Invitada a Debo Decir, por América, Nazarena Vélez venía hablando de lo mucho que cuesta rechazar trabajo. Y confesó que, en determinado momento, se ve obligada a decir “basta” porque su cuerpo no lo podría resistir. Entonces, Luis Novaresio le preguntó sin vueltas si, en algún momento, había sentido que se iba a morir. Y ella reconoció que sí. “Fue cuando dejé las anfetaminas. Me me quedé tirada en la cama y me quería levantar, pero no me podía mover. La cabeza me funcionaba y el cuerpo no”, contó la actriz.
Y luego detalló: “Sentía el corazón: ‘¡Tun, tun, tun!’. Me acuerdo que los nenes estaban en el colegio, tenía a Barbie y al Chino (Thiago nació después de ese episodio). Y dije: ‘¡Ay, me van a encontrar muerta acá!. ¡Dios mío!’. Y todo por haber tomado anfetaminas”.
Entonces, Nazarena contó que en aquel tiempo se automedicaba. “Yo me drogaba, eso era. Las anfetaminas son droga. Me acuerdo que cuando me agarró como un pre infarto o no me acuerdo como se dice, el médico me dijo: ‘Hacé de cuenta que tenés treinta líneas de cocaína en el cuerpo’”, señaló. Y explicó que todo eso lo hacía solo “para estar flaca”.
“Yo, lamentablemente, pertenezco a una generación donde la gordofobia era muy grande, lo sigue siendo. Cuando era chiquita veía los programas y el gordo era el boludo, el tonto…Era fuerte. Y yo, de chiquitita, era gordita. Además, en el colegio los chicos son muy crueles. Y me acuerdo que a los 14 años, como que pegué un estirón y dije: ‘Esto es lo que quiero’. Ahí es cuando empiezo a trabajar como modelo”, destacó la actriz.
Sin embargo, sus comienzos en el modelaje no fueron nada fáciles. “Para mí era una necesidad trabajar. Y yo siempre tuve mucha cola. Así que en el primer comercial que quedé me dijeron: ‘Sos divina, tenés que bajar tres kilos o cuatro’. Era un miércoles y el sábado grababa. ¡Y yo no quería perder la plata! No tenía la ilusión de ser modelo, pero sí quería la plata. Quería laburar. Así que a esa edad, chiquita, me fui a la farmacia a comprar laxantes y diuréticos. ¡Era la única manera!”, contó Vélez.
¿Cómo terminó la historia? “Llegué deshidratada, pero lo hice”, reconoció Nazarena. Y agregó: “Después, con el tiempo y con la gran presión social, porque tenemos una gran presión aún hoy, y con la necesidad de laburar y el hecho de no querer dejar el trabajo, porque en el primer comercial ya me pagaron mil dólares y no había forma de rechazarlo, sacrifiqué mi salud”.
Nazarena contó que a los 14 años pesaba un metro setenta y tres y pesaba cincuenta kilos. Pero que siempre se había vestido de negro, no sólo porque le gustaba sino también porque sentía que ese color la estilizaba. “Te ves de negro y te ves mejor”, dijo. Sin embargo, contó que su hija la convenció de usar otro color para su reciente boda con Lucas Rodríguez. “Me dijo: ‘Vos a mi casamiento de negro no venís. ¿Cómo negro y de trajecito?’. Así que me vestí de verde”, explicó.
¿De qué manera logró terminar con su adicción? “Me pesó mi parte de mamá. Yo, de verdad, me considero una muy buena madre. Yo doy todo por mis tres hijos. Los amo con locura. Entonces, cuando sentí que me estuve por morir y después los médicos me lo confirmaron, dije :’¡Wow! ¿Yo me creo buena mamá? ¿Mirá si mis hijos me encontraban y decían: ‘No, se pasó de pastillas…’. Yo no quiero eso, estoy loca’. Si no me pasaba eso, no se si actualmente no seguiría tomando. Porque cuanto más flaca estuve, más trabajo tuve”, finalizó.
SEGUIR LEYENDO:
El apasionado beso entre Natalia Oreiro y Carlos Baute en los Premios Platino
Benjamín Amadeo habló de su ruptura con Lali Espósito: “Tomó dimensiones que no esperaba”
Sé el primero en comentar en"Nazarena Vélez: “Para hacer mi primer comercial me obligaron a bajar tres kilos de un miércoles para el sábado”"