Una mujer llamada Ann Frett y su hija afirmaron que fueron obligadas a moverse de sus asientos asignados para ceder sus lugares a unos pasajeros VIP durante un vuelo de British Airways de Londres a Boston, el pasado 11 de noviembre.
En el cambio de último minuto, la hija de Frett se sentó en un lugar empapado de orina pero logró que la movieran cuando se dio cuenta de lo ocurrido. Sin embargo, la madre denunció que tuvo que permanecer al lado del asiento sucio durante las ocho horas que duró el vuelo.
La mujer de 69 años originaria de Boston, Massachusetts, dijo que fue “la peor experiencia en toda una vida de viajar.” Aseguró que un miembro del equipo de la aerolínea quitó el cojín, cubrió el área con un aerosol anti-olores y colocó una manta sobre el asiento, pero fue incapaz de realizar una limpieza en forma.
En las fotos que compartió como prueba, se muestra que en el mismo asiento, la mesa plegable tenía manchas de vino tinto y el sistema de entretenimiento a bordo estaba inutilizable.
Cuatro sobrecargos y otros pasajeros del mismo vuelo confirmaron la mancha de orina. “El asiento a mi lado se volvió significativamente poco saludable debido al riesgo biológico y al aerosol usado por los sobrecargos para cubrir el hedor de la orina. Tuve que usar mi suéter como una máscara sobre la nariz y boca la mayor parte del vuelo”, afirmó Frett.
Como el vuelo se retrasó 45 minutos, la mujer comentó que pidió que le permitieran bajarse de la aeronave y la cambiaran a otro vuelo pero se lo negaron. También afirma que British Airways se rehusó a llevar un limpiador a bordo para descontaminar adecuadamente del asiento y el área que lo rodea.
Hasta el momento, la única respuesta de la aerolínea ha sido a través de Twitter en donde le escribieron a Frett: “Lamentamos el retraso para dar una respuesta. Nuestro equipo está investigando el asunto. Tan pronto como obtengamos la información necesaria nos pondremos en contacto. Gracias por su paciencia.”
Ésta no es la primera vez que la aerolínea británica se ve involucrada en un incidente así. En agosto de 2017, Andrew Wilkinson, sufrió un incidente similar en donde tuvo que sentarse en un asiento húmedo y manchado de orina durante un vuelo de Londres a Sudáfrica. Cuando avisó a la tripulación de cabina, le dieron toallitas húmedas para que lo limpiara él mismo.
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FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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