para un deportista paralímpico. En una valiente elección, son muchos los que tienen que lidiar contra discriminaciones, prejuicios y abandonos en su pelea por la gloria. Y eso lo sabe Niel García Trelles, que se hizo bastante fuerte desde pequeño para perseguir sus sueños.
A corta edad, Niel sufrió un grave accidente, que le imposibilitó caminar, saltar y jugar como normalmente lo hacía durante su infancia. Sin embargo, él mismo se las arregló para continuar su vida y ser tan feliz como lo es hoy. El deporte fue su principal refugio.
Después de una larga pelea, levantando pesos inimaginables que no cualquiera podría levantar, el mayor representante del parapowerlifting nacional cumplió uno de sus más grandes anhelos: subirse al podio de los Juegos Parapanamericanos.
Una tierna mirada al cielo, elevando la medalla de bronce con su mano, resumió lo que fue el trabajo de varios años y un sacrificio inconmensurable para lograr esta hazaña. Pero aún, a sus 50 abriles, buscará cosechar más frutos en su disciplina. Le sobra gasolina y, sobre todo, fuerzas.
Niel García narró su historia y sus logros a Infobae Perú y, además, pone sobre la mesa un tema de discusión: la diferenciación que hoy existe con el término “para”. El piurano no está de acuerdo con ello y responde el por qué.
– Cuéntame tu historia. ¿No puedes caminar desde nacimiento o qué fue lo que sucedió?
Yo tuve un accidente cuando tenía nueve años. Me caí de una altura muy grande y a raíz de ese accidente, me fracturé la columna y ya no pude caminar. Camino con muletas a partir de ese momento.
– ¿Qué tan difícil fue aceptar las secuelas de este accidente?
Bueno, a cualquiera le puede pasar, no solamente a mí. Nadie está libre de tener un accidente. Pero pienso que la vida te da algunas oportunidades. Y a mí el deporte me cambió la vida. Al comienzo fue traumático, no creas que es fácil aceptar un accidente cuando uno corría, caminaba y saltaba como todo niño. De un momento a otro tienes un accidente, pero la vida continúa y hay que seguir adelante. Me hice fuerte desde muy pequeño.
– ¿Cómo inició tu aventura deportiva?
Desde siempre me ha gustado el deporte. Ahora estoy 100% en el deporte paralímpico, pero yo comencé a hacer deporte convencional en powerlifting, levantamiento de potencia. Son tres modalidades. Yo practicaba una, que es press de banca, donde tuve éxitos internacionales. Gané ocho sudamericanos, un panamericano y competí en dos mundiales. En el segundo mundial saqué medalla de bronce en Sudáfrica.
– ¿Trabajabas a la par de tu preparación? ¿Qué hacías?
Claro. Antes no había toda la logística y el apoyo que hay ahora. Ahora hay más apoyo. Cuando yo comencé a hacer deporte, había cero apoyo, era muy complicado. En algunos pasajes de algunos sudamericanos o en campeonatos mundiales yo mismo tuve que solventar mis gastos. Hacer deporte de alta competencia es un gasto muy grande, en realidad.
– ¿En qué tuviste que trabajar?
Yo trabajaba pintando. También estudié electrónica, yo soy técnico electrónico y arreglaba radios, televisores, planchas y todo eso. Cuando mi hijo nació, me había comprado una moto para trabajar. En realidad trabajo desde que tenía 11 años y he trabajado en lo que sea. El trabajo dignifica a la persona. Yo soy de Piura y ahí era mototaxista a mucha honra. Me sentía bien, ganarse una moneda honradamente es gratificante.
– ¿Alguna vez has sufrido discriminación por tu condición o te han cerrado las puertas?
En algunas oportunidades sí, pero en realidad no me importa si me miran mal o me miran bien. Eso me da igual. Me he hecho fuerte desde muy pequeño. A mí la discriminación o que me den un insulto por tener una discapacidad, no me interesa. Soy fuerte mentalmente y eso me ayuda bastante. A ese tipo de cosas yo no les tomo importancia, son irrelevantes para mí. Si me cierran una puerta, se abre otra, así de simple.
– ¿En algún momento has pensado en tirar la toalla?
Nunca pasó por mi cabeza retirarme o dejar de hacer deporte. Desde mi punto de vista, eso no va conmigo. No siempre te van a decir sí a todo, hay momentos que te van a decir que no por muchos motivos. Y tampoco significa que esas empresas sean malas o que el IPD y la Federación sean malos. Simplemente, en esa oportunidad no se pudo apoyar y toca seguir adelante.
– Sobre el tema del apoyo del IPD, ¿sientes que es suficiente?
Estoy muy agradecido con el IPD, porque siempre me ha apoyado y me sigue apoyando hasta ahora, como la Asociación Nacional Paralímpica del Perú. En realidad, sería mezquino decir que nunca me han apoyado. Eso es mentira. Pero al hacer deporte de alta competencia, a veces el apoyo no alcanza. Me apoyan en algunos viajes con algunas competencias, pero hay competencias que me las pierdo porque no tienen presupuesto. Hay otras cosas que faltan, nunca es suficiente.
– ¿Qué crees que debería mejorar para los paratletas?
Hay muchas cosas por mejorar en realidad. Yo pienso que debería haber un mayor incremento en el apoyo para el deportista de alta competencia, tanto para tener más entrenamiento, como para tener una mejor suplementación y más torneos.
– ¿Te parece mal usar el término “paratleta” o “paradeportista”?
Para mí es una mala palabra que no debería existir. Somos atletas y punto. Nada más. No sé de dónde sacaron esa palabra “paratleta”. Creo que es ofensiva en realidad, porque te ponen un disyuntivo que te minimiza. Uno es deportista y punto.
– ¿Cómo recuerdas tu participación en Lima 2019?
Yo en Lima 2019 estaba voceado a ganar una medalla, pero un mes antes del torneo me fracturé la pierna en un accidente casero. Tuvieron que operarme un mes antes del torneo. Obviamente yo llegué a competir y estuve muy motivado. Pero una operación te merma el estado físico. Yo mentalmente estaba al 100%, pero físicamente estaba mal. Igual luché por una medalla, pero obviamente el factor físico no me permitió y quedé en el quinto lugar. Pero eso no significa que yo sea un mal deportista. Al contrario, hay torneos que se van a ganar y otros que se van a perder. Es parte de la vida misma. En esa oportunidad me tocó perder, lo asumí con mucha responsabilidad y respeto porque había dado mi mejor versión, pero estaba débil. Ahora las cosas cambiaron.
– ¿Cómo te sentiste al tener tu revancha y ganar el bronce en Santiago 2023?
Me seguí preparando. Logré competir en mis segundos Juegos Paralímpicos en Tokio 2020 y seguí para adelante. Mi meta era Santiago. Yo quería podio e hice un trabajo muy fuerte con un equipo multisectorial de profesionales del IPD que me apoyaron en todo momento. Y un trabajo muy planificado y estructurado. Detrás de un deportista, hay toda una gama de profesionales, toda una línea del primer nivel que te apoyan constantemente y por eso se logran los resultados.
– ¿Qué representó ese importante logro para ti?
Fue algo gratificante porque había entrenado muy fuerte. Hacer deporte de alta competencia te priva de muchas cosas. Yo tengo familia, tengo una esposa y tengo un hijo, y no vivo con ellos. Vivo en la Videna. Yo solamente los veo los fines de semana. He tenido que sacrificar muchas cosas, pero al final pienso que valió la pena todo el esfuerzo.
– ¿Cuál es tu siguiente objetivo?
Mi próximo objetivo es París 2024 y lo voy a lograr. Tengo la marca B, pero quiero clasificar directamente con la marca A. Tengo todavía dos torneos más, uno en mayo y otro en julio. Tengo chance de poder clasificar y llegar lo más lejos. A esta altura del partido, cualquier cosa puede pasar.
– ¿Te ves en el podio paralímpico de París 2024?
Sí, siempre me veo en el podio. Desde siempre me veo siempre ganador. Yo siempre voy a luchar y dar lo mejor de mí en la competencia… dejar a mi país en lo más alto. Esa es mi mentalidad. Un podio siempre está presente. Aunque a veces no se dan las cosas, igual entreno para ganar, no para perder, no para pasear o hacer turismo. En todos los torneos que he ido, siempre he traído una medalla, porque para eso me preparo.
– ¿Qué sueño crees que te falta cumplir?
Pienso que todavía tengo madera para rato. Creo que puedo pelear un ciclo olímpico más, y eso lo estoy analizando. Porque hacer deporte es muy sacrificado en realidad. Después de París 2024, voy a analizar muchas cosas, pero sí me gustaría acabar mi carrera con un ciclo olímpico más. Todavía no he pensado en el retiro, no está en mi mente, porque me siento física y mentalmente fuerte.
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