Como a todos los niños, a Aiden Blasian le encanta pintar en la pizarra. Pero en lugar de dibujar graciosas y coloridas estampas infantiles, él prefiere sumar fracciones o hacer multiplicaciones con la tabla del cinco.
La habilidad del pequeño de tres años, oriundo de Washington D.C., llevó a su madre, Cynthia Adinin, a compartir en Instagram videos en los que practica matemáticas con su hijo. Las publicaciones han hecho que Aiden se convierta en una estrella viral y en un famoso niño prodigio.
“En mi familia nos encantan las matemáticas, y algunas veces hacemos problemas juntos. Un día mi padre me envió un problema, Aiden lo vio y trató de resolverlo”, contó su madre orgullosa.
Su madre espera que a los cinco años empiece la escuela con los niños de 10 y 11 (Video: Caters New Agency)
El pequeño pudo entender las notas en la hoja de su madre porque aprendió a leer y a escribir a la prematura edad de dos años. Al ver su interés por los números, Cynthia comenzó a enseñarle a resolver operaciones básicas.
“Le empezamos a poner problema tras problema para que los respondiera, y contestaba siempre bien. Esperamos que entre directamente en cuarto grado, cuando empiece el colegio”, indicó.
Los niños comienzan la escuela primaria tradicionalmente a los cinco años, cuando terminan el kinder, pero para ese momento, Cynthia cree que su hijo podría acudir a clases con los niños de diez y once años.
En las grabaciones que comparte en Instagram, se ve que ella anima a Aiden para que acierte el resultado, pero es el niño de tres años quien logra la respuesta sin ni siquiera utilizar los dedos de las manos para sumar.
Además de las matemáticas, explicó su madre en Instagram, le encanta la ciencia. Con la ayuda de distintas tarjetas, ya empezó a memorizar la tabla periódica. El juego consiste en ver el símbolo de cada elemento y recitar en voz alta su nombre.
Cynthia también enseña a su hijo a hacer experimentos. En otro de los clips, los dos aparecen rellenando un globo con vinagre y bicarbonato para crear “una reacción de base ácida”, tal y como explica Aiden a la cámara.
Otra de sus aficiones es jugar al ajedrez contra su madre. Si alguien escucha a un adulto decir que compite contra su hijo de tres años al ajedrez pensará que debe resultar algo absurdo y aburrido, por la complejidad del juego. Sin embargo, el caso de Aiden es muy distinto.
Verlo mover fichas es impresionante, porque denota su alto nivel de comprensión de las reglas, ejecutando incluso tácticas que le han enseñado y que son habituales en las competencias de niños más grandes, que juegan a nivel federado.
Aunque muchos podrían pensar que realizar operaciones de mates o aprender la tabla periódica es una forma de castigo, para este pequeño prodigio es solo un juego, como evidencian las sonrisas que regala en cada uno de los videos. Pasa horas en la pizarra haciendo operaciones de cálculo, y cada día busca aprender algo nuevo.
“En cuanto empieza con un tema nuevo, se queda muy enganchado”, cuenta Cynthia.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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