Después de la captura y liberación de Ovidio Guzmán López, surgieron versiones de que el lugar donde se había desarrollado todo fue la casa de su novia. Aunque hasta ahora se desconoce el nombre de la joven, su relación con ella fue determinante para que se realizará el operativo de hace una semana en Culiacán en el que perdieron la vida 14 personas.
Las autoridades habrían interceptado las llamadas de Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, con su novia lo que les dio la pista de que Ovidio estaría el 17 de octubre en el fraccionamiento Tres Ríos, donde presuntamente vive la joven.
La novia del hijo del Chapo no es la única que, sin ser la esposa, ha marcado una parte de la historia de los narcotraficantes mexicanos, desde Sara Cosio con Rafael Caro Quintero, actrices hasta reinas de belleza que han perdido la vida en medio de tiroteos forman parte de estas páginas.
La hija de familia y el príncipe del narco
La historia de Sara Cosio y Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara sucedió en los años ochenta en la capital de Jalisco.
El poder que le daba el dinero le permitió a Caro Quintero acercarse a los círculos políticos, donde habría conocido a una joven llamada Sara Cosío Vidaurri Martínez, hija del entonces secretario de Educación estatal, César Cosío, y sobrina del ex gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri, uno de los 10 mandatarios estatales en la historia del país que ha tenido que renunciar a su puesto por presiones políticas o demanda ciudadana.
De ella se sabe que era conocida en los centros nocturnos y en los restaurantes más caros de Guadalajara. Su carácter caprichoso le había dado fama en distintos círculos, lo cual era algo en común que tenía con el capo, quien siempre se hacía notar por sus arrebatos.
“El contacto con una persona como Caro Quintero le representaba a Sara cierto nivel de adrenalina, de contacto con los riesgos, yo no sé si en ese momento se inauguró en Jalisco una nueva visión de ascenso social”, dijo en su momento a Infobae México el periodista Alberto Osorio Méndez, desde Guadalajara.
Los dos tenían mucho en común, lo que los habría llevado a iniciar una relación sentimental que no era aprobada por la familia de la joven, a la que continuamente el capo trataba de halagar enviando costosos regalos, entre ellos autos de lujo, que cuando eran rechazados, según la leyenda urbana, Caro Quintero estallaba en cólera y los estrellaba.
En 1985, luego de haber sido señalado por el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, Caro Quintero tuvo que salir de México, pero en su huida no fue solo. Con él iba Sara, a quien sus familiares reportaron como secuestrada por el capo. Los dos se refugiaron en la lujosa finca en la Quinta La California, dentro de la comunidad de San Rafael de Ojo de Agua en Alajuela, Costa Rica, que después de ser incautada por el gobierno costarricense fue convertida en instalaciones olímpicas.
Las autoridades mexicanas habían intervenido los teléfonos de la familia de Sara en Guadalajara para poder rastrear cualquier llamada que recibiera por parte del capo y que pudiera dar con su ubicación.
El 2 de abril de 1985, Sara llamó a los suyos para decirles que estaba bien y que se había ido por voluntad propia. La charla fue suficiente para rastrearlos.
Cuando llegó la policía, Sara lo habría defendido y gritado “¡Yo lo amo!”, señaló Osorio. Sin embargo, el capo fue encarcelado 28 años, hasta que en 2013 un juez le otorgó la libertad por inconsistencias en el proceso. Inmediatamente el gobierno de México pidió su reaprehensión con fines de extradición. Pero era tarde. Hasta hoy se encuentra prófugo.
Las reinas de belleza, el sicario y una AK 47
María Susana Flores Gámez, una reina de belleza de 22 años perdió la vida en noviembre de 2012 en un tiroteo entre un grupo armado y el Ejército. Las balas le habían perforado una vena del cuello.
La policía la identificó como pareja de Orso Iván Gastélum Ávila “El Cholo Iván”, pieza clave del Cártel del Sinaloa y que años después se haría famoso por ser el hombre que apareció con el torso desnudo en una de las fotografías de la última captura del Chapo Guzmán, el 8 de enero de 2016.
Su estatura de 1.70 le garantizaba un futuro prometedor en el mundo de los concursos de belleza y las pasarelas. Se convirtió en una de las figuras más populares y “bonitas” de su ciudad, Guamúchil, Sinaloa, porque representaba los anhelos de cientos de jóvenes.
Para su fiesta de 15 años había recibido como regalo un auto blanco valuado en USD 30.000 y esperaba la presencia de su padrino de confirmación, el popular cantante mexicano Valentín Elizalde quien dos meses antes había sido asesinado a tiros cerca de la frontera con Estados Unidos.
Para el año 2011, Susana había ingresado a la carrera de comunicación en una universidad de Culiacán, donde empezaron a surgir rumores que la acusaban de salir con uno de los hombres de Guzmán Loera, pero entre la gente de Guamúchil existe temor de contar cómo se conocieron o en qué momento se dio la relación.
Su mamá y sus dos hermanos fueron secuestrados por hombres armados. Doce días después dejaron libre a su hermana menor y a su madre, pero retuvieron a su hermano por el que tuvieron que pagar rescate.
El 24 de noviembre de 2012 se reportó en el municipio de Mocorito la muerte de tres personas durante un enfrentamiento entre hombres armados y elementos del Ejército.
Uno de los fallecidos era “Susy” cuyo cuerpo fue encontrado junto a una AK-47. Las primeras versiones de la investigación filtradas a la agencia AP por un funcionario de la Fiscalía Federal señalan que había sido usada como escudo humano luego de que los sicarios se escondieran detrás de ella mientras bajaba de un auto.
Pero días después el delegado de la Fiscalía en Sinaloa, Enrique Feregrino, aseguró que las pruebas de radizonato practicadas al cuerpo de Susana, dieron positivo, con lo cual se confirmó que disparó el rifle AK-47 que apareció junto a su cadáver el día del tiroteo.
Otra de sus supuestas parejas de Gastélum fue Luz Adriana Galindo, quien fue asesinada en agosto de 2016 de un tiro en la espalda, luego de una emboscada al auto en el que viajaba.
Adriana también había participado en un concurso de belleza tres años antes.
La ex Big Brother y autor del atentado a Cabañas
Silvia Irabién, mejor conocida como “La Chiva”, logró el éxito al ser la ganadora de la primera edición en México del reality show Big Brother. En el camino, conoció a José Jorge Balderas Garza, “el JJ”, un integrante del cártel de los Beltrán Leyva, sentenciado a 20 años de cárcel por haber disparado al futbolista paraguayo Salvador Cabañas en una discoteca del sur de la Ciudad de México, en enero de 2010.
La yucateca tiene una hija de “El JJ”, trabaja como DJ en varios puntos de México, pero no se le deja de ubicar como una de las “mujeres deslumbradas por el narco”.
Luego de conocerse la relación del JJ con el atentado a Cabañas, “La Chiva” se presentó a declarar voluntariamente ante las autoridades capitalinas para revelar que había tenido una relación con el capo y que ambos tenían una hija, la relación había terminado tiempo atrás, y habían perdido todo contacto ya que él no se había responsable de la niña.
Mediante un comunicado, la ex participante del reality show señaló que para evitar poner en peligro su integridad física y la de su familia no volvería a abordar el tema ante los medios de comunicación.
Silvia Irabién aseguró que en 2005 conoció personalmente a quien dijo llamarse Jorge Díaz Treviño en el Bar- Bar, donde fue el ataque a Cabañas, y convivió con él durante seis meses aproximadamente, tiempo en el que quedó embarazada y posteriormente no volvió a frecuentarlo.
“La Chiva” habló poco del episodio con “El JJ”, y actualmente vive feliz en el sureste mexicano. Silvia mantiene una vida social activa, como lo muestra en redes sociales.
Otra reina de belleza y su error en Facebook
La colombiana Juliana Sossa Toro fue involucrada en 2011 con “El JJ”. El 18 de enero de ese año el rostro de la modelo y ex reina de belleza no lucía como en los comerciales o concursos de belleza en los que había participado.
Asustada y con signos de haber llorado, la joven colombiana fue presentada al lado de “El JJ”, acusado de haber disparado en contra del futbolista paraguayo Salvador Cabañas en una discoteca. Juliana era señala como la pareja sentimental, de Balderas Garza.
De acuerdo con la policía, Juliana había viajado a México al menos en cinco ocasiones en dos años. Sus amigos no se explicaban su relación con el narcotraficante mexicano, ya que unas semanas antes de su detención había terminado una larga relación en su país natal.
“El JJ”, quien estaba prófugo desde enero de 2010 fue capturado en enero de 2011 en la lujosa zona de Bosques de Chapultepc, en la capital mexicana. Sossa Toro había revelado a través de su cuenta de Facebook que vivía en esta área, misma en la que fue arrestada junto con el narcotraficante.
La detención de Juliana causó revuelo en las redes sociales, mientras algunos de sus contactos la empezaron a bloquear, otros integraron un grupo de apoyo para exigir su liberación y deslindarla de cualquier relación con el narcotraficante.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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